31 octubre 2011

Porteros, zombies y The Proclaimers

Películas de psicópatas obsesivos, que persiguen sin descanso a una persona en concreto, hay a montones. El espectador se sitúa del lado de la víctima y vemos cómo el acecho del psicópata se cobra un precio emocional y psicológico en ella, al mismo tiempo que va buscando un modo de librarse de él, ya sea poniendo a la policía sobre sus pasos o decidiendo pasar a la acción y confrontarlo. También hay bastantes que lo que muestran es el punto de vista del psicópata, y en este último grupo se encuadra "Mientras duermes", la última película de Jaume Balagueró, que es más un ejercicio de suspense muy hitchcockiano que una cinta de terror al uso. Y eso que César, su protagonista, da muy malas vibraciones porque es realmente frío, manipulador y un parásito que utiliza su trabajo para destrozar las vidas de todos los que le rodean, pero es justo el giro de seguirlo a él todo el rato, y no a sus víctimas, gran parte de lo que hace interesante a esta película. La otra parte es Luis Tosar, inmenso, un tipo capaz de dar miedo ya sólo abriendo la puerta del ascensor. Como siempre ocurre con estas cintas, me resisto a comentar nada más de ellas para no estropear la experiencia de verlas sabiendo lo mínimo imprescindible. Balagueró ya demostró en "Los sin nombre" que podía dar miedo y mucho mal rollo, y en "Mientras duermes" se supera.  La tensión está muy bien manejada, y el viejo truco de usar una canción optimista en una secuencia violenta nunca falla. Y debe ser que, después de "[Rec]", le ha pillado el gusto a rodar sus películas casi sin salir de viejos edificios de Barcelona.

La segunda temporada de "The Walking Dead" está siendo más vigilada que una horda de zombies cerca de un colegio. No sólo por ser un éxito de público incontestable, con siete millones de espectadores y una renovación cantada para una tercera entrega, sino porque parece estar todo el mundo al acecho, listo para darle un tiro entre los ojos a la mínima, especialmente después de que los tira y afloja presupuestarios entre AMC y Frank Darabont acabara con éste de patitas en la calle. Dejando de lado los problemas de AMC (que yo entiendo un poco más tras saber que unos de sus dueños son los propietarios de los Knicks), la serie ha vuelto bajando un poco el ritmo de sus seis primeros episodios pero manteniendo una tensión que hace que hace que los 45 minutos de duración se pasen volando. Y eso a pesar de que es cierto que si ritmo no es constante, pero a mí no me importa demasiado. Sin necesidad de acumular cosas, los dos capítulos que inician la segunda temporada han resultado muy efectivos, sobre todo, para mostrarnos que para sobrevivir en medio del fin del mundo no basta con repetirse el mantra de "mantengámonos unidos y busquemos un rayo de esperanza". A veces, las circunstancias superan a los héroes más aguerridos y Rick, que entra más en la categoría de héroe a su pesar, va a aprender eso por las bravas. Parece que, ahora sí, los personajes  van a darse cuenta que ellos mismos son peores monstruos que los zombies.



Casi seguro que habéis visto ya este vídeo, pero aun así, no podía resistirme. Ha aparecido ahora por Internet, aunque es algo que se grabó al final de la era Russell T. Davies-Julie Gardner-David Tennant de "Doctor Who", y es una simpática despedida, con todos los implicados en la serie a lo largo de aquellas cuatro temporadas, a los sones de "(I'm gonna be) 500 miles", de The Proclaimers, que justo se hizo famosa por su inclusión en la película "Benny & Joon". Entre el bailoteo a lo Travolta del Ood y el cachondeo que se traen muchos de los que aparecen (incluidos Gardner y Davies, abanicándose con fajos de billetes), es una despedida muy simpática del equipo que revivió esta venerable serie (sólo falta Christopher Eccleston). Pero no queda ahí la cosa, porque también ha aparecido un divertido vídeo musical en el que David Tennant, Catherine Tate y John Barrowman homenajean precisamente a Gardner y Davies, y que grabaron para su fiesta de despedida.

P.D.: He de confesar que ahora, siempre que escucho ese éxito de The Proclaimers, de lo que me acuerdo es de Marshall Erikssen y su Fiero.

30 octubre 2011

Las óperas del espacio

Allá por los años 50 y 60, en las revistas pulp había un subgénero de ciencia ficción que implicaba aventuras grandilocuentes en el espacio exterior, en las que un grupo de humanos se encontraba con malvados extraterrestres con planes megalómanos que debía detener. Todos utilizaban una tecnología muy avanzada y los duelos a vida a muerte (o a vida o destrucción del Universo) eran muy comunes. Las aventuras solían tener, además, un lado melodramático muy fuerte que las emparentaba un poco con las soap operas, y muchas veces, simplemente, reciclaban temas de las series del Oeste. Por eso se las acabó llamando space operas, un subgénero muchas veces denostado y despreciado como demasiado popular y menor dentro de la ciencia ficción y la fantasía.

Con el paso del tiempo, esa definición no es tan clara, y ya sólo echando un vistazo a la entrada de Wikipedia sobre el tema podemos ver que el concepto es muy amplio y ha ido cambiando con el paso de los años. No obstante, ese centro de un grupo de gente, organizados según una jerarquía más o menos militar y que va cumpliendo misiones de exploración en el espacio exterior, se ha ido manteniendo, en general, como una de las cosas más definitorias de lo que es una space opera. "Star Trek" lo era, y lo mismo todos sus spin-offs, desde "La nueva generación" a "Enterprise", el último que estuvo en antena. Todas esas series, además, tomaron algunas de las tramas de la "Star Trek" original y las reutilizaron, del mismo modo que utilizaban ideas muy clásicas de la ciencia ficción.

Capítulos sobre exploradores que se pierden y hay que buscarlos, misteriosas señales encontradas en planetas o terrenos lejanos, enemigos que se infiltran entre los buenos mimetizándose por completo con ellos, "mundos espejo" y döppelgängers varios, civilizaciones malvadas que quieren exterminar todo lo que encuentran a su paso... Esas son sólo algunas de las historias que todas estas series de aventuras espaciales tocan, y aunque estén vistas mil y una veces, eso no quiere decir que sean malas. Como ocurre siempre, la ejecución de una idea es lo que le da su validez. Y ha habido títulos que se han plegado más al pie de la letra a estas convenciones, como las sagas de "Star Trek" o "Stargate", y otros que las han utilizado para escaparse de ellas, como "Babylon 5" y "Battlestar Galactica" (cuya versión original de 1978 era una space opera aún más de libro que las citadas antes).

"Terra Nova", por muchos dinosaurios y viajes en el tiempo que tenga, no es más que una space opera. En el tercer episodio ya hicieron su versión de "La cosa" que parece obligatoria en estas series (aunque "Hielo", de "Expediente X", sigue siendo uno de los mejores remakes de esa película), y aunque no sé cómo podrían llevarlo a cabo, no me extrañaría nada algún episodio sobre gemelos malvados. Total, si "Alias" pudo hacerlo...

Música de la semana: Sabéis que, periódicamente, suele haber una canción que, de repente y sin saber cómo, se convierte en ubicua y aparece en el 80% de las series en emisión. Últimamente, una de ésas es "Howlin' for you", de The Black Keys, que ya de por sí es un grupo que suena muy a menudo en la televisión. Perteneciente a su disco "Brothers", el tema ha podido escucharse en "The secret diary of a call girl", "CSI: Miami", "The Chicago code", el piloto de la "Prime Suspect" de la NBC, "Chase", "One Tree Hill", "Suits", "Entourage" y "Chuck", por ejemplo. No está mal para estos chicos que vienen de la misma ciudad que LeBron James (y que Chrissie Hynde, de Pretenders), Akron, Ohio.

28 octubre 2011

Las noticias animadas de Taiwán



La primera temporada de "The good wife" fue, para muchos espectadores, el primer contacto con unas locas recreaciones animadas de las principales noticias del momento, realizadas por una compañía taiwanesa llamada NMA News. En esta entrevista, uno de sus responsables explica cómo se realizan dichas animaciones y su uso en los telediarios de Taiwán, permitiendo dar al instante noticias de las que, a lo mejor, no se tienen imágenes, gracias a recreaciones más o menos "inspiradas" en esos hechos. Ni qué decir tiene que son un fenómeno en YouTube, por supuesto, porque suelen ser irreverentes, divertidas y, muchas veces, muy claras, que es lo que buscan. Los guionistas de "The good wife", que están muy atentos a todo lo que está de moda y se comenta más en ese momento en la sociedad estadounidense, las utilizaron al principio como otra parte del escrutinio público sobre el escándalo que llevó a Peter Florrick a la cárcel, y han seguido empleándolas de vez en cuando, dentro de su interés por mostrar cómo Internet y las redes sociales se han integrado en nuestra vida cotidiana.

