28 febrero 2010

El cuento de Eros y Psique

Según la mitología griega, Psique era una hermosa princesa de la que Afrodita sentía gran envidia. Para liquidarla (así se las gastaban los dioses del Olimpo), mandó a Eros que la matara con una flecha oxidada, pero él se enamoró de ella y, sin que Psique supiera quién era, se la llevó a su palacio. Para mantener su relación en secreto, Eros la visitaba siempre de noche, en la oscuridad, y le hizo prometer que nunca intentaría saber quién ni cómo era. Pero Psique echaba de menos a sus hermanas, y Eros la dejó salir para visitarlas. Las hermanas, en el mejor estilo de las malas malísimas de "La Cenicienta", le llenan la cabeza de historias de que, si su amante le prohíbe verlo, es porque es un monstruo. La primera noche que Psique pasa de regreso en el palacio de Eros, enciende una lámpara de aceite para ver su rostro. Pero él se despierta, y deben separarse.

Aunque queramos saber todas las respuestas de un misterio muy atrayente y con gran capacidad de enganche, en cuanto se haga la luz sobre él dejara de poseer esa característica intrigante que le confería su atractivo. Con la sexta temporada de "Perdidos" (y ya desde la tercera), todo el mundo pide respuestas, soluciones, que les enseñen el sentido de todo el puzzle. Muchas veces hemos comentado ya que esta serie es más de preguntas que de respuestas, de disfrutar el camino más que de llegar al final, y a éste no debería dársele tanta importancia para evitar grandes decepciones. En la oscuridad, lo que imaginamos y lo que se nos insinúa siempre es más interesante que lo que vemos finalmente (y la complicada mitología de "Expediente X" es el ejemplo más claro de todo esto).

Por supuesto, es muy fácil decirlo, y muy complicado hacerlo, claro. Como ocurre en ese momento de "(500) días juntos", las expectativas y la realidad no suelen coincidir. Ya hemos dado muchas vueltas a este tema muchas veces, pero con el cierre de "Perdidos" acercándose rápidamente, el nivel de excitación, nerviosismo, decepción anticipada y exigencia no para de subir. Así no hay modo de pasarlo bien.

Música de la semana: Los Juegos Olímpicos de Vancouver se acaban hoy, aunque para algunas series aún quedan varias semanas de hiato. En recordatorio de los Juegos, nos quedaremos con "Gold medal", de The Donnas.

27 febrero 2010

La visión de cómo crece la hierba

Hace algún tiempo, nos preguntábamos por aquí qué tipo de crítica hacia una serie o una película era quejarse de que en ellas no pasaba nada. ¿Se refiere a que son muy lentas? ¿A que, como ocurría en "Campeones", necesitan tres episodios desde que el balón sale disparado desde el punto de penalty hasta que llega a la portería? ¿A qué los diálogos tienen más importancia que la acción? ¿A que no hay dos explosiones, tres persecuciones y un tiroteo cada diez minutos?

"Lost in translation" (a la que pertenece el fotograma de arriba) es un clásico objetivo de esas quejas. Cuando ganó, en 2004, el Oscar el mejor guión original (como premio de consolación por no llevarse otros que se merecía más, como mejor actor o mejor dirección), generó no pocas extrañezas porque, precisamente, lo que convierte a la película en lo que es no es el guión, sino los escenarios, las miradas y las cosas que no se dicen entre sus actores, justo el tipo de cosas por el que una película es despreciada porque en ella "no pasa nada". Pero, como ocurre en muchas ocasiones, esa apreciación depende del espectador.

Puede haber gente que se acerca a "The Wire" por primera vez y que le parece sumamente lenta y frustrante, y a otros, sin embargo, les parece que pasan muchas cosas en cada capítulo, daños colaterales ambos que te suelten en medio de la acción sin explicarte quiénes son los personajes ni a qué se dedican, dejando que lo averigües por tí mismo. El otro día vi una entrada de alguien que se acercaba por primera vez a "Urgencias", sobre la que se puede tener la concepción, dada por los más de 15 años transcurridos desde su debut, de que va a ser lenta y más parecida a "Anatomía de Grey" y "House", y nada más lejos de la realidad (aunque la primera no existiría sin ella).

Algunas historias requieren calma para contar las cosas, para mostrarnos cómo son los personajes, para imbuirnos de la atmósfera de la historia, y sólo así podemos apreciar en su justa medida el hecho que, eventualmente, ocurre por la conjunción de todas esas cosas. Ahora mismo, "Caprica" es el ejemplo perfecto. A algunos les puede parecer una genialidad. A otros, les aburrirá tanto como sentarse a ver crecer la hierba.

25 febrero 2010

A saltos

1.- El remake de "Principal sospechoso" se paraliza, por ahora, hasta junio. No encuentran a la actriz que interprete a Jane Tennison, que es la clave de todo el asunto, así que van a esperar. El caso es que a mí empezaba a gustarme la idea de Frances McDormand (sólo era un rumor). Creo que ya dijimos que la más adecuada ya interpreta a un trasunto del personaje de Helen Mirren en el cable, ¿no? Es Kyra Sedgwick y su Brenda Johnson de "The Closer" (sobre todo en la primera temporada).

2.- Últimamente, paso demasiado tiempo leyendo los comentarios de las páginas de cada capítulo de Subtítulos. No sé por qué, simplemente me fascina la insistencia y la paciencia de muchos colaboradores (que deben tener ya ganado su sitio en el cielo) en recordarle a la gente que no utilicen el traductor automático de Google y que, si no saben algo, lo pregunten. Es lo que pasa cuando prima más la rapidez, que suele haber fallos comprensibles, en su mayoría. Cuando los errores vienen en los subtítulos de las ediciones en DVD es cuando es imperdonable.

3.- Lo comentamos ayer por Twitter, pero merece la pena recordarlo: el programa que Craig Ferguson hizo hace dos días sin público en el plató, y sólo con Stephen Fry como invitado fue estupendo. Se hace un poco raro no oír el griterío de la audiencia, aunque también es un alivio, y comentan un montón de cosas interesantes, incluyendos sus respectivos pasados de abuso de drogas y alcohol. Aquí podéis ver el inicio de la conversación y, aquí, el monólogo en el que explica por qué ha decidido hacerlo. Para comparar, éste es el principio del programa del día anterior.

4.- Finalmente, cómo Canal+ está empezando a promocionar "The Pacific" (que estrenan el 15 de marzo, creo que sólo un día después del debut en la HBO), os dejo un trailer que, de repente, me ha traído cierto aire de "La delgada línea roja". Los frentes europeo y del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial fueron bastante diferentes, así que en esas diferencias intrínsecas supongo que se encontrara lo que separe esta miniserie de "Hermanos de sangre" (que si no habéis visto, os recomiendo otra vez encarecidamente).

24 febrero 2010

Temporada de pilotos

Como bien explican en este post de "Al final de la escapada", entre enero y abril, la industria televisiva de USAmerica se encuentra inmersa en la temporada de pilotos, los meses en los que las ideas de series que se les presentaron meses antes, y de las que eligieron unas cuantas, empiezan a tomar forma con la escritura del guión y el rodaje del episodio. En algunos casos, el proceso es bastante rápido (creo que el piloto de "Perdidos" empezó a rodarse en apenas tres meses desde que les dieron luz verde, y "Glee" tardó un menos de un año en emitirse en televisión desde que los guionistas propusieron su idea al estudio), y en otros puede enternizarse y dar un montón de vueltas.

No se sabrá qué series salen adelante hasta los upfronts de mayo, pero algunos expertos se atreven a adelantar las tendencias de la nueva temporada basándose sólo en los guiones que van a transformarse en pilotos en estos meses (y que luego pueden abandonarse si a la cadena no le gusta lo que ve). En "The Wrap" se tiran a la piscina y apuntan, por ejemplo, que parece que se impone el regreso de pesos pesados de la ficción estadounidense. La NBC tiene en cartera proyectos de J.J. Abrams (la famosa "Undercovers" y su matrimonio de espías) y David E. Kelley (después de que el año pasado no se quedaran con "Legally mad"); en Fox, Greg García ("Me llamo Earl") desarrolla una comedia familiar llamada "Keep hope alive"; Amy Sherman-Palladino vuelve a The CW con un drama protagonizado por una familia que cría caballos en Wyoming, y los creadores de "Will & Grace", David Kohan y Max Mutchnik, adaptarán para la CBS el perfil de Twitter "Shit my dad says", que desde que ha fichado a William Shatner se ha convertido en uno de los pilotos más seguidos.

