30 septiembre 2011

El planeta interior

Hay un tipo de películas independientes que son muy "de festivales" y, específicamente, las hay que son muy del festival de Sitges, cintas que se recorren el circuito de estos certámenes y que, o se ven allí, o no hay modo de verlas porque luego no llegan a estrenarse en salas o, si lo hacen, pasan como una exhalación por ellas. A no ser que vayan apoyadas por unas cuantas nominaciones al Oscar, como "Winter's bone" el año pasado, terminan siendo carne de torrents y descargas directas, o de algún ciclo de madrugada en un canal temático de pago. "Otra Tierra" sería una de ellas, la clásica que rasca algún premio en Sundance y luego se programa en Sitges y se olvida, pero Fox Searchlight ha comprado sus derechos de distribución y se estrenará a finales de octubre en España. Y aunque tenga sus cosas, y sea bastante fácil adelantarse a lo que va a pasar, es una cinta interesante y curiosa de ver.

Escrita y producida al alimón por su director, Mike Cahill, y su actriz protagonista, Brit Marling, "Otra Tierra" parte de un evento muy de ciencia ficción, como que de repente se descubra una noche en el cielo un planeta que es una imagen  especular perfecta de la Tierra, para establecer una evidente metáfora con el camino vital de Rhoda, una joven que, en la misma noche en la que se avista esa segunda Tierra, se ve envuelta en algo que cambia su vida por completo. Los dos artífices de la película apuntan que la idea surgió de pensar en qué pasaría si pudieras verte a tí mismo, si pudieras conocer a tu "yo" del espejo y hablar con él. Ese camino de autodescubrimiento, de aceptación de uno mismo y de superación de la culpa que Rhoda lleva a cuestas es lo que le interesa en realidad a "Otra Tierra", donde está puesto el principal acento. Y lo cierto es que, por muy de manual indie que nos pueda parecer, el retrato que Marling hace de la chica resulta bastante efectivo, especialmente al principio.

La parte de ciencia ficción se mantiene casi siempre en segundo plano, pero presenta unos detalles interesantes que, probablemente, habrían dado para una película de acción, para algo tipo "Contact" o incluso para una trama continuada en "Fringe" (también el apartado emocional ya se ve reflejado en esa serie). Al parecer, en el primer montaje había muchas más explicaciones sobre la posibilidad de la existencia de ese duplicado del planeta, sobre porqué no había sido visible hasta ese momento y sobre lo que la teoría del multiverso tiene que decir al respecto de todo esto, pero Cahill ha apuntado en alguna entrevista que terminó eliminando casi toda esa parte porque hacía que la película perdiera fuerza. Desde luego, el retrato de Rhoda se habría visto muy diluido, y habría hecho que algo que no es más que el fondo hubiera acaparado demasiado el interés.

29 septiembre 2011

Un día y 20 años

"Veinte años. Dos personas. Un día". Ése es el lema con el que se promocionaba el libro "Siempre el mismo día", de David Nicholls, y es el mismo que se utiliza en su adaptación al cine, "One day", un drama con algunos toques de comedia que, más que una historia de amor, es la historia de una amistad que se extiende a lo largo del tiempo, que supera distanciamientos varios, y a la que nos asomamos siempre en 15 de julio, la fecha en la que Dexter y Emma terminan la universidad y se embarcan en una relación amistosa que más de una vez bordea lo romántico, sin caer del todo en ello. Su historia es sobre todo la de oportunidades que se pierden porque no es el momento adecuado, porque ninguno de los dos se encuentra en la misma página o, simplemente, por mala suerte, pero que sobrevive a todo tipo de vicisitudes porque la única constante en todo esto es el afecto que sienten el uno por el otro, un afecto que sólo ellos pueden creer que no es amor.

Dirigida por Lone Scherfig ("An education") y protagonizada por Anne Hathaway y Jim Sturgess, "One day" era una de las cintas más esperadas del año, pero ha recibido una acogida más bien tibia. No es difícil ver por qué. Aunque el transcurso de los años, saltando siempre de 15 de julio en 15 de julio, se lleva bastante bien, siempre da la sensación de que falta algo. Sus dos protagonistas son muy monos juntos y tienen algunos momentos inspirados, pero son más destellos que algo consistente a lo largo de la película, que alterna toques de humor un poco "Cuatro bodas y un funeral" con otros dramáticos que apuntan esa sensación, que muchos sentimos a veces, de que los personajes se dejan llevar por la vida y dejan pasar los trenes que les permitirían perseguir sus sueños, sean ésos del tipo que sean.