No es raro que, a veces, se usen recreaciones con actores o con algún tipo de animación de ciertos hechos, sobre todo delictivos. Esos programas que cuentan crímenes macabros o extraños o famosos se sirven muy a menudo de ellas, intentando darles un toque inquietante con imágenes fuera de foco, o pasadas todas como por un filtro grisáceo, o sin enseñar nunca la cara de los actores. Obviamente, las animaciones taiwanesas van más allá  (ésta sobre el sexo adolescente en EE.UU. es hilarante), pero no se puede negar que nadie ha explicado con más claridad el declive de la NBC que ellos en el vídeo de arriba. Como muestra, sólo os voy a dejar dos botones, los dos referidos a temas de actualidad reciente:



Una explicación de las razones detrás del cierre patronal de la NBA. Esa defensa de David Stern a Derek Fisher es antológica.



Y una explicación de la absolución de Amanda Knox de la acusación de asesinato de su compañera de piso en Perugia, un asunto que ha tenido fascinada a la prensa de medio mundo y que hasta va a tener su propia película de Lifetime, protagonizada por Hayden Panettiere. Para ésta no tengo palabras.

27 octubre 2011

Miedo al compromiso

Seguro que habéis oído/leído a más de un bloguero/aficionado/seriéfilo una expresión muy común cuando se estrenan algunas series nuevas: "Me espero a que la emitan entera y, entonces, la veo del tirón". O su variante: "Esperaré a ver cómo va de audiencia y, si no la cancelan, entonces la veo". Estas dos posturas suelen ser bastante habituales en las series de género (ciencia ficción, fantasía, terror y thrillers en general), susceptibles de conjurar un fandom que los estudios puedan "explotar" gracias a las ventas de DVD y merchandising variado. Lógicamente, que estas posturas las adoptemos desde el otro lado del Atlántico no es demasiado importante (al fin y al cabo, nosotros no contamos en los ratings de audiencia), pero el caso es que no es algo aislado de nosotros, los "piratas" de las series de más allá del océano, sino que también es una conducta muy extendida en Estados Unidos, seguramente sin darse cuenta de lo perjudicial que representa para esas series que ellos adoran, pero que ven grabadas o directamente en DVD, nunca en su emisión original por televisión.

"Blastr", la web de actualidad de Syfy, tiene una sección en la que todas las semanas analizan las audiencias de 13 series de género, o simplemente frikis, en emisión actualmente. Son "Terra Nova", "American Horror Story", "The Big Bang theory", "Person of interest", "The Vampire Diaries", "The secret circle", "A gifted man", "Fringe", "Sobrenatural", "The Clone Wars", "Sanctuary", "The Walking Dead" y "Once upon a time". Además de comentar sus cifras, incluyen un gráfico que te permite ver de un vistazo cómo van y, de paso, deprimirte un poco al comprobar que casi todas están por debajo de los cinco millones de espectadores, y que sólo "TBBT" y "Person of interest" son auténticos éxitos (y quizás sean de las menos "de género" de toda la lista). Este tipo de títulos son más de culto y de nicho que de gran acogida masiva, es muy cierto, y acaban programándose los viernes porque ahí pueden sobrevivir con una audiencia que los habría cancelado a la tercera semana si se emitieran un martes. Muchos de ellos están "en la burbuja", en un estado que puede llevarlos a la cancelación efectiva en mayo, y cada vez que se habla de sus audiencias, siempre acaban trayéndose a colación los visionados grabados y "en diferido".

Muchos espectadores afirman que ven todas esas series así porque, de ese modo, pueden acumular varios capítulos y hacerse pequeños maratones, saltándose los molestos cortes de anuncios cada diez minutos. En cuanto se discuten ratings, enseguida apuntan que las cadenas deberían tener en cuenta esos visionados en diferido para decidir si renuevan una serie, pero se olvidan de que, aunque eso puede ser el ideal (y lo más ajustado al modo en el que se consume televisión hoy en día), no es la manera en la que cadenas y anunciantes siguen trabajando. Cuando Fox anunció la mudanza de "Fringe" del jueves al viernes, muchos se echaron las manos a la cabeza, pero gran parte de esas plañideras engrosaban el 45% de su audiencia que la veía grabada, y no en directo. ¿Qué habría pasado si toda esa gente hubiera estado pegada a la tele los jueves a las 9? ¿O si lo hiciera ahora, los viernes a ese mismo horario?

No deja de resultar bastante paradójico escuchar esas protestas y ese odio hacia las cadenas por el "maltrato" que dan a sus series favoritas, cuando esos fans ni siquiera se molestan en verlas en directo. ¿Cómo pretenden entonces que se mantengan en antena? Que yo sepa, no se producen para publicarlas directamente en DVD. Ese miedo a dar una oportunidad a series que pueden tener problemas en sobrevivir es, curiosamente, lo que puede acabar "matándolas".

26 octubre 2011

La casa de los horrores

Uno puede entrar en "American Horror Story" dispuesto a buscar sus referencias, en cuyo caso, le estallará la cabeza antes de los títulos de crédito. Puede elegir entre "El resplandor", "Amytiville", "Los Otros", "La semilla del diablo"... Y eso sólo si no somos fans del género y no tenemos el suficiente fondo de armario para captar todas las demás. La colección de retales se extiende también a la banda sonora, construida de un modo muy tarantiniano con trozos de otras bandas sonoras, incluyendo "Vértigo" y el silbidito de "Twisted Nerve" que el propio Tarantino utilizó en "Kill Bill" (Ryan Murphy y Brad Falchuk deben ser muy fans de Bernard Herrmann). Y todas estas piezas se nos arrojan todas a la cara a la vez en el piloto, abrumándonos, haciendo que, al terminar el capítulo, hasta te cueste un poco volver al mundo real.

También se puede entrar en la serie dispuesto a ver algo totalmente diferente de lo que se programa en las parrillas en la actualidad, algo en lo que Ryan Murphy es experto, y dispuesto a dejarse llevar sin plantearse demasiado adónde va todo esto y si tiene alguna razón de ser. Su punto de partida (familia con problemas se muda a una casa muy siniestra de la que todo el mundo les advierte que deben huir) está tan manoseado, que quizás es este acercamiento excesivo y perturbador, y que intenta meterse a fondo en las neurosis de sus protagonistas, el único modo de darle un toque ligeramente distinto. Pero el caso es que "American Horror Story" es una historia de terror más bien psicológico de manual, porque la mitad de las veces no estamos seguros de si lo que estamos viendo es real y de si no será todo una alucinación muy elaborada de Ben, el padre de familia, siguiendo la mejor tradición de "El resplandor".

En la casa ocurren, desde luego, cosas raras y es posible que el sótano sea el hogar de una criatura infernal, pero también está claro que son los demonios internos de los Harmon los que van a guiar buena parte de esos sucesos inquietantes (como toda buena película de miedo suele hacer). Sin ser especialmente fan del género, ni haberme visto fascinada ni repelida por el piloto, sí reconozco que son la vecina y el ama de llaves los personajes que más me intrigan. Sobre todo la primera (genial Jessica Lange, muy en plan "¿Qué fue de Baby Jane?"), que parece ser la única que sabe lo que está haciendo. No sé, de todos modos, si me intrigan lo suficiente para seguir con la serie, porque ese barroquismo tiende a saturar deprisa.

25 octubre 2011

Y no comieron perdices

"Y fueron felices y comieron perdices". El punto de partida de "Once upon a time" es, en principio, ir más allá de ese clásico final de cuento de hadas, de ese momento en el que Blancanieves se casa con su Príncipe Encantador y nunca más volvemos a saber de ellos. ¿Decidieron tener hijos? ¿Tuvieron problemas con los suegros? ¿Volvió la malvada Reina a intentar vengarse de ellos? ¿Les concedió el banco la hipoteca para el castillo de sus sueños en los bosques de Irás y No Volverás? La nueva serie de ABC quiere mostrar todo eso pero añadiendo otra capa más; el hecho de que la Reina de verdad logra venganza y destierra a todos los personajes de los cuentos al pueblo contemporáneo de Storybrook (en Maine, por supuesto), donde no recuerdan quiénes son y están congelados en el tiempo. Sin embargo, como en toda buena maldición de cuento de hadas, la Reina se deja un fleco que puede revertirla, un fleco en forma de una rubia cazarrecompensas que tampoco recuerda quién es.

Es un concepto muy curioso para una serie de televisión en abierto (antes me creería que es una miniserie navideña de Syfy que uno de los estrenos fuertes de ABC para el otoño), sobre todo porque la estructura que presenta el piloto es alternar la línea temporal actual en Storybrook con el mundo de los cuentos. Antes de que digáis nada más, sí, es muy "Perdidos", lo que se entiende al saber que sus creadores, Edward Kitsis y Adam Horowitz, fueron guionistas en esa serie. De hecho, hasta se permiten un par de guiños simpáticos a ella (un plano del ojo de Emma Swan abriéndose y que la alcadesa de Storybrook viva en el número 108 de su calle, por ejemplo), del mismo modo que son muy conscientes de la deuda que tienen con todas las recreaciones de Disney de esas historias (la Reina es muy bruja malvada de Disney, tanto la de "Blancanieves y los siete enanitos" como Maléfica, la mala de "La bella durmiente").