También parece que los 70 van a pegar fuerte, y no sólo por los remakes de "The Rockford files" (responsabilidad de David Shore) o "Hawaii 5-0", sino porque habrá algún que otro título ambientado en esa época. Por supuesto, no hay que olvidarse de la fiebre de las nuevas versiones, con "Nikita" y "Principal sospechoso" como dos de sus víctimas, además de las citadas más arriba. Y los superhéroes no se pasan de moda. Todo el mundo ha dado gran relevancia al fichaje de Michael Chiklis por "No ordinary family", en la ABC, que se describe como una versión en imagen real de "Los Increíbles" (a ver quién es el primero que saca a colación "Los protegidos"), y parece que Las Vegas vuelve a ser el escenario de un par de pilotos, y también las esferas políticas de Washington, a pesar de que el año pasado The CW no se quedara con "Body politic".

Y lo que ataca con fuerza son las comeedias románticas de todo tipo y condición. Se apuntan al género Josh Schwartz, Carter Bays y Craig Thomas (creadores de "Cómo conocí a vuestra madre", con lo que ya tienen experiencia) y los fans de Amanda en "Ugly Betty" podrían tener la ocasión de seguir viendo a la estupenda Becki Newton en televisión si la NBC se queda con "Love bites" (que tiene detrás a algunos productores de "Love actually"). Hay, por supuesto, una pléyade de proyectos con agentes de la ley (Katee Sackhoff lo intenta de nuevo en uno en la ABC, después de que "Lost & found" se quedara sin sitio en la NBC) y parece que varias comedias que quieren continuar la herencia de "Arrested development", incluyendo una de sus creadores con Will Arnett, aún sin título.

De todo esto, seguramente sólo una docena de series pasarán el corte (da la sensación de que "Rex is not your lawyer", con David Tennant, no va a ser de las elegidas, porque la NBC no está muy convencida y él va a participar en un drama de cuatro capítulos sobre un viudo con hijos en la BBC), y no hay que olvidarse de lo que el cable tenga por ahí, que no sólo es "Juego de tronos" en la HBO.

P.D.: "Expediente X" sí pasó del piloto, evidentemente. En esta web tienen más capturas de ese capítulo.

23 febrero 2010

Los 'gleeks', las 'cheerios' y Journey

Fox y Antena.Neox empiezan en marzo a emitir "Glee". Sí, esa serie de la que todo el mundo habla pero que no te termina de convencer o para cuyo visionado has preferido esperar a que empiece a emitirse en España. No es que la promoción esté siendo abrumadora (ni llega al 1% de lo que montó Fox para su estreno en EE.UU.), pero las dos cadenas están empezando a anunciarla y a organizar pases de prensa, juntamente con "Modern family".

Creo que ya hemos hablado con anterioridad de lo difícil que es "venderle" la serie a quien nunca ha oído hablar de ella (la "paradoja de Verónica Mars", se llama esto), y lo difícil que es discernir si en España tiene posibilidades reales de éxito ("Chica de la tele" habla hoy un poco sobre ello). Pero como en breve empezará a aparecer por todas partes (hasta ahora, su presencia fuera de los círculos telefrikis no es muy amplia), y yo tengo mono de ella hasta que vuelva a la parrilla estadounidense el 9 de abril, vamos a repasar algunas cosas por las que "Glee" merece la pena, y que hay que tener en cuenta si nos decidimos a verla.

1. Las canciones: Al seguir las evoluciones del coro de un instituto, lógicamente es una serie musical. Sin embargo, los números se restringen a los ensayos o las actuaciones del grupo en un 90% de las ocasiones. Las canciones, eso sí, son todas carne de Los 40 Principales (o de las recopilaciones de éxitos que se venden "sólo para oyentes de esta radio"), algunas mejor escogidas que otras, y cuando se adentran en territorio Broadway, suelen acertar de pleno. Y no hay quien se las saque de la cabeza.

2. Es una rara avis: No hay ninguna serie como "Glee" en la programación actual estadounidense, y no sólo porque sea una comedia musical. Hay que ver algún capítulo para poder darse cuenta, no es fácil describirlo.

3. Un humor peculiar: Los que hayan visto otras series de su creador, Ryan Murphy ("Popular" y "Nip/Tuck"), estarán más acostumbrados a su tono y su sentido del humor, un poco peculiar y con unas gotas de mala leche que le aportan un toque extra. Está todo personificado en la gran Sue Sylvester y sus sentencias políticamente incorrectas, que darían pavor si no fueran tan sumamente divertidas.

4. Sin expectativas y sin spoilers: La mejor manera de ver "Glee" es hacerlo sin esperar prácticamente nada, más que pasar un rato entretenido delante del televisor. Ahora mismo, son los 42 minutos que transcurren más veloces de la televisión yanqui. Y tambien es recomendable no saber ni siquiera las canciones que se van a cantar en cada capítulo. Algunas es preferible que nos sorprendan (esto es difícil de conseguir, lo sé).

5. ¿VOS o doblada?: No seré yo quien os diga cómo tenéis que ver las series, pero si me permitís que me ponga las gafas de pasta, es preferible la versión original si disponéis de esa opción. Personajes como Sue, Kurt, Rachel, Mercedes, Emma y hasta Quinn son en gran parte lo que son por cómo utilizan sus voces sus intérpretes. Si algo nos enseñó el doblaje español de "Verónica Mars" es la manera de cargarse toda una serie al elegir mal la voz de su protagonista. Eso sí, descuidad que parece que, en la versión doblada, las canciones no lo estarán. Como si pudieran doblar a Lea Michele o a Amber Riley. O a Chris Colfer.

La serie no es perfecta y tiene sus fallos (los secundarios están poco desarrollados y, como debían temer que los iban a cancelar en el quinto capítulo, pasan más cosas en un solo episodio que en toda una temporada de "24"), pero casi siempre logra que tengas una sonrisa tontorrona en la cara viéndola. Si no recuerdo mal, el 3 de marzo empieza en Fox y allá por el 15 lo hará en Neox.

P.D.: Bien, vale, vamos a explicar el título de la entrada. Los gleeks son los fans de "Glee", las cheerios son las animadoras a las que entrena Sue, y Journey es un grupo que aporta una canción importante al final del episodio piloto (la "favorita" de Tony Soprano).

P.D. 2, modo experto: "Glee" lleva ya un par de meses emitiéndose en el Reino Unido, lo que quiere decir que "The Guardian" tiene su correspondiente blog diseccionando cada episodio. Su responsable es Anna Pickard, que se superó a sí misma con las hilarantes reviews de "FlashForward", y aunque con "Glee" no alcanza ese nivel, merece la pena echarle un vistazo. Éste es el comentario del capítulo octavo, "Mash-up".

22 febrero 2010

Cuestión de orgullo

ALERTA SPOILERS: La cuarta temporada de fútbol americano en "Friday Night Lights" se ha terminado. Aún nos quedará una quinta antes de despedirnos definitivamente de Dillon (Texas) pero, si no habéis visto el "derby felino" de la ciudad, mejor es que no sigáis leyendo.

Cuando empezó esta cuarta temporada, ya imaginábamos que el entrenador Taylor y su mujer iban a pasarlo mal en sus respectivos puestos, y que el gran clímax de estos 13 episodios sería el partido entre los poderosos y arrogantes Panthers de West Dillon y los humildes y balbuceantes Lions de East Dillon. El cierre de la temporada ha sido, efectivamente, el derby entre ambos equipos, precedido por supuesto de todas las tonterías (y actos vandálicos de muy mal gusto) que suelen hacerse y decirse en esas rivalidades territoriales. El partido es la catarsis en la que confluyen las tramas de varios de los personajes, desde los añadidos como Vince, Jess y Luke a los que ya conocemos, como Landry o, por supuesto, los Taylor.

Con el transcurso de las temporadas, Eric, Tami y Julie se han ido adueñando del centro de la serie. El matrimonio fue el ancla que nos salvó durante una segunda temporada que tanto guionistas como fans parecemos haber llegado al acuerdo tácito de que nunca existió, y a partir de la tercera entrega concentró gran parte de la fuerza dramática y emocional del show. Curiosamente, la subtrama de Tami con el embarazo y consiguiente aborto de Becky (una de las formas más realistas que se han visto de tratar este tema en la televisión estadounidense), la ha llevado a seguir un arco similar al que Eric atravesó al final de la tercera temporada, cuando ve las maniobras de Joe McCoy para sustituirlo como entrenador de los Panthers. Al igual que su marido, Tami también opta por mantenerse fiel a sus principios antes que comprometerse con una solución que, en realidad, tampoco arregla nada, y así acaba en East Dillon High como orientadora, dando carpetazo a la conexión de las tramas con el lado occidental del pueblo.

