30 junio 2014

Mis dobles y yo

Es curiosa la moda que ha surgido últimamente de tener dobles (ya sean clones o clásicos doppelgängers) protagonizando películas y series de todo tipo. En cine, por ejemplo, en el último año se ha estrenado “Enemy” de Dennis Villeneuve, “The double” de Richard Ayoade y “Mi otro yo” de Isabel Coixet ( y no hace falta que nos remontemos a “Inseparables”), y en televisión terminó hace muy poco la segunda temporada de “Orphan Black”, una serie cuyo fuerte está en lo bien retratados que están sus clones protagonistas (y no sólo porque Tatiana Maslany se encargue de darles vida). El recurso del “gemelo malvado” ha sido, durante mucho tiempo, un truco muy útil para las telenovelas para justificar todo tipo de acciones estrambóticas que no encajaban con el carácter de determinado personaje, y para la ciencia ficción era la excusa perfecta para enfrentar a sus protagonistas a otro recurso clásico, el del “mundo al revés”, en el que veían una versión maligna de sí mismos, la versión que los habría dominado si cierto evento no hubiera ocurrido de una manera en concreto.

Ese punto de partida, el de los hechos que derivan hacia otro camino distinto, es lo que nutre a las historias de mundos paralelos. En televisión, aparte de capítulos especiales de las diferentes series de “Star Trek”, el mejor ejemplo de eso ha sido “Fringe”, en la que los dobles de sus personajes eran las versiones existentes en el universo paralelo, en el Over There marcado por el intento de Walter de salvar a su hijo. El enfrentamiento entre ambas realidades, que tarda toda una temporada en hacer su gran entrada en la serie, es lo que le confiere la nota diferenciadora y el interés, sobre todo porque en ambos universos se pone un especial cuidado por construirlos y por hacernos llegar la humanidad de quienes los habitan.

Diferentes versiones hay también en “Battlestar Galactica”, pero esta es más la modalidad “cadena de montaje”. Estos cylones, modelos robóticos con apariencia humana, se acercan más a los clones, con la diferencia de que los clones se “fabrican” a partir de material genético humano. Su infiltración entre la población de las Doce Colonias lleva a que cada modelo, definido por un número y con unas características determinadas, vaya adquiriendo cualidades individuales que no comparten con nadie más. Caprica Seis es distinta de Gina, de una Seis genérica y de la Seis revolucionara que vemos en algún momento, y lo que las separa a unas de otras son las distintas experiencias que atraviesa cada una. En ese aspecto, los cylones y los clones de “Orphan Black” guardan puntos de contacto, aunque los segundos no son unas máquinas programadas para exterminar a sus creadores.

En el folklore alemán, la aparición de un doppelgänger era un augurio de muerte, y aunque todavía puede tener connotaciones ominosas en las obras audiovisuales, la tendencia, al menos en televisión, es a explorar las razones por las que esos dobles son diferentes. ¿Es una cuestión social? ¿De nacimiento? ¿Pueden uno y otro reconciliar los aspectos que los separan, muy evidentes aunque físicamente sean iguales? El empleo más típico de estos desdoblamientos está en un capítulo de “Doctor en Alaska” en el que Joel sueña con que llega a Cicely otra versión de él mucho más segura de sí misma y atrevida, una versión que, por ejemplo, no tiene las mismas contemplaciones que él a la hora de ligarse a Maggie O’Connell. El doble acaba representando las partes de nosotros que nos empeñamos en enterrar.

3 comentarios:

Liliana Fuchs dijo...

La aparición El Over There de Fringe y su desarrollo era de mis cosas favoritas de la serie :).
Doctor Who también ha tenido buenas tramas con mundos paralelos y "dobles" de varios personajes... La verdad es que es una temática de ciencia ficción que me suele gustar mucho, si está bien llevada.

(Spoilers de Continuum)

En Continuum podríamos hablar de dobles esta última temporada? Lo que es curioso es cómo los dos Alec pueden cambiar tanto habiendo sólo 1 semana de diferencia entre ellos, a partir de los diferentes sucesos que les ocurren en sus líneas temporales...

Un abrazo!

Nimrod dijo...

la guerra entre rojos y azules fue lo mejor de Fringe, su esencia, lo que marcó la diferencia con otras cosas que se habían hecho antes (como lo de Star Trek que citas), ya que nunca se había tomado esta temática tan en serio como en ese maravilloso arco de la segunda a la mitad de la tercera temporada.. y el inicio la decadencia de la serie fue olvidar esta trama y trivializarla (Bolivia era una asesina de inocentes que pasó sin solución de continuidad a ser una colega...). Continuum creo que, hoy por hoy, es la única sucesora q tiene Fringe, modesta en recursos pero dignísima en planteamientos y actores (excepto la protagonista, la actriz me parece lo más flojo de la serie). El reparto de secundarios es maravilloso, muchos de ellos viejos conmocidos de la sci-fi como el actor que hace de Kagane (el viejo Bra-tac de SG-1 o más recientemente Gepeto en OUAT), Sonya (Andrómeda, la serie sci-fi de "Hércules"...), Travis Verta (el principal villano alienígena de "El Elegido")y por supuesto tenemos al gran Fumador (Adan Sadler de viejo), en fin mítico....

Unknown dijo...

Lo de Continuum podría entrar, no me he acordado de que están un par de capítulos así.