De ese primer episodio, destaca la pareja formada por Jennifer Morrison y el pequeño Jared Gilmore y un Robert Carlyle que se lo pasa en grande como Rumpelstitskin (y que da la sensación de saber mucho más de lo que parece). La serie es bastante diferente de lo que podemos encontrar en la parrilla ahora mismo (por eso me recuerda a "Pushing daisies") y puede desplegarse prácticamente por cualquier camino que quiera seguir. Es cierto que, aparte de esos tres, el resto de personajes todavía tienen que salir un poco del corsé del arquetipo de los cuentos, pero sí parece que el asunto de la maldición se va a llevar como si fuera también un cuento de hadas pero en serio, sin ironías posmodernas (como apuntan en Twitter), y ésa puede ser una opción muy interesante para la serie.

P.D.: No, no he mencionado que parece ser la adaptación a televisión de "Fábulas" que nunca salió adelante porque ya se trata en muchos sitios. Kitsis y Horowitz afirman que ya intentaron colocar el guión hace tiempo, sin suerte, y no sería raro que, después de que el proyecto de "Fábulas" fracasara, la ABC se acordara de "Once upon a time" y decidiera repescarla. Es una maniobra muy hollywoodiense.

24 octubre 2011

El caso de las series intercambiadas

Se comentaba hace algunos días en Twitter, y no deja de ser cierto. Las cadenas de cable parecen haber sufrido en las últimas semanas un extraño caso de posesión e intercambio de cuerpos con algunos de sus estrenos y, en concreto, el tema surgió a raíz del debut de "Enlightened" en HBO. Esta comedia, protagonizada por Laura Dern y creada por el muy peculiar Mike White (su currículum en IMDB es realmente sorprendente), sigue a una ejecutiva con tendencias autodestructivas que un día tiene algo así como una epifanía espiritual y decida cambiar. HBO la ha emparejado con "Bored to death", pero quienes la han visto empezar apuntan que es un título que casa poco con la marca de esa cadena, y que parece más una dramedia de 20 minutos de Showtime que una comedia de HBO. De hecho, lo que se apunta es que, si ésta parece estar en el canal "equivocado", también da la sensación de que "Hell on Wheels" (AMC) va más con HBO y que "Homeland" (Showtime) debería estar en AMC.

O, al menos, eso parece gracias a las imágenes de marca que tenemos de esas cadenas hasta ahora. Esas construcciones resultan fundamentales para ellas. Les sirven para diferenciarse de sus competidoras, para dirigirse a un sector del público que les interesa atraer (ya sea en forma de abonados o de audiencia en el sentido más tradicional, asociada a la publicidad), y se hacen utilizando como ladrillos las obras de ficción propia. HBO abrió el camino con "Oz", entre otras, y todas quieren seguirlo, mejorarlo y hasta superarlo. Hasta Starz empieza a probar temas distintos con el estreno de "Boss" (drama con Kelsey Grammer que ya estaba renovado por una segunda temporada antes de que se estrenara la primera).

Todo este juego de trileros tiene, en realidad, una explicación bastante más prosaica de lo que pueda parecer, por lo menos en un par de casos. Showtime, por ejemplo, tiene nuevo presidente, y éste quiere ampliar la imagen más transgresora, si podemos decirlo así, de la cadena hacia otras cosas menos directas y más sutiles. HBO está resurgiendo ahora de un periodo en el que no conseguía reclamar el trono que había perdido con el final de "Los Sorprano" y, para ello, está atreviéndose también con otras cosas que antes no tenían cabida en ella (sin ir más lejos, "True Blood" y "Juego de tronos"), y AMC siempre se ha mirado en el espejo de HBO para ir labrando a partir de ahí su propio camino. A veces, los espectadores encuentran demasiado pronto la bolita debajo de los vasos y el juego acaba antes de tiempo. Las cadenas esperan, por supuesto, que el truco les funcione.

Música de la semana: Como estos últimos días he estado por tierras irlandesas, esta selección va a resultar un poco inevitable. Primero, porque es muy difícil que, si vais a algçun que otro pub con música en directo, no escuchéis varias veces en la misma noche canciones tradicionales como "Whiskey in the jar". Y segundo, porque de esa canción, la versión más conocida bien puede ser la que Thin Lizzy hizo en los 70, y que terminó sonando en la película "En el nombre del padre".

17 octubre 2011

Odiosas comparaciones

Siempre que surge una gran estrella deportiva, pongamos por caso en la NBA, se la compara con las leyendas del pasado para ver hasta dónde puede llegar. A LeBron James, apodándose "King", se le enfrenta enseguida con Michael Jordan, y siendo el baloncesto un deporte que puede describirse con muchas estadísticas, eso es lo que se emplea para su comparación. Pero no se utilizan las cifras de Jordan ya retirado, con seis anillos de campeón, 32.292 puntos, 6.672 rebotes y 5.633 asistencias totales en 14 años de carrera; se emplean las de Jordan en el punto en el que se encuentra ahora LeBron James, con ocho años en la NBA a sus espaldas, ningún título, 17.362 puntos, 4.451 rebotes y 4.364 asistencias (sólo una pista; cuando "Air Jordan" llevaba ocho temporadas de profesional ya había ganado dos anillos de campeón y había anotado 16.420 puntos en total).

Esta larga (y a lo mejor innecesaria) introducción viene al caso de las comparaciones que siempre se hacen entre series nuevas y otras veteranas para intentar dilucidar si son mejores o peores o, simplemente, como coartada para criticarlas sin piedad. Lo vimos cuando se entregaron los Emmy y había voces empeñadas en comparar "Boardwalk Empire", que acababa de terminar su primera temporada, no con la primera entrega de "Mad Men", sino con el conjunto de las cuatro temporadas emitidas. Y se está repitiendo ahora con "Terra Nova" y "Falling Skies", dos series producidas por Steven Spielberg, tachadas de "bodrios familiares" por buena parte de la blogosfera y que no dejan de compararse sin reparar en que la primera, ahora mismo, sólo lleva tres episodios emitidos(y le quedan otros nueve, que el piloto fue doble) y la segunda finalizó en verano una primera temporada de 10 capítulos.

No vamos ahora a discutir si son de verdad "bodrios familiares" o tienen algo que las redima, porque no es el momento. Podríamos decir que, en el tercer episodio, las dos son bastante similares, intentando dar más importancia a la familia protagonista y su dinámica, con algún que otro momento de acción por ahí, pero poco más se puede decir. Estaría bien recordar qué andábamos todos comentando cuando "Fringe" sólo había emitido tres episodios de su primera temporada, por ejemplo. Esto no quiere decir que, cuando llegue al final, "Terra Nova" no haya resultado peor que "Falling Skies", pero aún es muy pronto para decirlo. ¿Y si de repente, en el capítulo 8, se marcan un giro que cambia la dinámica de la serie? (no las tengo todas conmigo en ese aspecto, pero hablemos hipotéticamente, ¿de acuerdo?).

El otro día, el crítico de "Entertainment Weekly", Ken Tucker, hablaba de "Prime suspect" y se arrepentía de haber sido tan duro con la serie tras el piloto porque, después de haber visto un par más de episodio, le gustaba bastante y le parecía que había mejorado. Apuntaba también que la presión de los especiales que analizan la nueva temporada televisiva, sin haber visto nada más que los pilotos, llevaba a que se emitieran juicios casi sumarísimos sobre toda una serie basándose en un único episodio, que es más o menos lo que se le suele criticar a los Emmys. Es una tentación muy fuerte, y muchas veces cuesta resistirse a ella, el ensalzar o hundir una serie sólo con su piloto. Sí, algunas ya lo tienen muy claro desde el principio, tanto en una dirección como en otra, pero la norma general suele ser la prueba y error hasta ver qué funciona. Eso siempre lleva algunos su tiempo, y en nuestra mano está decidir si nos quedamos a comprobar si la serie se encuentra a sí misma.

P.D.: Este blog se va de vacaciones (breves) hasta el próximo lunes, así que me perderé, por ejemplo, los estrenos de la segunda temporada de "The Walking Dead" y de "Once upon a time". Sed buenos hasta entonces. Oh, pero esta postdata tiene su repercusión en la siguiente.

P.D. podcastera: Como ya podéis imaginar, esa ausencia mía y la de Crítico en serie lleva a "Yo disparé a J.R.", a su vez, a tomarse un descanso. Será de unas tres semanas y, mientras tanto, podéis escuchar el último programa, que cuenta con la participación de Irene, de "ByTheWay", en el primer apartado. Podéis al blog para escucharlo o buscar las opciones de descarga. éste es el menú del día:

- 0': "Hart of Dixie"
- 19': El principio de la segunda temporada de "Downton Abbey"
- 33': "Gran Hotel"
- 41': El arranque de tercera temporada de "The good wife".