Ha habido varias despedidas agridulces de personajes que nos han acompañado desde el piloto de la serie, y aunque Saracen tuvo que atravesar el duro trance de perder a su padre (grandes esos dos episodios), al final se marcha a Chicago y acaba más o menos bien con Julie y con Landry (también vendría un spinoff con Landry y Matt en Windy City, la verdad). En cuanto a Riggins (otro que ayudó mucho a pasar la travesía del desierto de aquella segunda temporada), su sacrificio por su familia es una muestra de su gran evolución desde el principio, pasando de la estrella deportiva del instituto que va de fiesta en fiesta a un tipo decente, de pocas palabras, pero dispuesto a actuar por las personas que quiere. Su destino es un bajonazo, desde luego, pero si alguien tenía que sacrificarse en la serie, no podía ser otro que Riggins.

Su marcha deja el campo más libre para que veamos en más detalle a los nuevos, unos personajes que, aunque han sufrido de unas tramas que tocaban tangencialmente muchos temas, dejando muchos flecos sueltos que habría estado bien ver un poco más. Vince y Becky (que ha evolucionado de un modo muy interesante) son los que más se han desarrollado, y Jess y Luke han dejado detalles de que pueden crecer mucho en la temporada final. A pesar de ese esfuerzo por tocar demasiadas cosas en sólo 13 capítulos, esta cuarta temporada de "Friday Night Lights" ha mantenido un gran nivel, seguramente beneficiada de la seguridad que da saber que tienen otra temporada por delante para cerrar tus historias.

¿Y cómo acaba el derby entre Panthers y Lions? Pues con la victoria por sorpresa de los segundos, para darnos un rayo de esperanza en medio de varias tramas que, si no, habrían sido demasiado deprimentes. ¿Que a lo mejor no es muy creíble? A lo mejor no, pero no sería la primera vez que un equipo en construcción al que no se da ninguna oportunidad se apoya en su orgullo y su rabia para ganar a los grandes favoritos, demasiado acomodados y confiados en sus posibilidades. Cuando das el partido por ganado antes de que empiece, es muy probable que lo acabes perdiendo.

21 febrero 2010

Yo soy Cantona

Hay algunos deportistas que eligen la interpretación como camino profesional cuando se retiran del deporte, o que incluso hacen sus pinitos en el cine mientras aún compiten. El lanzador de peso Manolo Martínez, por ejemplo, participó hace poco en "Estigmas" y será el gigante Goliat en la película que, por fin, se va a rodar del Capitán Trueno. Los baloncestistas Ray Allen y Kevin Garnett protagonizaron, respectivamente, una cinta de Spike Lee ("Una mala jugada") y una película para televisión llamada "Rebound" (Garnett hacía de Wilt Chamberlain), y Michael Jordan se interpretó a sí mismo en "Space Jam". Entre los futbolistas, Vinnie Jones, famoso cuando jugaba por formar parte de la defensa del Wimbledon, quizás la más dura y rompepiernas del fútbol inglés, se ha reconvertido a los papeles de matón en títulos de acción, pero aunque ya lleva unas cuantas películas en su haber, el caso es que está un escalón por debajo de otra estrella de la Premier de los 90 que ahora se dedica al cine: Eric Cantona.

El ex futbolista francés, delantero centro del Manchester United y una de las grandes figuras de ese equipo, ocupa una parte importante de "Buscando a Eric", la última película de Ken Loach, una comedia realmente divertida y optimista sobre un cartero de Manchester (también de nombre Eric) para el que el "fantasma" de Cantona se convierte en una especie de life coach que le ayuda a dar la vuelta a una vida deprimente y desastrosa. Ya sé que "comedia" y "Loach" son dos palabras que parecen no casar bien, pero en este caso no es así. La cinta, además, aprovecha para criticar a las grandes corporaciones y millonarios que se han adueñado del fútbol, privando a sus verdaderos fans de su disfrute más auténtico, y nos muestra a un Cantona realmente gracioso (ya en "La alegría está en el campo" está muy simpático). Hasta se permite reírse de una surrealista rueda de prensa que dio justo después de aquella patada que le asestó a un hincha del Crystal Palace, en 1995, que le acarreó una suspensión de nueve meses.

Paradójicamente, el fútbol no es tan cinematográfico como otros deportes, caso del baloncesto, el fútbol americano y hasta el atletismo. Las películas no acaban de reflejar la imprevisibilidad de un partido, la emoción de los hinchas o la épica de algunas grandes ocasiones. "Evasión o victoria" no fue un buen momento en la historia de las cintas futboleras, aunque últimamente ha habido algunas que, aunque trataran el deporte tangencialmente, sí eran destacables y tuvieron bastante éxito, tipo "Quiero ser como Beckham", "Fuera de juego" o "The damned United" (hasta en "El secreto de sus ojos" el fútbol juega un importante papel). "Buscando a Eric" no va a cambiar eso, pero se pasa un rato muy entretenido viéndola.

Música de la semana: Esta tarde he visto en Antena 3 el primer anuncio de "Glee", próximamente en Neox (y el 3 de marzo en Fox España), parte de éste que Fox emitió en otoño. Para ir calentando motores de cara al desembarco de los gleeks en nuestro país, nos vamos a quedar con la que, como muy bien dicen por aquí, ha sido seguramente "la" canción de la primera parte de la serie, "Don't rain on my parade". Os reto a que intentéis sacárosla de la cabeza.

20 febrero 2010

La educación de Carey

En el Festival de Sundance del año pasado, una de las películas que empezó a generar más buenas vibraciones fue "An education". Basada en las memorias de una periodista inglesa, Lynn Barber, con guión del novelista Nick Hornby y dirigida por la danesa Lone Scherfig (que empezó con cintas dentro del Dogma '95, como "Italiano para principiantes"), cuenta la historia de una adolescente de 16 años con una vida muy convencional a las afueras de Londres, justo antes de que la ciudad se convirtiera en la Swinging London de los 60, que conoce a un encantador hombre mucho mayor que ella, que abre sus miras a algo más que la preparación para entrar en la universidad de Oxford.

Es una película de líneas clásicas, más de sutilezas y detalles que de grandes fuegos artificiales, y con un reparto que funciona a la perfección, desde un estupendo Alfred Molina como el padre de Jenny, a unas geniales Emma Thompson y, sobre todo, Olivia Williams como profesoras, a un Peter Sarsgaard que consigue que, aunque su personaje tiene dobleces y claroscuros, comprendamos perfectamente porqué Jenny se deja llevar por él. Y, con mucha razón, casi todos los premios de interpretación de este año han ido a parar a Carey Mulligan (hasta que Sandra Bullock irrumpió en los Globos de Oro), porque lleva el peso de la película sin esfuerzo y hace perfectamente creíble no sólo la colegiala que sueña con París del principio de la película, sino también la chica que es al final.

Pero Mulligan tiene un serio inconveniente de cara a los Oscars, donde está nominada como mejor actriz. Ya no sólo es que sea una actriz inglesa de apenas 24 años y totalmente desconocida fuera de la televisión británica (y de los fans de "Doctor Who"; yo aún quiero que vuelva su Sally Sparrow), sino que su interpretación es sutil y poco espectacular, o flashy, que dirían los anglos. A mí me parece mucho más efectiva que algo más histriónico, en plan "fijaos, estoy actuando", pero de cara a los premios eso es un hándicap. Por lo poco que he visto de "The blind side", entre promos y trailers, parece que Bullock tiene a su disposición un par de esas escenas que, nada más verlas, ya sabes que son carne de highlight en los Oscars, y qué queréis que os diga, en esas escenas es tan del estilo de "Erin Brockovich", que no dudo ni por un momento que va a ganar en marzo en el Kodak Theatre (la propia Williams habla en esta entrevista sobre la necesidad de interpretaciones más minimalistas, en las que se vea menos "el subtexto").

"An education", por cierto, tiene además una banda sonora estupenda, y una ambientación y una atmósfera muy logradas. No es la típica película que se estila últimamente para ganar un Oscar, pero merece mucho la pena. Y me suena que ya hemos hablado de esto, pero si tenéis curiosidad por ver algún trabajo anterior de Mulligan (que tiene un algo especial en cámara), además de "Blink", claro, también está "Bleak House" y la divertida adaptación de "La abadía de Northanger".

