El New York Times publicó este fin de semana un curioso reportaje sobre las razones por las que Alan Moore, el guionista del cómic "V de Vendetta", no quiere saber nada de la película, que se estrena en España a finales de este mes, protagonizada por Natalie Portman y Hugo Weaving y realizada por el mismo equipo que hizo la saga de "Matrix".
Al margen de si la adaptación al cine le parece buena o no, detrás de todo esto, que ha cristalizado en la negativa de Moore a que su nombre aparezca en los créditos de la película (sí que se mantiene el del ilustrador del libro, David Lloyd), subyace una pelea por los derechos con la editorial DC Comics, que el artículo explica bastante bien.
Por otro lado, ya que "V de Vendetta" se estrena en EE.UU. este viernes, han empezado a aparecer los inevitables reportajes en revistas como "Time" o "Newsweek" y en otros medios, todos incidiendo en que V, el protagonista, es un terrorista, y preguntándose si el mensaje de la película es equívoco, antiamericano, subversivo... También hay quien ha dicho que la película no es nada del otro mundo, otros que no se pronuncian sobre su calidad y otros que sólo se dedican a hablar del rapado que luce Natalie Portman en la película (y con el que apareció en el estreno de "La venganza de los Sith" en Cannes) y del corte a lo garçonne (perdón si no se escribe así) que lleva ahora.
Está claro que el filme no va a dejar indiferente a nadie, y también parece claro que en EE.UU. lo van a destrozar. ¿Cómo se puede no criticar una película cuyo héroe es un terrorista cruel que se enfrenta a unos malos totalmente estereotipados y también muy crueles? ¿Entenderemos mejor en Europa el anarquismo de V? Aquí no lo sabremos hasta el día 31, pero que va a haber polémica es lo único seguro (y que la peli puede ser un pestiño, también. Por Dios, que no sea como las secuelas de "Matrix"... Esto ya lo he dicho en alguna otra parte, ¿verdad?
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