16 octubre 2011

Los Dunphy y el grunge

Los primeros episodios de la tercera temporada de "Modern family" no han hecho más que confirmar lo que ya sabíamos desde el final de la segunda; que es la familia Dunphy la piedra angular sobre la que descansa casi toda la serie. Tal vez ser un poco más numerosa que las otras dos le otorga algo de ventaja, porque se pueden hacer más combinaciones entre sus integrantes, pero lo cierto es que sus cinco miembros se han asentado como fuentes cómicas fiables, después de que Cameron y Manny (y Gloria) se los comieran en la primera entrega. Como hemos comentado más de una vez, Ty Burrell y Julie Bowen deberían aprovechar sus Emmys a mejores secundarios de comedia para participar el próximo año como principales, y dejar que algunos de sus retoños de ficción puedan optar también a ser nominados.

Sarah Ryland (Hayley), Ariel Winter (Alex) y Nolan Gould (Luke) están creciendo bastante esta temporada, y los dúos cómicos entre Hayley y Alex y entre Luke y Phil casi nunca fallan. Su retrato ya no es tan unidimensional como al principio, cuando Phil sólo parecía tonto y Claire, sólo una estirada, y los Dunphy podrían haber sido los protagonistas únicos de su propia comedia familiar. Pero lo que realmente funciona en "Modern family" es la interesección de las tres familias (y que Cam y Gloria hagan más cosas juntos), a ser posible siempre con algún Dunphy o Mitchell a punto de hacer o decir algo potencialmente humillante.

Es curioso, pero este otoño hay dos documentales musicales que figuran entre lo más esperado de la temporada. Uno es "Living in the material world", el repaso a la vida y la obra de George Harrison dirigido por Martin Scorsese (que HBO emite en dos partes y creo que llegará en noviembre a Canal+), y el otro es "Pearl Jam Twenty", un vistazo a los 20 años de historia de este grupo de Seattle, orquestado por el director que los incluyó en su película "Singles", Cameron Crowe. Crowe, que inicialmente fue periodista en "Rolling Stone", vivió en Seattle durante el auge del grunge y nos acerca a cómo era la escena musical de la ciudad en aquella época, unos años en los que la amistad entre Stone Gossard y Jeff Ament originaría primero Mother Love Bone y, luego, Pearl Jam.

El documental utiliza mucho material de giras y conciertos, entrevistas con los componentes del grupo y, principalmente, le otorga más importancia a la música de lo que suele ser habitual en este tipo de películas. Si se habla de la participación de la banda en Lollapalooza en 1992, vemos un fragmento de la actuación, y uno de los mejores momentos del metraje viene casi al final, cuando Eddie Vedder deja que todo el público del Madison Square Garden de Nueva York cante el principio de "Better man" en su lugar. Crowe procura que veamos a las personas detrás de los músicos y lo que les mueve a escribir canciones, y es un visionado muy interesante no sólo para fans del grupo.

Música de la semana: Uno de los efectos secundarios de ver "Pearl Jam Twenty" es que luego te entran ganas de hacerte un maratón con toda la discografía que tengas a mano del grupo. Así que la selección musical va a ser una de las canciones que suenan en el documental, "Last exit", que estaba incluida en el disco "Vitalogy".

15 octubre 2011

Nacidas viejas

Desde que empezó la temporada de series en Estados Unidos, no hemos dejado de hablar de que éste es el año de las comedias y, sobre todo, de que es el año de las comedias protagonizadas por mujeres y, en gran parte, creadas también por mujeres. "New Girl", "2 broke girls", "Suburgatory", "Whitney", "Up all night"... Todas ellas están dentro de esa tendencia y, en su mayoría, figuran también entre los éxitos de la temporada. Luego, curiosamente, está la otra tendencia del género este otoño, que no es otra que la de las comedias cuyos protagonistas son hombres que sienten que se han visto desplazados de su posición de "machos alfa", que han sido "castrados", si nos ponemos en plan tremendo, y han dejado que las mujeres tomen el mando, y no saben qué hacer en ese nuevo mundo.

Cuando se presentaron los upfronts, los críticos metieron ese saco, sobre todo, tres comedias de la ABC; "Man Up", "Work it" y "Last man standing", una que, por representar el regreso de Tim Allen a televisión, era esperada con cierta expectación. Y lo cierto es que esta sitcom entra, además, en la tercera tendencia reconocible de esta temporada, que no es otra que casi todas las comedias parecen haber sido transplantadas a 2011 directamente desde 1994. No hay más que ver diez minutos de la serie de Allen, o de la ya cancelada "How to be a gentleman" o de cualquiera de las dos creadas por Whitney Cummings para darse cuenta de ello. No sólo se ven viejas y caducadas, sino que su humor también lo está.

Los chistes con Mike Baxter, el protagonista de "Last man standing", giran todos en torno a cómo él cree que es una tragedia que se haya perdido el tipo de hombre que hace actividades campestres (principalmente, cazar y pescar), que cree que es estúpido proteger una casa a prueba de bebés, que desprecia a todo aquél que no sabe cambiar una rueda por sí mismo y que no escucha a las mujeres, aunque sean su propia esposa y sus tres hijas. Se podría decir que ese arquetipo ya estaba caduco a finales de los 90, así que imagináoslo ya en el siglo XXI.

Una cosa muy curiosa de la crítica de Alan Sepinwall sobre la serie es su sorpresa de que su creador sea Jack Burditt (lo que le lleva a pensar que igual todo esto no es más que una broma muy cara). Más que sorpresa, conecta este hecho con aquella serie falsa inventada por "30 Rock", "Bitch Hunter", en la que Will Ferrell era un policía que se dedicaba a interrumpir despedidas de soltera y a irrumpir en salones de belleza dando una patada en la puerta y cargando su recortada. En la serie, situaban a Burditt como su co-creador (junto con Ben Silverman), y la utilizaban como la razón para que Jack no pudiera cancelar "TGS". ¿Era esto una señal de lo que estaba por venir en la ABC? ¿Era sólo uno de los puyazos habituales de "30 Rock" a la NBC?

14 octubre 2011

Canciones, listas y series


Alguna vez hemos comentado que a los anglos les encanta hacer listas. La manía de Rob de ordenar todos los momentos importantes de su vida ese modo en "Alta fidelidad" no es casualidad, y pocas listas suelen generan más revuelo que las que hace cada dos por tres la publicación musical "New Musical Express", una veterana máquina de hype que siempre está buscando la próxima banda más grande del mundo (que la mitad de las veces es británica, pero estando la revista radicada en Reino Unido, hasta se entiende).Para celebrar el 15º aniversario de la puesta en marcha de su página web, NME ha decidido lanzar una mastodóntica lista con las, para ellos, mejores 150 canciones de ese periodo, entre 1996 y 2011 (en "Stereogum" tienen la lista toda del tirón). Opiniones hay para todos los gustos, por supuesto, aunque a mí me hace muchísima gracia que "Wannabe", de Spice Girls, sea la 111ª.

En este blog, la música no es uno de sus temas principales, a no ser que esté relacionada con las series y el cine, pero la lista de NME da para tantas discusiones y comentarios diferentes, que me sumo también a ellos, pero de otro modo. Porque la excusa es, ¿cuántas de las canciones en los primeros puestos han sonado en series o en películas? Lo reduciremos a diez, que tampoco se va a convertir el blog en un monográfico de esto.

1.- "Paranoid android", Radiohead: Éste es el tema que encabeza la lista de NME, un tema que todos los fans de Radiohead, y los de Douglas Adams, saben que está inspirado en Marvin, el androide depresivo de "La Guía del Autoestopista Galáctico". El grupo de Thom Yorke tiene otras inclusiones en la lista que se han dejado escuchar en la televisión estadounidense, como "No surprises" (107º) en "House" y "Reckoner" (93º) en "Life" y "Detroit 1-8-7".

3.- "Hey Ya!", OutKast: Además de tener a Ryan Philippe presentándolos en el vídeo, esta canción se ha podido escuchar en series como "Caso abierto", "Entourage" o "Human target".

5.- "Mr. Brightside", The Killers: Éste es otro vídeo con participación de un actor famoso, en ester caso, Eric Roberts, y de un grupo que justo debe buena parte de su popularidad en Estados Unidos a "The OC", serie en la que sonó esta canción. En la lista también figuran "All these things that I've done" (56), que se ha escuchado en el piloto de "Jericho", en un anuncio de Nike o en "Southland Tales".

7.- "Over and over", Hot Chip:  "Torchwood", "How to make it in America" y hasta "CSI: NY" han usado esta canción en algún capítulo.

8.- "Rehab", Amy Winehouse:  ¿Quién no se acuerda de la primera actuación de Vocal Adrenaline en "Glee", a los sones de esta canción? También la han utilizado en "CSI: Miami" o en "Men in trees".