18 febrero 2010

El escocés loco de la CBS

Hace unos días, el diario "Los Ángeles Times" publicaba un perfil sobre Craig Ferguson y su "Late, late show" en la CBS. Lo traía a colación después de la fea pelea por el late night en la NBC, propiciada por la cancelación de "The Jay Leno show" a las 22, y que acabó con Conan O'Brien marchándose de la cadena, y lo situaba como, quizás, el late show más diferente de todos porque nunca sabes qué te vas a encontrar en él. Sus recursos y su presupuesto son menores que los de los programas de las 23:30 (que son los importantes), por lo que sus invitados no suelen ser los A listers que pueden ir al programa de David Letterman o a "The Tonight Show", y a la hora a la que va él, a las 00:35, puede permitirse hacer literalmente el idiota todo lo que quiera.

Cuando la huelga de guionistas de 2008, los late shows fueron los primeros que regresaron a la parrilla, sin sus escritores. Esa circunstancia favoreció, por ejemplo, mucho a Conan O'Brien (entonces todavía a las 00:35), que hizo programas enteros sobre nada (como "Seinfeld") que, sin embargo, resultaban refrescantes y graciosos. Sólo él podía convertir en divertido el intento de batir el récord del mundo de giro de una alianza de boda sobre una mesa (tal cual lo leéis) o una alocada visita al edificio de la NBC en Nueva York. Aquellas locuras impredecibles, obligadas por la falta de unos guionistas que estaban en huelga, se ven semana tras semana guionizadas en el show de Ferguson. Éste es distinto ya desde el monólogo, en el que Craig juguetea con la cámara, se mueve de un lado a otro, sufre digresiones en medio de una frase y no es raro que, de vez en cuando, lo presente Wavey el alligator (que hasta entrevistó a Kristen Bell en el programa número 1.000), una de las muchas marionetas que pasan por el programa.

Los sketches son unas idas de olla importantes, pero donde Ferguson es realmente diferente y mucho más divertido que el resto de presentadores es en las entrevistas. Me suena que ya hemos comentado esto, pero nunca está mal recordarlo. Quienes pasan por esos sillones casi nunca acaban hablando de lo que han ido a promocionar, y los que entran en el juego de Craig (que suele hacer muchas bromas a costa de la CBS y de él mismo y su pasado) dejan algunos momentos realmente graciosos. En este vídeo se resumen algunos grandes momentos de esas entrevistas (todos con mujeres, por cierto), aunque se dejan fuera a la reina (o sea, Lauren Graham) o las cachondas entrevistas que acaba haciendo siempre que van David Boreanaz y Emily Deschanel (los fans de "Bones" están haciendo lobby para que vayan los dos juntos).

17 febrero 2010

Qué he hecho yo para merecer esto

Curiosamente, la entrada de ayer sobre los "robaseries" contenía unos cuantos ejemplos de actores que, por mucho que se esfuercen, no logran caer en ninguna serie que pase de la segunda temporada. Son los series-killers, aquéllos cuyo toque es el inverso al del rey Midas y no sólo no convierten lo que tocan en oro, sino que les acompaña un gafe que lo lleva al siniestro total. Algunos no merecen tamaña maldición, mientras otros deberían tomar nota y retirarse del negocio, y a otros cuantos casi se les podría aplicar el sambenito de "veneno para la taquilla" que los estudios de Hollywood endosaron a Katharine Hepburn a finales de los 30. Alex O'Loughlin (que en breve lucirá torso junto a Jennifer López en la película "El plan B") está opositando firmemente a arrebatar el título de series-killer de nuevo cuño a gente como Nathan Fillion (que parece haberse asentado con "Castle", después de los tortazos de "Firefly" y "Drive"). Primero le cancelan "Moonlight", luego aburre a todo el mundo en "Three Rivers" (otra al hoyo) y, para el año que viene, la CBS le dará una tercera oportunidad en el remake de "Hawaii 5-0" con Daniel Dae-Kim (que tiene en su haber, por cierto, la cancelación de "Crusade").

O'Loughlin aún tiene camino que recorrer para alcanzar a Christopher Gorham, que entre "Jake 2.0" (creada por Silvio Horta, como "Ugly Betty"), "Medical Investigation" (con otro gafe como Neal McDonough) y "Out of practice" (donde hubo otra conjunción de "malditos", esta vez con Paula Marshall post-"Cupid") está a esto de ser coronado el actor con peor suerte de la parrilla estadounidense actual. Si Chi McBride se lo permite, porque este buen hombre ha paseado su pinta de Charles Barkley de la televisión por "Killer Instinct" (que debía ser tan mala, que el propio McBride la rebautizó más tarde a un hilarante "Kill it, it stinks"), "The Nine" y "Pushing daisies". Él se lo toma con mucho humor. Me imagino que tampoco le quedará más remedio a Fran Kranz que tomarse así las dos cancelaciones consecutivas de "Welcome to The Captain" y "Dollhouse" (aunque ésta llegara a la segunda temporada), y lo cierto es que Eliza Dushku tampoco tuvo mucha suerte con "Tru Calling".

Nikolaj Coster-Waldau debe estar rezando todo lo que sepa porque la adaptación de la HBO de "Juego de tronos" aguante (a pesar de que la esperanza de vida de los personajes en esa saga no sea muy larga, que digamos), porque pasó del castañazo de "New Amsterdam" (que tenía sus fieles seguidores, aunque pocos) al prometedor pero fallido intento de "Virtuality", pero él puede decir que sólo son dos "telesinatos" en su haber, y no el carrerón de Bradley Cooper, que antes de estar de moda sufrió las cancelaciones de "Kitchen confidential", "Jack & Bobby" o "Miss Match" (que también tenía sus fans), o dos "alumnos" de Aaron Sorkin como Sarah Paulson ("Studio 60", la nueva "Cupid", "Jack & Jill") y Josh Charles ("Sports night", "Six degrees"), que de momento parece haber roto su gafe con "The good wife".

Hay más series killers de lo que parece a simple vista (la gente que ha pasado por series de Joss Whedon o "Twin Peaks" tiene a sus espaldas, generalmente, una buena lista de proyectos fallidos), y no todos son malos actores, no. Hay algunos por lo que merece la pena tragarse los mayores bodrios de la historia. Pero si sólo caen en ese tipo de series, o en otras que no logran hacerse un hueco con la audiencia, es difícil que cambien su suerte.

16 febrero 2010

Cinco "robaseries" con gancho

Reconozco que, por seguir viendo a Chi McBride poner esas caras, soy capaz de tragarme toda la primera temporada de "Human target" (que no pasa de entretenidilla), y porque sigo echando de menos "Pushing daisies" y aquel dúo genial de Emerson y Olive. Es una razón peregrina para ver una serie, cierto, pero es igualmente válida que una trama con gancho o grandes chistes, y es una por la que yo suelo guiarme más a menudo de lo que creo. Un buen personaje (y un buen actor) justifican para mí ver algo que, a lo mejor, de otro modo ni tendría en mi lista de pendientes. Aprovechando además esta entrada en ¡Vaya Tele! (fin del autospam), esto que sigue son cinco personajes que se adueñan de la serie y se convierten en una importante razón para verla (intentaré no incluir los típicos, como Barney en "Cómo conocí a vuestra madre", y sólo serán de series en emisión). ¿Tenéis vuestra lista particular?


Kalinda ("The good wife")
: Casi no sabemos nada de ella, más que es la Ivanova particular de Stern, Lockhart & Gardner; cínica, atenta a todo y muy eficiente. El misterio que acompaña muchas facetas de su vida ayuda mucho a que sea un personaje muy interesante, pero sus caras de póker, sus borderías y su capacidad para salir siempre con alguna frase ingeniosa no se deben olvidar.



Walter ("Fringe"): Nuestro científico loco favorito, que cada vez ocupa más el centro de las tramas de la serie. Tiene tantas caras diferentes, que resulta siempre curioso por lo menos, y aunque la de genio arrogante la hemos visto poco, ésa da bastante mal rollo. Su lado vulnerable, expuesto por los años de internamiento en el psiquiátrico, hacen que simpaticemos con él cuando se descubren sus experimentos en Olivia, incluso aunque entonces no tuviera corazón. Y ese lado de Celestina entre Peter y Olivia es adorable.



Cameron ("Modern family"):La competencia con Manny por ser el mejor personaje de la serie es dura, pero el enorme (en todos los sentidos) novio de Mitchell aún es mi preferido. Su vena de "reina del drama", su necesidad de ayudar siempre a todo el mundo, su pasado como el payaso Fizbo, sus sentencias ("Meryl Streep podría ser Batman y seguiría siendo la mejor opción"), sus caras ante los traumas de Mitchell... Lo de Cameron no tiene precio.



