Como las nominaciones a los Emmy se harán públicas el próximo lunes, han empezado a proliferar más que intentos de adivinar qué nombres serán leídos por Joel McHale y Sofía Vergara, quinielas personales con las preferencias de cada uno para las diferentes categorías, un modo de reconocer series y actores que, muy probablemente, se queden fuera de las candidaturas oficiales. Porque, como ocurre con otros premios como los Oscars, en los Emmy la calidad de un potencial nominado no es suficiente, por sí sola, para garantizar su inclusión entre los que pueden soñar de verdad con ganar la estatuilla alada.
Si os pasáis por aquí desde hace algún tiempo, ya estaréis familiarizados con mi fascinación con los premios de Hollywood. No es tanto por la calidad de los premiados o que puedan de algún modo estampar sobre ellos cierto sello de aprobación, sino por las campañas de promoción que se montan para conseguirlos. El quid de la cuestión está ahí. Las de los Oscars son las más sobredimensionadas y en las que las malas artes están más a la orden del día, pero las relaciones públicas son cruciales en cualquiera, y los Emmy no se salvan de ello. Acaba contando más que una serie sea popular y haya tenido bastante tirón mediático (no tanto grandes audiencias), porque así es más probable que a los académicos les suene cuando les lleguen los packs de DVDs de las cadenas.
Hace algún tiempo comentamos que, como no se juzga todo el trabajo de una temporada sino capítulos escogidos (ya dijimos que los Emmy, paradójicamente, los da gente que en realidad no ve la televisión), hacer que una serie les suene a los académicos es muy importante para superar cualquier reticencia que puedan tener, aunque la alergia a la ciencia ficción es muchas veces demasiado fuerte incluso con series en su momento tan populares como "Expediente X" o "Star Trek: La nueva generación". Por mucho que las historias serializadas se lleven generalmente mejores críticas y tengan mejor prensa, están en este caso en franca desventaja frente a cosas más autoconclusivas, que pueden enviar episodios sin temor a que los académicos no vayan a saber qué está pasando ahí.
Las cadenas compran anuncios en los principales medios relacionados con la industria, se las ingenian para hacer packs de DVDs que sean, por lo menos, bonitos, los actores de las series se pasean por los talk shows... Si cuentas a tu favor con alguna inclusión previa en los Emmy, el camino es más fácil porque ya les suenas de algo a los votantes, y si la crítica está en pleno de tu lado, puede ser un arma interesante, pero no es la principal. Intentar adivinar los criterios sobre los que se basan los académicos para nominar unas series y unos actores e ignorar otros es tan difícil como poner de acuerdo a toda la blogosfera sobre el final de "Perdidos".
El concepto de "premios de televisión que otorgan gente que no ven la televisión" me encanta. Es tan surrealista y paródico que cuesta creer que sea verdad. Pero lo es.
ResponderEliminarY fuera de la fascinación por la promoción que existe en USA, lo que si que no me explico es como unos premios que se configuran de tal forma pueden llegar a tener la importancia que tienen los Emmy. Ganar uno es un gran escaparate para los agraciados pero... ¿qué merito real tiene ganar un Emmy?
Alex, muy poco, desde luego. A veces da un cierto empujón a las series que los ganan, como Mad Men en su segunda temporada, y también dan cierto prestigio y permiten que series que Arrested Development aguanten un poco más en la parrilla.
ResponderEliminarYo iba a decir lo que comenta Alex: es absolutamente lamentable y surrealista que den los premios gente que no ve series... De todos modos, lo peor que tienen los Emmy (por si éso no fuera malo), que supongo que también tiene que ver con lo primero, es que si no hay nada que esté teniendo mucha repercusión o prensa, pues se lo dan al del año anterior y así no se equivocan... lo que parece que no saben es que sí lo hacen. Cuando premian tres veces seguidas algo o alguien, suele ser injusto, pero bueno, alguna vez tienen suerte.
ResponderEliminarLo de la promoción me gusta porque así veo algún actor más importante en el show de Craig. Lo que ellos no saben es que allí no se va a promocionar nada XD
The Wire y otras tantas series que me gustan siempre estuvieron ignoradas por los Emmy, así que no suelo hacerles mucho caso, pero sí me parece curioso.
Da igual que con Craig Ferguson no se promocione nada, las risas están garantizadas, especialmente si no es la primera vez que van :)
ResponderEliminarCreo que las nominaciones son las más tardonas de la historia. Hace demasiado ya que hablamos de ellas. Sólo espero que The Good Wife arrase a la mejor serie dramática, mejor actriz y mejores secundarios. ¿Crees que lo merecería?
ResponderEliminar(Por campaña... la de Zach Gilford en facebook. Claro que tiene truco: quieren que gane en la categoría de 'guest star' en lugar de 'supporting', ya que solo aparece en cinco o seis episodios. Así que las posibilidades de que rasque una nominación suben como la espuma (a pesar de que sigue siendo una meta difícil difícil)).