9.- "Bittersweet symphony", The Verve: Ésta les sonará a los fans de "Crueles intenciones", aquella nueva versión de "Las amistades peligrosas" con Sarah Michelle Gellar, Reese Witherspoon y Ryan Phillippe.


12.- "Time to pretend", MGMT: The CW ha dado buena cuenta de esta canción incluyéndola en "Gossip Girl" y "90210", y utilizando también "Kids" (99) en "The Vampire Diaries", además de acompañando a los chicos del Upper East Side neoyorquino.

13.- "Empire state of mind", Jay-Z & Alicia Keys: La carta de amor de estos dos a Nueva York ha sido versionada también por los chicos de "Glee" y se ha escuchado en dos series ambientadas en esa ciudad, como "Gossip Girl" y "CSI: NY". Jay-Z tiene en la lista también "99 problems" (24), usada en "Entourage" y "CSI"

14.- "Spanish Sahara", Foals: "90210" también ha empleado este tema, al igual que "Misfits".

16.- "Crazy in love", Beyoncé:  Si yo no recuerdo mal, esta canción fue objeto de uno de esos mashups que hacen en "Glee" de vez en cuando. No, "Single ladies" no está en la lista, pero yo os dejo el enlace igual, porque esta canción fue la excusa para contratar a Heather Morris.

P.D.: "Australia", de Manic Street Preachers, es la canción del vídeo de arriba y la que cierra la lista de NME. Y como está en el puesto 22 no hemos llegado hasta "Wake up", de Arcade Fire, pero es muy cierto que su inclusión en un trailer, como el de "Donde viven los monstruos", hasta hace parecer mejor la película que anuncia.

13 octubre 2011

Corazones perdidos

ALERTA SPOILERS: El capítulo de esta semana de "Fringe" es el último antes de un miniparón de otra semana (por culpa del béisbol, probablemente), y antes de que se desate la respuesta a la pregunta de esta cuarta temporada (que no es 42, y no se esconde a simple vista). Si queréis echaros unas buenas risas, pasad por "La vaca de Fringe". Si queréis una divagación de otro estilo sobre el verdadero corazón de la serie, podéis seguir leyendo. Sólo si vais al día.


"Brown Betty", aquel controvertido (y estupendo) capítulo que mezclaba el noir y el musical en la segunda temporada, presentaba a Olivia Dunham como uno de aquellos detectives clásicos de autores como Raymond Chandler; tipos que en teoría eran duros y cínicos que aceptaban casos que sabían que les iban a traer problemas porque, en el fondo, era unos románticos incurables, un poco marshmallow, que le decían a Verónica Mars. Aquel retrato de la agente Dunham se podría trasladar a toda la serie, más ahora que, con la ausencia forzosa de Peter, se han profundizado las relaciones entre algunos personajes que siempre han pivotado más en relación al joven Bishop que entre ellos. Tomemos por caso a Walter y Olivia. Justo en la misma segunda temporada, empezaba a formarse una muy interesante relación entre esas dos almas solitarias, forjada, paradójicamente, sobre los experimentos que Walter y Belly habían realizado sobre la pequeña Liv.

El viejo Bishop se sentía culpable por haberla tratado así en su momento y, a veces, se preocupaba por ella como si fuera la hija que nunca había tenido; Olivia, por su parte, guardaba cierto resentimiento hacia él pero no era capaz de odiarlo. Probablemente, su fragilidad mental y emocional le llegaban más de lo que habría querido admitir. Sin Peter (que, como nos confirmaron en el tercer capítulo, murió en el lago helado), ella es la única que puede darle a Walter cierto anclaje con el mundo real, aunque Walter vive casi todo el tiempo más dentro de su cabeza. Sus mutuas soledades los conectan de un modo que, si no fuera por esa "molesta" cuestión de la existencia-no existencia de Peter, casi anticiparía el afectuoso reencuentro futuro entre ambos que nos mostró el final de la tercera temporada.

No vamos a decir que Peter sobra, porque no es así, pero la nueva dinámica no sólo entre Walter y Olivia, sino también con Astrid (y la reciente incorporación de Lincoln) es mucho más interesante. En lugar de dar la sensación de que operaban más en dúos que en conjunto, ahora se aprecia un mayor trabajo de verdadero equipo, aunque parezca extraño; o, tal vez, es sólo que ver una mayor cercanía entre esos tres personajes le otorga mucha más humanidad a "Fringe", una serie que, la verdad sea dicha, siempre se ha movido más por la emoción que por el intelecto. Incluso sus monstruos están motivados por razones a veces bastante humanas, como la necesidad de conectar con alguien, de sentirse integrados o, simplemente, de sobrevivir (lo que la emparenta mucho más con "Expediente X" que el mero hecho de emplear asesinos cambiaformas de otra dimensión).

Va a ser muy interesante ver cómo vuelve Peter y cómo se integra en esta nueva dinámica. Si son coherentes con lo que han contado hasta ahora, ningún personaje sabe quién es, así que la asunción de su identidad no puede resultar sencilla. También me intriga mucho la relación entre las dos Olivias, que bien merecen un spin-off para ellas solas, y por dónde continuará todo una vez que Peter regrese (¿volverá Walternate a ser el villano?). De todos modos, pase lo que pase, la razón principal para continuar con esta cuarta temporada no son todas esas intrigas y amenazas interdimensionales de destrucción mutua asegurada; es ver cómo Walter y Olivia intentan aliviar la soledad de sus corazones.

10 octubre 2011

El soldado de Manchuria

"El mensajero del miedo" es uno de los mayores clásicos cinematográficos nacidos del clima de paranoia de la Guerra Fría. Basado en un libro, y con un remake en 2004, aquella película con Frank Sinatra y Janet Leigh seguía a un veterano de la guerra de Corea del que se suponía que los comunistas le habían lavado el cerebro durante el tiempo que estuvo prisionero, con la posibilidad de que fuera un agente encubierto de la URSS en pleno corazón de Estados Unidos (la siguiente cinta de John Frankenheimer fue otra gran historia de suspense y traiciones en el ejército, "Siete días de mayo").

Aunque está basada en una serie israelí que, al parecer, trata más la difícil reinserción en la sociedad de los soldados presos durante mucho tiempo por el enemigo, "Homeland" debe mucho a "The Manchurian candidate", que es el título original de la novela y de las películas, y que ha pasado al idioma inglés como sinónimo de una persona con influencia que, en realidad, es una marioneta controlada por un poder enemigo en la sombra. En el caso de la serie de Showtime, ese títere podría ser el sargento Nicholas Brody, rescatado de las garras de una célula de Al Qaeda en Bagdad tras ocho años prisionero. O Brody podría estar simplemente demasiado traumatizado para llevar una supuesta vida normal de vuelta en su casa de Washington.

La agente de la CIA Carrie Mathison cree que él es el traidor del que le avisó un antiguo contacto iraquí, pero Mathison tiene sus propios problemas y, por supuesto, probar que Brody, recibido como un héroe nacional, trabaja en realidad para el terrorista Abu Nazir no le va a resultar fácil. ¿Es simplemente una cuestión de percepción de Carrie, que ve demonios por todas partes? ¿O ella es la única que ve la verdad y, por eso, sus jefes se niegan a escucharla? "Homeland" se encuadra en esas historias de teorías conspiranoicas que tan agradecidas son para crear suspense y tensión, si saben hacerse bien, y en la que, como pasaba con "Rubicón", no podemos perdernos un solo detalle si queremos adelantarnos a lo que Carrie y Brody saben, o creen que saben. Será interesante comprobar cómo siguen las buenas líneas adelantadas en el piloto, manejado por cierto por una pareja de guionistas, Howard Gordon y Alex Gansa, que los fans de "Expediente X" aún recordamos con cierto afecto.

"Homeland", además, marca el inicio de la nueva etapa de Showtime con David Nevins al frente, una etapa en la que parece que se aleja de la transgresión por la mera transgresión y que opta por otras cosas. Esta serie en concreto puede funcionar porque, como ocurría con el cine que se hacía durante la Guerra Fría, toca los miedos de los estadounidenses a que un enemigo exterior que escapa a sus detectores lance un ataque contra ellos en su propio territorio, unos miedos que el 11-S demostró que no estaban ni enterrados, ni superados ni, a veces, manejados con tranquilidad. El temor al "síndrome Estrella de la Muerte", a que un único operativo hostil haga mucho más daño que un ataque a gran escala, motiva a una Carrie que es perfectamente consciente que son los descuidos los que facilitan la labor de los terroristas. ¿Pero pueden sus temores y su sentido de la responsabilidad llevarla a perseguir al hombre equivocado?