Sue Sylvester ("Glee"): Aquí tengo el dilema de no incluir a Kurt pero, ¿cómo dejar fuera a esa máquina de borderías, esa villana tan divertida y tan necesaria en una serie como ésta?: los chándals retro de Adidas, sus "tácticas motivacionales" con las animadoras, sus maquinaciones para cargarse el coro y destruir a Will Schuester, esas caras de "te estoy perdonando la vida" y, por supuesto, las mayores salvajadas que pueden escucharse en la tele en abierto estadounidense ahora mismo (podrían ser peores, sí. No retéis a Sue). Estoy deseando oírla cantar (Jane Lynch canta muy bien, por cierto).


Richard Castle ("Castle"): Llamar "robaseries" al protagonista de una es un poco paradójico, pero si no es por él, ¿de qué iba a estar yo viendo esta serie, aunque a todas las de policías tenga que darle un pase? Su entusiasmo casi infantil al enfrentarse a los casos, su gusto por las buenas historias (rocambolescas, sí, pero que molen) y su relación con su madre y su hija me divierten todavía mucho, y tampoco hace daño que vaya tirando de encanto personal para salirse con la suya. ¿Beckett? ¿Quién es Beckett?

15 febrero 2010

La política de los premios

Las campañas de promoción más de elecciones a la Casa Blanca no se estilan en los Goya, donde Daniel Monzón y "Celda 211" se llevaron por delante a "Ágora" (que ganó casi todos los premios técnicos,más el de guión). Director, película, actor (Luis Tosar, evidentemente), actor revelación (Alberto Amman) y actriz secundaria (Marta Etura), entre otros, hicieron buenos todos los pronósticos que daban al thriller carcelario como gran favorito. Aparte de las buenas críticas a la gala, conducida por Andreu Buenafuente (y con aparición especial de Pocoyó), y el espectacular 26,4% de cuota de pantalla que hizo, lo más sorprendente fue ver por primera vez juntos en un acto de estas características a Javier Bardem y Penélope Cruz y, claro, ver a Pedro Almodóvar regresando a la gala después de sus desencuentros con la Academia ("Tenéis un presidente muy pesado", bromeó sobre la insistencia de Álex de la Iglesia para que volviera a los Goya).

Por supuesto, estos premios tampoco se libran de su cuota de peculiaridades. Que Lola Dueñas (mejor actriz por "Yo, también"), Raúl Arévalo (actor secundario por "Gordos") o "El secreto de sus ojos" (mejor película hispanoamericana) ganaran era normal, pero lo realmente curioso es el Goya a la mejor actriz revelación a Soledad Villamil. No porque ella no lo merezca, porque está sensacional en la cinta de Campanella, sino porque ella no es una "revelación", sino una veterana con una carrera más que decente detrás. En esta categoría se supone que deberían entrar más debutantes, no gente ya experimentada que trabaja por primera vez en una producción española. Por esa regla de tres, hasta Rachel Weisz podría haber estado nominada este año a mejor actriz revelación. Es una de esas cosas extrañas que suceden en los Goya (pero repito que el reconocimiento a Villamil y a la película están muy merecidos).
Los Oscars, por supuesto, ya son otro tema. La promoción es casi más importante de cara a que te den el premio que la calidad de tu trabajo o de la película en cuestión (lo que no deja de ser una cuestión subjetiva), y muchos galardones se acaban entregando porque un actor se pone de moda y aparece por todas partes en la temporada de premios o porque una película se beneficia de su publicación en DVD para mandarlos sin restricciones a los académicos (ésa es una de las razones por las que "Crash" ganó hace unos años). El favoritismo de Sandra Bullock este año es una buena piedra de toque de todo esto. Su personaje secundario en "Crash" empezó a hacer que su percepción desde algunos círculos cambiara ligeramente (en plan "esta chica sabe actuar fuera de las comedias románticas"), este año ha encadenado unos cuantos taquillazos y, justo en diciembre, en plena awards season, estrena "'The blind side"', una historia de superación personal, basada en hechos reales, que siempre tiene gran acogida entre público y académicos. Bullock interpreta a una madre con acento del sur dispuesta a lo que sea por ayudar a su "hijo adoptivo", y seguro que tiene un par de escenas de las que son carne para los highlights de las ceremonias de premios.

Sandy, como se la conoce coloquialmente, suele ser divertida y simpática en las entrevistas de promoción y tiene muy buena imagen entre el público, así que si logra un papel con posibilidades de Oscar y con mucho buzz desde su estreno, no es raro que, como hemos comentado alguna que otra vez, vaya directa a repetir lo de Julia Roberts con "Erin Brockovich". Carey Mulligan podrá estar muy bien en "An education", pero es una actriz inglesa a la que nadie conoce, y que resulta mucho más tímida y seria en las entrevistas. De momento, con ser la critics darling de la temporada tiene que conformarse. Aparte del caso de Bullock, algo que también es habitual en los Oscars es que buenos actores que han sido nominados varias veces por trabajos muy notables, pero que siempre han perdido, se vean premiados por un papel algo menor, pero que cala más entre el público y los votantes, o cuya promoción simplemente tiene más éxito. Jeff Bridges puede verse favorecido por esta circunstancia del mismo modo que Kate Winslet lo hizo el año pasado con "The reader".

14 febrero 2010

Conversaciones en Prados Soleados

1.- Es inevitable que, si volvemos a ver series con ya algunos años a sus espaldas, éstas acaben pagando el peaje del tiempo transcurrido. Las series con efectos especiales, por ejemplo, suelen verse visualmente viejas (eso le pasa a "Babylon 5", que no sólo "sufre" ser de mediados de los 90, sino también haber contado en su momento con un presupuesto bastante bajo), y otras directamente se ven pasadas de moda en las situaciones, los chistes y en las actuaciones. Aunque el vestuario delata que es de los 80, nada de lo anterior le ocurre a "Las chicas de oro". Las tres primeras temporadas (creo que hasta la cuarta) están editadas en DVD en España, y lo cierto es que los chistes siguen igual de vigentes e igual de tronchantes que entonces. También pesa lo suyo que las cuatro actrices eran expertas en el manejo del timing de la comedia y tenían experiencia en el formato (Beatrice Arthur protagonizó "Maud" en los 70, com Rue McClanahan, y Betty White era la vecina de Mary Tyler Moore en "La chica de la tele"), y se conocían todos los trucos. Así, las historias de Saint Olaf, los ligues de Blanche o las borderías de Sophia nunca se ven anticuadas, sino tan divertidas como entonces. Es el primer paso para convertirse en un clásico.

2.- "House" está ya en la sexta temporada, con lo que es normal que busquen salirse de su fórmula habitual más a menudo (y concederle a Hugh Laurie un poco de descanso aquí y allá). Tuvimos un capítulo doble, homenaje a "Alguien voló sobre el nido del cuco", centrado en House para empezar la temporada, luego se marcaron otro con Wilson de protagonista (y un amigo suyo enfermo de cáncer) y ahora han dedicado otro episodio al tercer personaje que les faltaba, Cuddy. "5 to 9" nos muestra en día en el Princeton Plainsboro no desde el punto de vista de House o su equipo de diagnóstico, o del paciente que intentan salvar, sino desde el de la directora, intentando negociar un nuevo contrato con una compañía de seguros médicos que les envía a la mayoría de sus pacientes, a la vez que debe lidiar con todos los problemas que se le presentan diariamente, muchos de ellos derivados, precisamente, de las acciones de House. Ellos tres son las patas sobre las que asienta "House" (yo no he echado de menos al equipo de diagnóstico) y capítulos como éste lo demuestra claramente, además de mostrar que Cuddy nunca ha estado bien aprovechada. Ahora, Lucas no acaba de encajar bien en todo esto. Y si Cuddy no os parece ni siquiera un poquito interesante (o los tejemanejes monetarios que dirijen la sanidad estadounidense), es probable que este episodio os aburra.

3.- Parece que el nuevo truco narrativo de "Perdidos" nos tiene a todos un poco, valga la redundancia, perdidos (si queréis considerar esto un spoiler, vosotros mismos). Yo también necesito clarificarme, así que vamos a repasar de qué va eso de la "realidad alternativa", ¿de acuerdo? Esa otra línea temporal que vemos en 2004, en la que el avión no se estrella, no es la misma con la que empezamos la serie. La explosión de la bomba crea una línea temporal alternativa que es parecida a la del 2004, pero sólo parecida (la isla está sumergida, por ejemplo). Por ahora, tanto Jack como Kate y, en menor medida, Claire, parecen recordar cosas que, en teoría, no han pasado en esa línea (sí lo han hecho en la principal de 2007, en la que el avión se estrelló). Aparte de acabar como "Galáctica", empiezo a sospechar que "Perdidos" tendrá un final similar al de la versión original de "Life on Mars". Pero tendremos que esperar (y esto sí es un spoiler, pero grande ver a Claire a lo Rousseau).

