
"The kids are all right" sigue a Nic y Jules, una pareja de lesbianas que llevan muchos años juntas y que tienen dos hijos adolescentes, concebidos gracias a una donación de esperma. Todo marcha bien en la rutina familiar o, mejor dicho, todo marcha según precisamente esa rutina que se instala en las parejas, y en las familias por extensión, al cabo de los años. La comodidad de lo conocido lleva a dar algunas cosas por sentado y, a veces, a olvidarse de que, como bien dice Jules en un momento de la película, esto es un maratón y como tal hay que prepararlo y trabajarlo. Y cuando los hijos empiezan a hacerse adultos, comienzan a preguntarse quiénes son y, por ejemplo, quién fue el donante de esperma que se convertiría en su padre biológico. Así entra en acción Paul, un hippie con el carisma de los que dejan simplemente la vida pasar y van entrando y saliendo de ella, sin decidir nunca cuándo asumir las riendas de ese convoy. Y, lógicamente, toda la rutina de la familia de Nic y Jules se verá puesta a prueba.
La cinta entra más en ese género puesto tan de moda por las series de Showtime, la dramedia, más que en las líneas de una comedia pura y dura. Es divertida, pero no para reírse a carcajadas y, por fortuna, no va por el lado a veces histriónico y exagerado de algunos de esos dramas de 20 minutos de esa cadena por cable. "The kids are all right" siempre se ve verosímil y natural, con unos personajes bastante coherentes, y su humor proviene directamente de ellos y de las situaciones que se encuentran en su día a día. A conseguir esto ayuda tener un reparto estupendo, con un Mark Ruffalo que derrocha encanto sin esfuerzo, unos Josh Hutcherson y Mia Wasikowska que componen unos adolescentes creíbles y comprensibles y, en el centro de todo, unas grandes Julianne Moore y Annette Bening. De hecho, es más Bening y su personaje, Nic, el verdadero centro de la película, con ese perfeccionismo que, casi sin que se dé cuenta, la va alejando poco a poco del resto de la familia.
Cholodenko consigue darle un tono bastante ligero y fluido (que permite que los momentos emocionales tengan más peso) y le regala a Bening un personaje que debería resarcirle del Oscar por "American beauty" que Hillary Swank le arrebató gracias a "Boy's don't cry". Pero veremos si llega tan lejos. Aquí no hay interpretaciones grandilocuentes ni grandes discursos, que es lo que suele llevarse en los Oscars, pero justo por eso funciona tan bien.
Música de la semana: Teniendo un personaje llamado Joni (por Joni Mitchell), y centrándose en un ambiente de clase media-alta californiana pero, al mismo tiempo, un poco hippie (o de ex hippies que ahora viven en un barrio residencial), hay bastante música un poco en esa línea, y de corte indie, en la película, que empieza con la inyección de optimismo de "Cousins", de Vampire Weekend.
5 comentarios:
Ostras, funciona... pero no sé hasta qué punto no estuve decepcionado. Quizá porque no llega a puntos tan emocionales como Pequeña Miss Sunshine (clásico contemporáneo de las dramedias) o porque las dos protagonistas no me pareció que radiaran. Teniendo en cuenta que muchos medios coronan a Bening ya casi con el Oscar, esperaba más de ella. Y ya sabes que no soy de la escuela del over-the-top.
Ahí han pesado las expectativas. Cuando se habla de candidatas al Oscar, siempre se exagera mucho, y es inevitable que veas las películas con ese prisma.
Qué injusto me parece que se hable tanto de ellas y tan poco de Ruffalo (qué pegadizo era su "Right on" que tanto dice al principio y luego ya deja de usar :/). Y a raíz de lo que dices es muy curioso que el mejor momento de Bening en la película sea el descubrimiento en el que no dice ni una palabra...
Y ya que estoy, a mi me ha gustado más The kids are all right que Little Miss Sunshine :)
Ya me gustó el trailer que vi hace un tiempecito, y este post me ha dado más ganas de verla.
¡Saludos!
La he visto esta tarde y me ha gustado mucho. De hecho, una cosa me ha quedado clara: tanto Bening, como Moore, como Ruffalo deberían ver recompensado su trabajo. El problema está en qué categorías colocar a las señoras sin Oscar.
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