P.D. podcastero: "Homeland" es una de las series que tocamos en la nueva edición de "Yo disparé a J.R.", pero no la única, por supuesto. Tanto en el blog, como en Ivoox y en iTunes podéis conseguir este nuevo programa en el que, para que nuestra discusión sobre "Doctor Who" sea más completa, contamos con la participación de Alex de "Basura and TV". Éste es el menú de esta semana:

- 0': Nuevas comedias: "Suburgatory", "2 Broke Girls", "Whitney", "Up all night" y un nuevo vistazo a "New Girl".
- 32': "Homeland".
- 41': La sexta temporada de "Doctor Who".

09 octubre 2011

El purgatorio de Jenna y Tessa

Comedias de adolescentes con chicas demasiado inteligentes para su entorno hay muchas. Es un subgénero muy clásico siempre que se quiere hacer sátira del instituto y usar su statu quo social para comentar otras cosas sobre la sociedad en general; al fin y al cabo, las presiones sobre una chica de 16 años dan para mucho más que las que hay sobre los chicos. No es de extrañar que dos de las mejores comedias de estreno esta temporada justo sigan ese esquema y, además, demuestren que tener una protagonista bien elegida ya es tener más de la mitad del camino recorrida, como "Awkward" y "Suburgatory". Las dos series se parecen en más cosas aparte de acertar de pleno situando a Ashley Rickards y Jane Levy al frente de ellas; utilizan una voz en off que nos cuenta lo que piensan tanto Jenna como Tessa, las dos se sienten un poco peces fuera del agua (más la segunda, que se muda forzosamente de Manhattan a un Wisteria Lane del norte del estado de Nueva York), tienen unas némesis que las traen por la calle de la amargura y, por supuesto, moverse por el instituto y, en el caso de Tessa, por el barrio residencial sin caer en las "trampas" que les ponen a cada paso es bastante más complicado de lo que parece.

"Suburgatory" sólo lleva dos episodios, pero apunta maneras. Es cierto que la crítica a ese tipo de vida tan yanqui de los suburbs no es original, y no hay que irse de su cadena (ABC) para encontrar otros ejemplos como "Mujeres desesperadas". Pero si las cosas se hacen con seguridad y confianza, y con gracia, el factor de originalidad no importa tanto. Incluso teniendo algunos secundarios muy caricaturescos (aunque ver juntos a dos veteranos de "Saturday Night Live" como Ana Gasteyer y Chris Parnell nunca es una pérdida de tiempo), en "Suburgatory" tampoco fuerzan al límite el paralelismo entre el residencial y la "pesadilla placentera" que canta su sintonía. Y eso que resulta muy sencillo que muchos gags vengan por ese lado (de hecho, lo hacen). Por ahora, su sitio entre "The Middle" y "Modern Family" está bien aprovechado con una comedia prometedora.

Y en cuanto a "Awkward", muy probablemente ha sido uno de los mejores del estreno del verano, otra serie que, como "Suburgatory", tiene una "voz", una confianza en lo que es y lo que quiere contar, y que ha ido mostrando otras partes de sus personajes a lo largo de su primera temporada. Parte de madurar es darse cuenta de que la gente no siempre es como aparenta, y Jenna lo va descubriendo poco a poco en Matty y hasta en Sadie, esa animadora mala persona que siempre anima cualquier comedia adolescente que se precie. Los adultos se han mantenido todavía mucho en los arquetipos iniciales, pero esa voz de Jenna ha permitido que las situaciones incómodas de "Awkward" se vean divertidas y hasta, a veces, reales. Como diría Sadie, "you're welcome".

Música de la semana:  Como buena serie de MTV, "Awkward" tiene una banda sonora repleta de grupos emergentes en Estados Unidos y que todos los chicos cool conocen. Además, cada vez que suena una canción en la serie, su título y su grupo aparecen en la parte inferior de la pantalla, para que la promoción de las bandas se haga más efectiva. Uno de esos grupos era The Pains of Being Pure at Heart, aunque ellos no necesitan promoción, y la canción era "Heart in your heartbreak".

08 octubre 2011

Los mejores dramas en abierto

Esta semana, curiosamente, he dado con dos entradas que tocaban el mismo tema y sacaban prácticamente las mismas conclusiones, escritas con pocos días de diferencia y en países e idiomas diferentes. El principio de una nueva temporada televisiva en Estados Unidos suele prestarse a estas cosas, en especial porque, siempre que las networks estrenan dramas que intentan seguir algunas de las tendencias instauradas en el cable, surgen las inevitables comparaciones con esos títulos considerados por unanimidad como las mejores series actualmente en antena, como "Mad Men" y "Breaking Bad". Este año, además, la comparación aún era más obvia porque dos de los estrenos bebían directamente de la influencia de Don Draper y sus publicitarios de Madison Avenue (la ya cancelada "The Playboy Club" y "Pan Am"), y al final alguien tiene que acabar escribiendo un artículo que se pregunte si las networks se han olvidado de cómo hacer dramas interesantes y originales, como éste de "The Guardian". De hecho, su autor dice ya en el subtítulo que deberían dejar de preocuparse por copiar novedosas series de cable y centrarse en lo que ellas sabían hacer perfectamente no hace tanto tiempo.

¿Y eso qué es? Pues dramas como "Fringe" y "The good wife", títulos que tanto el artículo inglés como esta entrada de "El cine ha muerto" identifican como los dos mejores dramas en emisión ahora mismo en abierto en Estados Unidos, dos series ambiciosas, bien escritas, bien interpretadas, que no subestiman la inteligencia de sus espectadores y que no se olvidan que están en una cadena generalista en abierto y que tienen que llegar a un público más amplio (aunque, a estas alturas de "Fringe", eso ya no es tan cierto en su caso). Las dos empezaron usando una fachada de un género muy conocido para ubicar sus piezas (las series de abogados y los procedimentales con toques fantásticos), y aún emplean esas fachadas para que les sirvan de los andamios que sujetan tramas seriales de fondo llenas de dobleces y de implicaciones que trascienden sus géneros para, sin tener que explicitarlo a través de los diálogos, hablar de otros asuntos más trascendentales, valga la redundancia.

"The Guardian" recogía unas declaraciones de John Landgraff, presidente de FX, que decía que las networks se habían olvidado de programar el horario de las 10 de la noche, que es el hueco en el que se supone que ya no hay niños despiertos delante de la tele y se pueden hacer series más adultas. Curiosamente, tanto "The good wife" como "Fringe" se emiten esta temporada a las 9, pero una el domingo y la otra el viernes (y FOX siempre ha cedido esa hora a sus afiliadas locales), y han alcanzado un estatus dentro de sus cadenas y de cara a la crítica y el público que les permiten salirse con la suya en asuntos que podrían parecer triviales como el tratamiento de las escenas de sexo en la primera y el nivel de serialización y de conceptos de ciencia ficción que puede incluir la segunda.

Ambas, además, son muy conscientes de que, en televisión, hay que cuidar aún más de lo habitual a los personajes porque son la clave para su supervivencia a largo plazo, y gracias a eso han podido sobrevivir a tramas poco trabajadas o a un inicio con poca chispa. Ver a Alicia, Eli y Kalinda moverse por ese mundo de tiburones que es el sistema judicial de Chicago, y a Walter y Olivia navegar historias personales llenas de decepciones y traumas son, al menos para mí, razones mucho más poderosas para seguirlas semanalmente que averiguar si los dos universos chocarán o si Peter Florrick acabará siendo senador. Encontrarme estas dos entradas resaltando "The good wife" y "Fringe" aún me hizo más gracia porque este verano acabé hablando de ellas en la sección sobre blogs de "Cámara abierta 2.0", en La 2, un programa, por cierto, muy recomendable.

06 octubre 2011

Dos series en una

Una de las críticas negativas que a veces se hace a una serie, sobre todo cuando está todavía empezando y buscando su tono, es que algunos de sus responsables están en una serie diferente que el resto. No es exclusivo de la televisión, por supuesto; Alan Rickman en "Robin Hood, príncipe de los ladrones" está en una película distinta de la que ocupa Kevin Costner, y la suya es más divertida y mejor (a partir de aquí fue donde yo me hice fan total de este hombre). Entre los dramas de este año, Ioan Gruffud también parece estar haciendo una "Ringer" diferente de la que hace Sarah Michelle Gellar (en el piloto, más bien parece un "cada palo que aguante su vela"), pero pocos casos hay más claros esta temporada de esta bipolaridad que "Up all night".

En la serie de la NBC se mueven dos comedias; una es la que protagonizan Will Arnett y Christina Applegate en casa, intentando adaptarse al hecho de tener un bebé y, al mismo tiempo, buscando qué partes de sus vidas anteriores no tienen que abandonar en favor de Amy. La otra es la subtrama del talk show en el que trabaja el personaje de Applegate, una subtrama en la que la reina indiscutible es Maya Rudolph. Algunas críticas en Estados Unidos decían que la división es tan notable, que ambas tramas hasta funcionan en diferentes niveles de "realidad"; el lado familiar es un poco más realista, y el del show de Ava bebe más de "30 Rock". Por ahora, a mí me hacen gracia las dos, pero es cierto que una bipolaridad tan clara puede pesar en contra de la serie más adelante. O, a lo mejor, resulta ser su salvación, si tiene espectadores que la ven por una de las dos subtramas.