4.- Sólo un breve comentario sobre "30 Rock"; el sueño de Liz en el que Jack y ella estaban casados y ella daba a luz a un gato de dibujos animados. Ya está.

Música de la semana: "Life unexpected" sigue más o menos en la misma línea en la que Lux, Baze y Cate se decepcionan unos a otros, se perdonan y vuelven a intentarlo, y la buena dinámica del reparto "vende" todo el show. Como no podía faltar en esa herencia de The WB que tiene, la serie cuenta con una canción pegadiza en los títulos de crédito, "Beautiful tree", de Rain Perry, que justo hace referencia al árbol familiar.

12 febrero 2010

La quiniela de Zoltar

Con el futuro de algunas series, ni el Tarot de los Ángeles puede predecir con seguridad si será brillante o más negro que el carbón. En plena midseason (y con parón obligado por los Juegos Olímpicos de Vancouver para algunos títulos), no es raro que empiecen a circular especulaciones, rumores y quinielas sobre las series con más posibilidades de volver la temporada que viene, o las que han sido arrojadas a los leones sin esperanzas de sobrevivir. Kyra ha hecho su propia quiniela-porra y pide nuestra colaboración sobre las posibilidades de renovación de aquellos títulos que parecen estar "en la burbuja", para ver si nuestras mentes colectivas aciertan más que Rappel, Aramís Fuster y el resto de participantes de "El castillo de las mentes prodigiosas".

ABC: "Cinco hermanos" y "Castle" (que últimamente está aguantando bastante bien en audiencia) vuelven el próximo otoño seguro. Con "V" tendremos que esperar a que regrese en marzo de su hiato, pero hay optimismo, mientras lo de "FlashForward" es una incógnita (aunque tanto baile de showrunner no augura nada bueno). Las malas críticas y peores audiencias de "The deep end" y "The forgotten" hablan por sí solas.

CBS: De las opciones que da Kyra, coincido en que el combo de los viernes ("Entre fantasmas" y "Medium") seguirá dominando su noche el próximo otoño, y "Accidentally on purpose" no ha desentonado en audiencia con sus compañeras del lunes. Sí parece que "Numb3rs" está asomándose a su final (el año pasado se libró por poco de acompañar a "Sin rastro").

The CW: Interesantes dudas se plantean aquí. "Smallville" y "Sobrenatural" son prácticamente renovaciones seguras, y probablemente también "90210". Lo de "One Tree Hill" no lo tengo tan claro, pero la supervivencia de esta serie, últimamente siempre con la guadaña encima, es digna de mención. Por ahora, los números de "Life unexpected" son decentes, por lo que parece que aguantará, pero a "Melrose Place" no la salva ya ni un regreso por sorpresa de Marcia Cross y sus habilidades para la fabricación de explosivos.

FOX: Los críticos afirman que "24" debería acabar ya, pero parece que sigue funcionando bien. Con "Fringe" a lo mejor hay dudas (¿cómo volverá en abril de su hiato?), pero creo que tendrá tercera temporada (eso sí, igual no en jueves). Lo de "Human Target" no lo tengo muy claro, porque no parece que vaya a tener mejor audiencia que, por ejemplo, "Lie to me", cuyo largo parón sin fecha de regreso (aunque se habla de finales de la primavera) no es una buena señal. "Past life" se acaba de estrenar, pero si críticas y audiencia van de la mano, se larga al hoyo de cabeza.

NBC: El 30 de Rockefeller Plaza es terreno abonado para los sorpresas. "Héroes" se arrastra por la parrilla de tal modo, que en buena lógica no debería volver, pero nunca se sabe. Aunque el fin del experimento de Jay Leno ha llevado a que "Trauma" y "Mercy" aún aguanten en la parrilla, es casi seguro que serán canceladas, y con "Community" y "Chuck" no lo veo claro. La primera tiene buenas opciones de continuar el año que viene (buenas demográficas y buenas críticas), pero la segunda lleva dos años viviendo casi de prestado como para aspirar a una cuarta temporada. ¿Podrá estirar tanto su suerte?

P.D.: Si no sabéis quién es Zoltar (ni habéis visto "Big"), es que no habéis tenido infancia :)

11 febrero 2010

La hora de House y Wilson

Cuando llevamos ya muchas temporadas siguiendo una serie (más de cinco, por ejemplo), suele ocurrir que llega un punto en el que ya no nos gusta tanto como al principio. Puede ser que la serie haya sufrido un bajón o que lo que haya cambiado sea nuestra percepción sobre ella, pero nuestra relación ya no volverá a ser la misma. No es un secreto que, desde la quinta temporada, algo así me está pasando con "House". El nuevo equipo de diagnóstico y, sobre todo, la pareja Foreman-Trece (de la que lo mejor era su mote, Foreteen) representó para mí un paso atrás, una caída hacia historias poco interesantes y más convencionales de lo que nos tenían acostumbrados, además de unos paralelismos entre médicos y pacientes tan explícitos, que hasta parecía que nos estaban pegando con el obelisco de Obélix en la cabeza, diciéndonos "¡fíjate que sus problemas vitales son exactamente iguales!"

Sin embargo, en todo esto ha habido siempre algo que me ha hecho volver semana a semana, y ése era el dúo House-Wilson (y cuando funciona bien, también el trío con Cuddy). Una de las razones por las que me enganché desde el principio era por lo mucho que me reía con el médico borde (las caras de Hugh Laurie son un poema, y su imitación exageradísima de Poirot hace dos semanas podría haber formado parte de un sketch de "A bit of Fry and Laurie"). Esa circunstancia no se ha perdido y, desde que los dos amigos además comparten piso, aún se ha acentuado más. De hecho, en alguna ocasión da la sensación de que House y Wilson están en su propio spinoff dentro de la serie, uno en el que se hacen pasar por gays para ligar con su nueva vecina, se gastan bromas pesadas e intercambian todo tipo de puyas y chistes.

Un crítico yanqui decía al principio de la sexta temporada, cuando House deja inicialmente la medicina y prueba, por ejemplo, a dedicarse a la cocina, que no le importaría ver una comedia sólo con House y Wilson (también decía que se apuntaba ya mismo a una sitcom con los hermanos Riggins de "Friday Night Lights", algo que secundo). La relación entre ambos siempre ha ocupado una parte muy importante tanto de la serie como del retrato de House. Si Cuddy es ese camino vital que nunca se atrevió a tomar (por ahora), Wilson es una oportunidad de seguir siendo una persona más o menos cuerda y normal, de no cortar por completo sus lazos con el resto de la humanidad y que en su vida haya algo más que amagos de lupus y diagnósticos de enfermedades de las que se dan en uno de cada 10.000 pacientes.

Ignoro cuánto tiempo más le queda a "House". A Fox le funciona mejor que bien, atrayendo a buena parte de la audiencia joven del lunes por la noche y plantando cara al combo de la CBS de "Dos hombres y medio"-"The Big Bang theory". Teniendo en cuenta que los dilemas éticos y morales del tratamiento de los pacientes han dejado de importarme, si continúan explotando su lado humorístico (que parece que están fomentando cada vez más), yo seguiré en su barco.

10 febrero 2010

Las rubias "frías" de Hitchcock

Entre las fijaciones personales de Alfred Hitchcock que se trasladaban a su cine figuraba cierto tipo de mujeres rubias, las que él decía que tenían un aspecto exterior de institutriz recta, fría y distante, pero que ocultaban un volcán en su interior. Hitch las convertía en objetos de deseo misteriosos y casi inalcanzables, capaces de hacer derrapar el camino vital de los protagonistas masculinos prácticamente sólo con el alzamiento de una ceja, lo que las hacía también ser unas grandes femme fatalle, una figura del género negro que, bien armada, resulta memorable.

Para Hitchcock, hubo tres que destacaron por encima de todas las demás. La primera fue Ingrid Bergman (sensacional en "Encadenados" y hasta en el lío psicodramático y daliniano de "Recuerda", que yo encuentro fascinante), que no la original; ésa podríamos decir que Madeleine Carroll durante su etapa británica en "Los 39 escalones" o "Alarma en el expreso". Tras ella viene la que el director consideraba su favorita, Grace Kelly (que justo conoció al príncipe Rainiero no recuerdo si durante el rodaje o en la presentación de "Atrapa a un ladrón" en Mónaco), que además aportaba elegancia y hacía una gran pareja con Cary Grant, y por último está Tippi Hedren, con la que tuvo la relación más tormentosa fuera de los platós. Se dice que "torturaba" psicológicamente a Hedren y, desde luego, entre "Los pájaros" y "Marnie, la ladrona" debe ser de las que peor lo pasa en pantalla. Estas tres son las que se consideran las mejores, pero hubo algunas otras realmente memorables.