Es posible, como se apuntaba también tras el estreno del piloto, que a Rudolph le hayan dado más cancha para aprovechar el tirón del enorme éxito de "La boda de mi mejor amiga". Los críticos siempre se han preguntado por qué a esta actriz, que en su etapa en "Saturday Night Live" demostró tener talento y poder hacer bastantes cosas diferentes (además de cantar), no lograba dar el salto hacia papeles menos secundarios y menos monocromos, pero tal vez canibalizar desde dentro "Up all night" no sea la mejor maniobra. Entre un secundario con tirón y uno que se adueña del tinglado hay bastante espacio, y la situación siempre se puede reconducir. Pero ya os digo que yo no voy a quedarme sin mi show de Ava. ¡Crossover con "30 Rock" ya!

05 octubre 2011

Millones de risas

La NBC cambia de propietarios (de General Electric a Comcast), de presidente de entretenimiento (flamante fichaje de Robert Greenblatt desde Showtime), estrena una serie que genera controversia y polémica antes de su debut ("The Playboy Club"), lo que puede significar cierto interés por parte de la audiencia para ver de qué va todo eso... Y al final resulta que justo ésa es la primera serie nueva en ser cancelada de la temporada. Con sólo tres episodios, sus audiencias han hecho insostenible la táctica de la paciencia con las nuevas que Greenblatt había preconizado apenas una semana antes, y aunque la marcha de "The Playboy Club" no es tan espectacular como los fracasos de "Lone Star" y "My generation" el año pasado, sí ejemplifica un poco lo que parece ser la tendencia en el otoño televisivo de USAmerica: que los únicos estrenos que de verdad han sido un éxito son comedias.

Descontando los dramas de la CBS, que todos los años cuela un procedimental nuevo que funciona (esta vez parecen ser "Unforgettable" y "Person of interest"), los únicos éxitos de verdad entre los rookies son "2 Broke Girls" y "New Girl". Y los únicos estrenos que han funcionado de un modo relativamente decente para la NBC son "Up all night" y "Whitney". Lo de "New Girl" sí que es, de verdad, la historia del principio de la temporada, porque en los tres capítulos que lleva emitidos ha mejorado los datos de una "Glee" que ya no tiene margen de crecimiento en este aspecto, y que irá perdiendo poco a poco espectadores hasta estabilizarse (aunque debería andarse con ojo porque "NCIS" ya está superándola en la audiencia joven). Todas estas cosas se recogen en esta lista de 10 cosas que ha dejado el inicio de la temporada de "HitFix", que confirma que lo que parecía una anomalía hace tres temporadas con "Modern Family", se ha convertido definitivamente en la tendencia: la sitcom de 20 minutos ha tomado el relevo de los misterios corales y serializados en la agenda de las cadenas.

Y la CBS y FOX son los únicos canales que pueden respirar más o menos tranquilos. Mientras la NBC no encuentra el hilo que la saque del laberinto y la ABC se encuentra con que el estreno que parecía que de verdad iba a ser su tabla de salvación, "Pan Am", se deja por el camino el 28% de la audiencia del piloto en el segundo (aunque retuvo el 86% de los espectadores de "Mujeres desesperadas", y su futuro no es malo), la preocupación de las otras dos cadenas es ver quién gana las noches en los demográficos, no cuál de sus títulos ha sido superado por una telenovela de Univisión. Es cierto que la serie que debería ser el gran éxito de FOX, "Terra Nova" ha empezado con menos fuerza de la prevista, pero casi ha mantenido la misma audiencia en la segunda semana, lo que también le da esperanzas de sobrevivir. No hay modo de predecir con seguridad lo que cuajará entre la audiencia y lo que se hundirá, y lo único que se puede decir a priori es que calidad y audiencia no siempre van de la mano.

P.D.: Leí el otro día en "Infinite regress", el blog de Paul Levinson, que Nick Dalton en "The Playboy Club" se parecía físicamente a Booth y hablaba como Don Draper. Yo no podría haberlo definido mejor.

04 octubre 2011

Casi famosos (XL)

Qué bonito queda el número 40 en números romanos, ¿no? Todas esas entregas llevamos de esta pequeña sección sin más interés que lo que me divierte encontrar los trabajos anteriores a la fama de actores conocidos, más todavía si implicaban llevar las pintas o el maquillaje de algún secundario en "Xena, la princesa guerrera".

Aunque, si eres Mia Wasikowska, no te hace falta pagar ese peaje para empezar a darte a conocer, porque lo suyo fue saltar de su Australia natal a HBO y "En terapia". En la primera temporada de aquella serie, que seguía un particular modo de emisión para mostrar las sesiones del doctor Weston, la actriz deslumbró interpretando a una gimnasta con muchos problemas. Y antes de eso, participó en un curioso y recomendable corto de un enamoramiento adolescente en medio de un apocalipsis zombie, "I love Sarah Jane", co-escrito por David Michôd, director de "Animal Kingdom".

Una de las próximas películas que veremos en España de Wasikowska será "Jane Eyre", donde su partenaire es un actor que este año está por todas partes, Michael Fassbender. Descubierto en "Fish tank", y confirmado en "Malditos bastardos", Fassbender ya llevaba a sus espaldas un buen número de trabajos en televisión (con paso incluido por "Poirot"), y un papel casi de debut en "Hermanos de sangre", como el sargento Pat Christenson, verdadera cantera de actores en los últimos años. Oh, también salía en "300".

En la tercera semana de la nueva temporada de series en Estados Unidos, "Terra Nova" ha sido de los pocos estrenos que prácticamente ha mantenido la misma audiencia de su piloto al segundo episodio (de 9 millones ha pasado a 8), y uno de sus reclamos en el reparto es Stephen Lang, un veterano actor sobre todo de teatro, que se hizo muy famoso por su villano de "Avatar". Pero Lang lleva décadas interpretando todo tipo de papeles en cine y sobre las tablas, incluyendo ése que vemos en la foto, en la versión de "Muerte de un viajante" protagonizada por Dustin Hoffman.

Finalmente, si sales en una película de Peter Greenaway, no es raro que lo hagas con un vestuario peculiar. Es justo lo que le pasó a Alex Kingston en la que era su primera película, "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante". Justo es puntualizar que era un papel pequeño, pero semejante corpiño rojo no podía dejarse pasar. Ya sabéis que, para mí, Kingston será siempre la doctora Corday de "Urgencias".

03 octubre 2011

De doctores a mutantes

 A veces, la querencia de Steven Moffat por los puzzles y los misterios serializados le juega malas pasadas. Esta sexta temporada de "Doctor Who" ha seguido un poco el esquema de la quinta, todavía con el asunto del Silencio y el papel de Amy en todo esto de fondo, pero ha añadido otro par de rompecabezas a la mezcla y la resolución casi simultánea de todas esas cuestiones no ha estado a la altura. De hecho, cada vez sospecho más que a Moffat se le pasan cosas que habrían crucificado a Russell T. Davies. Si él se hubiera marcado un final de temporada tan repleto de cosas y tan a lo grande como "The wedding of River Song", le habrían caído unos cuantos palos, y con Moffat, en general, se es más benévolo porque es muy imaginativo planteando sus misterios (aunque luego no los resuelva del mejor modo. "Jekyll" es prueba de ello). Esta crítica de "Stay tuned" de ese último episodio es bastante certera en algunos de los puntos débiles de esta mayor serialización de "Doctor Who", y lo interesante es que el punto intermedio entre la búsqueda de la grandeza emocional de Davies y los puzzles y los monstruos inquietantes de Moffat sería donde la serie alcanzaría sus mejores momentos.

Esto no quiere decir que la serie esté "de bajón", porque no es cierto. La energía, la inventiva y el sentido de la aventura que continuan presidiéndola la convierten en una de las mejores experiencias televisivas que podemos encontrarnos actualmente. Matt Smith, además, ha demostrado que puede ser igualmente efectivo en las partes emocionales que en las más divertidas o en esos monólogos alocados consigo mismo, y el reforzamiento de la idea de que la relación del Doctor con sus acompañantes es mucho más compleja de lo que parece le da a la serie una interesante capa más adulta. Aún tardaremos casi un año en ver la séptima temporada y en comprobar si, como se insinúa al final de esta sexta, tendremos una escala reducida de las aventuras del Doctor, pero lo más interesante de esa entrega será su condición de preludio de un acontecimiento muy importante para la serie, que veremos en 2013: el 50º aniversario de su estreno.