Una fue Eva Marie-Saint, derrochando encanto y química con Cary Grant en "Con la muerte en los talones" (con la elipsis sexual más explícita que yo recuerdo haber visto, junto a los fuegos artificiales de "Atrapa a un ladrón"), otra fue Kim Novak volviendo loco a James Stewart en "Vértigo", y en "Psicosis" tenemos brevemente a Janet Leigh y a otra que podría haber entrado en esta categoría, Vera Miles. Al parecer, era la favorita de Hitchcock después de "perder" a Grace Kelly por su conversión en la princesa Gracia de Mónaco, pero Miles no pudo participar en "Vértigo" por retrasos en el rodaje y quedarse embarazada, y sólo rodaría con el director inglés "Psicosis", dos años más tarde.

Así que ya sabéis, había tres cosas que nunca (o casi nunca) faltaban en una película de Hitch: una rubia misteriosa, un cameo del director y algún macguffin.

P.D.: Twitter sigue siendo una buena fuente de inspiración. La culpa de esto la tiene cierto comentario de @davidcalaveras sobre unas fotos de Anna Torv para "Esquire".

09 febrero 2010

Chutes de adrenalina

Si hay una película favorita para la próxima edición de los premios Goya, que se entregan el domingo, es "Celda 211" (de un Daniel Monzón al que yo recuerdo de crítico en "Días de cine" hace mucho tiempo, no me acuerdo si cuando lo presentaba Aitana Sánchez-Gijón). La tensión que consigue ese motín carcelario en el que sus impulsores no tienen nada que perder es realmente encomiable, sobre todo porque no llega a decaer en ningún momento. La brutalidad, las ansias de revancha presentes en los dos lados y las implicaciones políticas y sociales de la trama se van hilvanando sin descanso, pero todo queda ensombrecido por Malamadre, ese gran personaje que exuda fuerza, peligro, ira y arrogancia, y que es el mejor personaje que ha hecho Luis Tosar hasta la fecha.

Aunque la evolución de Juan, el funcionario que se queda atrapado en medio del motín, es la que mueve la acción, lo que se queda es ese bastardo planificándolo todo, procurando que nadie socave su autoridad, confiando en otro personaje memorable como el Apache (Carlos Bardem está también estupendo, como todo el resto del reparto. ¿Por qué no le darán a Resines más papeles de malo, o pseudo-malo?). Entre la fuerza de Malamadre y la que da el escenario cerrado de la cárcel, "Celda 211" transcurre en un suspiro por caminos que, aunque puedes ver algunos venir, siguen teniendo gran eficacia.

El manejo de la tensión y la acción ha sido siempre uno de los fuertes de Kathryn Bigelow, que además ha contado en varias ocasiones con personajes principales adictos a las emociones fuertes que pueden proporcionar actividades delictivas como robar bancos ("Le llaman Bodhi") o drogas futuristas en forma de los recuerdos de otras personas ("Días extraños"). En "En tierra hostil", su protagonista está enganchado directamente a la guerra, al subidón de adrenalina que le produce desactivar bombas o perseguir insurgentes por las calles de Bagdad. Porque en realidad, aunque esté ambientada en la guerra de Irak, la película es un retrato del sargento James, un tipo que puede dar más miedo que un pobre tipo al que han encadenado a un chaleco bomba. La vida que deja atrás, en los Estados Unidos, para no él no es vida, no es su hogar. Ése está en Oriente Medio, rodeado de bombas a punto de estallar.

Esta adicción a la guerra, pero reflejada en periodistas, se ve también en "Territorio comanche" (si mis neuronas no fallan, creo que es más notable en el libro de Arturo Pérez Reverte que en la película, que tampoco está mal). Como nota curiosa de "En tierra hostil", hay un par de cameos realmente curiosos que no voy a decir para no estropear la diversión de quienes no hayáis visto la película, porque es mejor si te llevas la sorpresa al verlos, sobre todo el de un viejo conocido de Bigelow. Me da la sensación que el Oscar al mejor director tiene ya dueño (más aún después de sus victorias en los premios de la DGA y la PGA), y "Avatar" se ha encontrado una durísima competidora en su camino por ganar el premio gordo en el Kodak Theatre, especialmente por la repercusión que "En tierra hostil" ha alcanzado.

08 febrero 2010

El brillo de la supernova

Con la excusa del final de temporada de "Héroes" (que casi seguro acabará siendo el de la serie, que además Tim Kring parece apuntarse a la moda de las realidades alternativas con "III") y la cancelación de "Ugly Betty" en cuanto acabe su cuarta temporada, Alan Sepinwall ha hecho hoy un recopilatorio muy útil de lo que podríamos llamar "series supernova": aquéllas que se estrenan con un brillo muy luminoso que supera el de toda la competencia (incluyendo premios, nominaciones y portadas de medios serios), pero que se apaga de repente al cabo de poco tiempo. Queman todos sus cartuchos con demasiada rapidez y pierden el favor del público, y de los críticos, con la misma celeridad. Son, también, el mejor escarmiento en cabeza ajena de "Glee", que tiene que tener mucho cuidado de no seguir su mismo destino (la pobre "FlashForward" ni siquiera ha podido alcanzar la categoría de supernova).

Entre las series que Sepinwall figura "Twin Peaks", con una primera temporada de ocho capítulos que revolucionó por completo la televisión estadounidense (y una segunda en la que la caída desde la cima fue mayúscula, aunque ayudó a cimentar su estatus de título de culto); "Ally Mc Beal", que tuvo dos temporadas en las que su personaje principal llegó a aparecer en la portada de "Time" con el titular "¿Ha muerto el feminismo? (hasta ese punto llegó su fama); el trío de series adolescentes "Dawson crece", "Felicity" y "The OC" y hasta "Luz de luna" y "Corrupción de Miami", que vivieron una lenta decadencia de sus momentos iniciales de gloria, eso sí (los rumores de porqué David y Maddie tardaron tanto en liarse apuntan a que Bruce Willis y Cybill Shepherd se llevaban a matar. Debían ser la pareja con más química peor avenida desde Warren Beatty y Faye Dunaway en "Bonnie & Clyde").

"Prison Break" también podría entrar en la lista, porque vivió una primera temporada rutilante que enganchó a muchísima gente, convirtiéndose en la serie de la que todo el mundo hablaba en el otoño de 2005, pero el cambio de escenario en su segunda temporada derrumbó el castillo de naipes con apenas un soplido. Hasta en España tenemos ejemplo de esto, porque no me diréis que la primera temporada de "Motivos personales" no fue un exitazo. Hasta que los psicotrópicos de la sala de guionistas empezaron a surtir mucho efecto. Muchas series que debutan arrasando se asoman siempre al precipicio y corren el riesgo de quedarse sin aliento antes del final del maratón. Algunas no están pensadas para durar tanto y se quedan sin ideas. Otras fueron aupadas por la novedad, por un concepto original que, en ese momento, no se había visto en televisión, y dejan de interesar en cuanto se pierde esa novedad, y sus responsables no saben continuar bien sus tramas.

Las supernovas dejan tras de sí los llamados remanentes, nebulosas formadas por la acción de la onda expansiva de la explosión en sus alrededores, y que sí permanecen más tiempo, como restos fósiles de lo que una vez fue una estrella. ¿Podrán algunas de estas series aspirar a tanto?

07 febrero 2010

Dos vidas en un instante

ALERTA SPOILERS: La sexta temporada de "Perdidos" ya ha empezado. Voy rezagada en comentar "LAX", el primer capítulo, pero sé que puede haber algunos que vayáis igual que yo, o que prefiráis seguir la serie por Fox y Cuatro. En ese caso, es mejor que no sigáis leyendo si no lo habéis visto.

¿Recordáis "Dos vidas en un instante", con Gwyneth Paltrow, o habéis visto "La vida en un hilo", de Edgar Neville? En las dos, a una mujer se le presenta la oportunidad de ver cómo podría haber sido su vida si, en lugar, de quedarse con su novio, o marido, hubiera trabado más contacto con otro hombre con el que coincidió brevemente. Una de las dos vidas era bastante deprimente, mientras la otra era realmente estupenda. Algo así nos va a ofrecer la temporada final de "Perdidos", que riza el rizo y, después de haberse adentrado en los viajes temporales, ahora se atreve con las realidades alternativas, otro gran clásico de la ciencia ficción (pero que es, potencialmente, un campo de minas todavía más complicado que los saltos en el wibbly wobbly timey wimey, en palabras de alguien muy versado en estos temas como el Doctor Who).