Sin hacer demasiado ruido, "Alphas" ha terminado confirmando que ha sido uno de los estrenos más interesantes del verano. Con la clarísima inspiración de "X-Men", sus superhéroes sin traje se han embarcado en una historia de secretos gubernamentales, cerebros criminales con ínfulas de salvadores y los problemas personales que pueden acarrear esas habilidades sobrehumanas que ha resultado ser mejor de lo que podríamos pensar durante sus primeros episodios. No vamos a decir que pueden convertirse en los sucesores de "Battlestar Galactica" para Syfy porque ese es un estándar que les queda todavía muy lejos, pero "Alphas" no parece tener miedo a meterse en jardines de metáforas políticas y sociales, muy en la línea de la Patrulla X. Sus capítulos no se han adscrito a una fórmula determinada (no hemos tenido siempre un "alfa de la semana", y siempre se buscaba una vuelta de tuerca cuando los había) y lo que se ha cuidado más ha sido la dinámica entre el grupo de superhéroes que trabaja a las órdenes de un doctor Rosen que, hasta que no llegamos al final, está menos en control de la situación de lo que podríamos creer.

En Rosen se ejemplifica la inspiración en las obras del neurólogo Oliver Sacks que reconocía Zak Penn, uno de los creadores de la serie. Los libros de Sacks cuentan historias de pacientes con extraños trastornos neurológicos, gente que, de repente, no consigue reconocer caras porque no puede percibirlas como un todo y sólo ve fragmentos de ellas (los ojos, la boca o la nariz por separado), o personas que van perdiendo poco a poco la capacidad de hablar, pero siguen teniendo buenas aptitudes musicales. Al contrario que "Héroes", cuyo punto de partida para sus superhéroes eran mutaciones genéticas y poderes más grandes, en "Alphas" lo centran todo en el cerebro y en habilidades más realistas, como quien dice. Rosen empieza intentando estudiar a sus pacientes, más que trabajar con ellos para atrapar a otros alfas, y la temporada acaba prometiendo un interesante salto para la segunda entrega.

P.D. podcastero: Que sea lunes quiere decir que hay nueva edición de "Yo disparé a J.R.", todavía muy centrada en las estrenos de esta nueva temporada. En el blog y en la columna de la derecha podéis escuchar las charlas que tenemos Crítico en Serie y yo sobre este orden del día:

- 0': "The Playboy Club".
- 13': "Pan Am".
- 25': "Terra Nova".
- 41': El remake de "Prime Suspect".

También podéis conseguirlo en el feed y en iTunes.

02 octubre 2011

A la sombra de Jane Tennison

 Los remakes siempre suscitan dudas. ¿Para qué se quiere volver a rodar algo que, en su momento, ya tenía sus virtudes? ¿Qué se puede ganar con eso? El peso de la comparación con el original siempre está ahí, incluso aunque ése no sea demasiado conocido para el público al que va dirigida la nueva versión, y tanto si ésta es demasiado fiel como si separa mucho del material original, siempre se dirá que eso es un defecto. La nueva "Prime suspect" que ha estrenado la NBC está basada en una serie de miniseries británica que lanzó al estrellato definitivo a Helen Mirren (en España se la conoce como "Principal sospechoso"), pero tiene que limar algunas de las aristas del carácter de Jane Tennison si quiere tener posibilidades de sobrevivir en la televisión estadounidense. Tennison podía ser bastante hosca, seria, perseverante, honesta y directa y, al mismo tiempo, autodestructiva. Sus demonios personales la llevan al alcoholismo y hacen que su carácter aún se vaya haciendo más complicado con el transcurso de las siete miniseries que protagonizó en algo más de una década.

En Estados Unidos, hay dos policías que son los personajes principales de sus series y que están moldeadas siguiendo las líneas básicas de "Principal sospechoso". Una es Brenda Leigh Johnson en "The Closer", que también es perseverante y directa pero cuya personalidad no llega a ser tan árida como la de Tennison. La primera temporada de la serie de TNT incluye el entorno hostil con el que la división recibe a Johnson, pero en su caso es más porque es una recién llegada con "enchufe" con el jefe que por ser mujer, como es el caso en la serie británica. Sin embargo, Brenda tampoco pide perdón por ser cómo es y su táctica para ganarse el respeto de sus subordinados es demostrarles que es la mejor en su trabajo. Jane Timoney, en el piloto de la nueva "Prime suspect", ha de hacer frente al mismo sexismo que recibe a Tennison cuando se pone al frente de la investigación de un asesinato que estaba dirigiendo otro detective, muy respetado entre la división por ser "uno de los chicos", pero que no era demasiado competente.

Es verdad que ese machismo tan abierto era muy habitual en los 90, pero no tanto ahora, cuando ha evolucionado hacia algo más subrepticio y menos frontal. Los responsables del remake apuntan que van a reducirlo y que no va a ser tan descarado. Supongo que lo que veremos será más hostilidad hacia la nueva en el departamento, a la que algunos compañeros ven como una "invasora" de su reducido club, lo que puede ser más interesante que si fuera sólo machismo puro y duro (aunque también lo habrá). Maria Bello consigue que el retrato de Timoney sea un acierto desde el principio; ella tampoco pide disculpas por ser quien es y por ser buena en lo que hace, y está dispuesta a reclamar lo que siente que merece.

No obstante, lo que está claro es que la sombra de la que tiene que procurar salir no es la de Jane Tennison, sino la de Brenda Leigh Johnson.Al fin y al cabo, ella es mucho más conocida para el público estadounidense que su referente británico. De momento, esta "Prime suspect" se beneficia también de ese estilo de rodaje semidocumental marca de Peter Berg, el director de su piloto, y si le dejan espacio, puede cuajar en uno de los estrenos más consistentes del otoño. Sus audiencias no son muy buenas, así que cruzaremos los dedos.

Música de la semana: Con todo los comentarios sobre el anuncio de separación de R.E.M., era inevitable que se recordara la participación de algunas de sus canciones en series de televisión, especialmente en los 90. El caso más famoso es el de "Stand" en "Búscate la vida", pero también hubo quien se acordó del piloto de "Es mi vida" y su utilización de un clásico como "Everybody hurts", una canción de la que resultaba muy difícil escapar a mediados de los 90.

01 octubre 2011

Los malabarismos de "Terra Nova"

Uno de los principales problemas que suele sufrir un piloto de una serie es querer concentrar en 45 minutos todos los elementos que harán esa serie más adelante. En ese tiempo pretende presentar a los personajes, cual es la situación inicial de la que parte la serie y cuáles serán las líneas principales que se seguirán más adelante. El resultado, si no está bien manejado, es una cosa atropellada, que intenta mantener demasiadas bolas en el aire y lanzarnos un montón de cosas sin demasiado sentido para que tengamos siempre un montón de estímulos y parezca que el espectáculo es entretenido.

Si tal acumulación de presentaciones y tramas produce una sensación de agobio en sólo 45 minutos, en una hora y veinte acaba por dar impresión de que los responsables no saben muy bien por dónde ir, no tienen muy clara cuál es la principal línea de actuación y meten todas las posibles en el piloto. Luego ya decidirán qué es lo más interesante de todo eso. "Terra Nova" adolece justo de ese atropellamiento, esa impresión de que han decidido colocar una pieza encima de otra y de otra sin pararse a pensar mucho en qué quieren construir con ellas. Lo que no es un problema insuperable. Muchas series que tenían un piloto poco afortunado se recuperan más adelante, aunque para ello también hace falta que los personajes tengan más peso y no acaben devorados, en más de un sentido, por los dinosaurios de CGI y el espectacular escenario australiano donde se rueda la serie.

Lógicamente, tantos retrasos en su producción y su estreno y tanta expectación por verlo no podían llevar más que a una recepción poco entusiasta, a no ser que hubiera sido, como mínimo, "Parque Jurásico". Desde luego, se notan algunos detalles que delatan cortes en el episodio que provocan que la poca caracterización del matrimonio de Jim y Elizabeth Shannon aún sea menor, y los adolescentes ya apuntan, desde el primer momento en el que salen en pantalla, a ser dignos herederos de Kim Bauer, a la que no sé cómo alguno de los terroristas que la secuestraban constantemente en "24" no se dieron cuenta de que era un estorbo y de que lo mejor era quitarla de en medio.

Ni siquiera es justo para "Terra Nova" enumerar todas las referencias a películas y series de ciencia ficción que se notan en el piloto (aunque he de decir que más de una vez tuve un gran dejà vú a "Stargate"), y no se puede, desde luego, emitir un juicio razonable a partir de ese episodio. Entre la dinámica familar, las aventuras en ese nuevo mundo, la conspiración que se insinúa, los secretos de Taylor y los dinosaurios, hay demasiadas cosas que distraen de cómo puede ser la serie más adelante. ¿Potenciarán el lado familiar? ¿Le darán más importancia a esos secretos que están fuera del asentamiento? ¿A los Otros? No espero ningún comentario sobre cómo poner de nuevo en marcha una civilización y los problemas a todos los niveles que suscita, y en realidad me conformaría con que la tensión que logran en el ataque de los slashers a los vehículos se trasladara al resto del espectáculo. Ahí demuestran haber aprendido algo de lo bueno de "Parque Jurásico".