Las dos realidades parten de un hecho con dos posibilidades, que es la explosión de la bomba al final de la quinta temporada: en una de ellas, Faraday tiene razón y logran cambiar la historia, evitando que el vuelo Oceanic 815 se estrelle; en la otra, la bomba causa el incidente que lleva a la construcción de la estación del Cisne, y todo sigue igual. O peor, porque con la muerte de Jacob, la guerra total se ha desatado en la isla entre la facción de éste último y la del misterioso caballero negro que, además de adoptar la forma de Locke, siempre ha sido el humo negro y sólo tiene una cosa en mente, que no es otra que salir de la isla (volver a casa, dice él, sea donde sea). Siguiendo con mis dejà vú hacia "Galáctica", parece que la realidad número 2, en la que todos están de regreso en Los Ángeles, va a funcionar igual que los flashbacks del último capítulo de la otra serie hacia el pasado de sus personajes, o los que la propia "Perdidos" hacía al principio, mostrándonos cómo son en realidad todas esas personas.

Por ahora, hasta que vea por dónde avanza la historia, me reservo mi opinión sobre si esto, además de un homenaje a "Fringe" (vosotros me entendéis), es un acierto o un error. Por un lado, es como un interesante recordatorio de la primera temporada, y por otro, es una historia de aventuras y de la consabida pelea entre el Bien y el Mal. Seis y Baltar, o Aziraphale y Crowley, no estarán por ahí, pero su sombra se va a notar mucho conforme nos acerquemos al último episodio (un crítico estadounidense se preguntaba si "Perdidos" y "Sobrenatural" no iban a acabar pareciéndose mucho. ¿Vendrán el Apocalipsis y las siete plagas de Egipto?). Mis sospechas de que el fandom va a dividirse radicalmente creo que se cumplirán antes de lo que yo pensaba.

Ahora, es una buena elección tener como malo de la función a Terry O'Quinn, y lo que yo quiero es que Sawyer y Hurley se conviertan en los líderes de los Hostiles (porque ésos fijo que eran los Hostiles, los Otros originales cuando la gente de Dharma llegó a la isla, y los que se llevaron a los niños y a algunos de los pasajeros de la cola del avión). Y, en un aparte completamente loco, en mi casa hemos pensado que "LAX" podría haber sido mejor si hubieran puesto todo el episodio piloto y, justo cuando empiezan las turbulencias y el avión parece que va a estrellarse, tengamos un fundido a blanco, la imagen del ojo de Jack y, de banda sonora, este diálogo: "¡Bien, excursionistas, arriba!". Bienvenidos al día de la marmota.

Música de la semana: Esta última semana, he escuchado en un anuncio no recuerdo si de zumo o algo así, "The bare necessities" de banda sonora, una canción que se escuchaba en la versión Disney de "El libro de la selva" (quizás la que tiene la mejor banda sonora de todas). Louis Armstrong la hizo mucho más famosa en un disco que sacó de canciones de Disney.

06 febrero 2010

La combinación ganadora del jueves

ALERTA SPOILERS: Tal vez a vosotros, como a mí, no os importa leer algún que otro spoiler de "Bones", en cuyo caso igual podéis leer lo que haya que comentar sobre los últimos episodios. Pero, si no habéis visto el último capítulo de "Fringe", os recomiendo que os detengáis en este mismo punto. Volved cuando hayas visto "Jacksonville" y sufrido un par de pequeños terremotos, no necesariamente en ese orden.

"Bones" lleva una racha de tres o cuatro semanas realmente impresionantes en cuanto a audiencia. Supera sin problemas los 11,5 millones de espectadores y, en las demográficas, llegó a ganar a "CSI" hace un par de jueves, un día en la que, siendo justos, casi toda la competencia emitía episodios repetidos (pero ésas también hay que ganarlas). Y todo sin que hayan dejado de hacer lo que hacen siempre; tomarse el caso con poca seriedad, soltar varios chistes aquí y allá, tener un cadáver asqueroso y, lógicamente, seguir haciéndonos sospechar que tendremos un avance significativo en la relación entre Brennan y Booth antes del final de temporada. Entre el abuelo de Seeley, los consejos de Gordon-Gordon y alguna que otra conversación entre ellos en el coche y en el diner, es blanco y en botella, prácticamente. O así me da en la nariz.

En la quinta temporada, la serie ha encontrado una rutina cómoda que sirve para pasar un buen rato. De vez en cuando, se permiten algún que otro "desvío", como encerrar a todos los "cerebritos" en el Jeffersonian para estudiar lo que podría ser el esqueleto de Kennedy, y nos muestran alguna cara nueva de algún personaje (de los internos rotantes, por ejemplo, hemos ido conociendo otro lado, como que Arastoo en realidad no tiene acento, o el continuo proceso de aprendizaje de Brennan para interactuar de una manera más normal con el resto de la gente, y para entender sus motivaciones. La tercera temporada fue, muy probablemente, la cima de la serie a casi todos los niveles, y ahora se dedican a jugar. Para algunos esto puede no ser suficiente. A mí me divierte mucho.

Lo de "Fringe" es otra cosa. Ya dijimos que, desde que han optado por abrazar por completo la herencia de "Expediente X", yo la disfruto mucho más, y dentro de esa herencia entra el esquema de hacer casos sueltos todas las semanas con alguno "mitológico" de vez en cuando que, precisamente por aparecer de vez en cuando, adquiere más relevancia, más cariz de "acontecimiento", si comprendéis lo que quiero decir. El que manda la serie de vacaciones hasta el 1 de abril (por culpa de los Juegos Olímpicos de Invierno y de una serie nueva, "Past life") entra en esa última categoría, y además permite dar un paso muy importante en dos direcciones: la asunción de Olivia de los experimentos que Walter y William Bell realizaron en ella cuando era pequeña, y la revelación definitiva de que Peter viene del universo alternativo (el capítulo de abril se llama, precisamente, "Peter"). Sí, también hemos tenido un amago de beso entre ambos que, francamente, sólo me interesa porque la versión casamentera a lo "Emma" de Walter es muy divertida.

Las primeras evidencias de lo que puede ocurrir si los dos universos colisionan han sido realmente inquietantes (pobre Pryzbylewski), y han obligado a Olivia a dar los primeros pasos para convertirse en el "guerrero" que Belly describía en el manifiesto ZFT. A todo esto, me ha encantado, aparte de que el malo se apellide Newton, que el pobre tipo que muere convertido en el extraterrestre de "Desafío total" se llame Pratchett. ¿Habrá algún Gaiman próximamente? Pero a lo que íbamos. La historia de la mezcla de mundos que se debe evitar es mucho más interesante por las acciones de Walter la única vez que cruzó de uno a otro, y veremos cómo se resiente su relación con Peter, y con Olivia, cuando su secreto salga finalmente a la luz. Va a ser interesante de ver.

05 febrero 2010

Casi famosos (XXV)

Definitivamente, AgenTV se ha ganado una medallita al contribuyente más avispado de esta sección. No para de encontrar ejemplos de actores que ahora son muy conocidos en los sitios más insospechados. ¿Ejemplo? Veámoslo.

"Malcolm" es una mina para estos casos. Hay multitud de gente que ha pasado brevemente por esa locura de serie, incluido Scott Adsit, el sufrido Pete Hornberger de "30 Rock". En "Malcolm" interpretaba a un notario. Mucho pelo no tenía, ¿eh?

Alguna vez hemos comentado que el terror es la cantera perfecta para que los actores jóvenes se vayan fogueandfo, ¿y a quién tenemos aquí? A Katherine Heigl en "La novia de Chucky". Claro que, un par de años más tarde, también participó en "Un San Valentín de muerte" junto a Denise Richards, David Boreanaz y Jessica Capshaw (qué hacía ahí la mujer hijastra de Steven Spielberg escapa a mi entendimiento). Luego, entre "Roswell" y, por supuesto, "Anatomía de Grey", Heigl pudo dejar atrás el papel de la rubia que siempre muere en las cintas de terror.

Esto no es un "casi famosa" porque Aimee Teegarden ya estaba en "Friday Night Lights" cuando pasó por "La leyenda del buscador". Las pintas no son tan impactantes como las que podría llevar si hubiera salido en "Xena, la princesa guerrera" o, como recuerdan en "ByTheWay", las que lució Charisma Carpenter en esa misma serie, con un traje de cuero rojo muy de dominatrix. O de "busco a Jaq's".

Y ésta última entre en la categoría de no-puedes-ser-tú. A la izquierda, Ted Levine en "Monk". A la derecha, el mismo actor más una década antes, como Buffalo Bill en "El silencio de los corderos".