Tiene su punto interesante que sea la amistad entre Emma y Dexter lo que mueva la historia, y sus dudas sobre si, en algún momento, decidieran ser amantes, esa amistad sobreviviría, pero cuesta un poco sacudirse la sensación de que todo esto ya lo hemos visto antes, y que falta una pequeña chispa para que "One day" se eleve un poco por encima de calificativos como "correcta", que siempre resultan fríos y diplomáticos. Hay momentos ahí que están bien (los de finales de los 80 son divertidos) y, eso sí, es más la historia de Dexter y su maduración hacia un adulto que la de Emma.

28 septiembre 2011

Multiversos literarios

¿Son los guionistas de "Fringe" lectores habituales de la saga literaria de Thursday Next, escrita por Jasper Fforde? Sin desvelar nada del devenir de esa serie en el final de la tercera temporada y el principio de la cuarta, hay una línea argumental fundamental en esos capítulos que se trata a lo largo de los dos últimos títulos protagonizados por Next, si no recuerdo mal ("El pozo de las tramas perdidas" y "Algo huele a podrido"), y cuya resolución no me extrañaría nada que acabara extrapolándose a "Fringe". No es que Thursday sea similar a Olivia Dunham, pero ella también una habilidad especial; en su caso, es capaz de introducirse en cualquier libro con sólo leer unas frases de él.

Ese mundo paralelo dentro de los libros, con su propia policía, su gobierno, sus virus "informáticos", sus villanos y sus normas, es la gran invención de Fforde, y muchas de las cosas que pasan en esos cuatro volúmenes darían de sobra para una serie de televisión. Por buscar similitudes con "Fringe", en la Inglaterra paralela de Next también hay una gigantesca corporación que lo domina todo, aunque su Corporación Goliath da bastante más miedo que Massive Dynamics (y que allí el croquet sea el deporte dominante no deja de ser cachondo).

Curiosamente, y creo que esto ya lo hemos comentado antes, bastantes asuntos incluidos en la serie, sobre todo al principio, guardaban cierta relación con los dos tomos finales de la trilogía de "La materia oscura", de Philip Pullman. Allí también hay universos paralelos y amenazas varias entre ellos, y también sigue los dictados de que dichos universos no deben mezclarse ni tocarse. Si alguien pensaba que, tras el final de "Perdidos", iban a acabarse estos parecidos entre series y libros, estaba equivocado. Y eso que ya no hablamos de lo fascinados que están los guionistas de "Fringe" por la física cuántica. Pero lo que me interesa es saber si han leído a Jasper Fforde (y hay más gente que se ha dado cuenta de esto, aunque haga la broma de llamarlo Jasper Ffringe).

27 septiembre 2011

¿Tienes lo que quieres?

El estreno de la tercera temporada de "The good wife" debía ser uno de los más esperados del otoño. Entre el pseudo cliffhanger con el que acabó la segunda, el cambio del martes al domingo y la sexy campaña publicitaria con la que la CBS ha querido relanzarla, había curiosidad por ver cómo volvería, si la nueva Alicia sería tan nueva que no la reconoceríamos y si, para competir con sus mismas armas con "Mujeres desesperadas", iban a cambiar su modo de hacer las cosas. No hay de qué preocuparse. Alicia tendrá un nuevo peinado, habrá hecho cambios en su vida y, como consecuencia, empezará a ganar más confianza, pero "The good wife" mantiene sus estándares habituales.

Eso quiere decir, por supuesto, que las cosas nunca son exactamente lo que parecen y, ya desde el principio, cuando se queda a solas, Alicia no puede evitar preguntarse si toda esa nueva aventura en la que se está embarcando está bien. O, probablemente, si la está manejando bien y va a conseguir que su vida personal y su trabajo se mantengan independientes, algo que seguro que va a resultar mucho más complicado de lo que parece. ¿Ha conseguido Alicia lo que quería de verdad? ¿Sabe cómo mantenerlo? ¿O hay que tener cuidado con lo que uno desea?

Da la sensación que vamos a ver diferentes caras de personajes que pensábamos que conocíamos bien, como esa Kalinda que se ve más desvalida de lo que podríamos haber imaginado en la primera temporada, o esa perspicaz Diane, que no pierde ripio de todos los detalles que ocurren a su alrededor. De hecho, en este primer capítulo, Diane parecía un poco la madre de todos, diciendo a los que no se están portando bien que busquen un modo de hacer las paces. Pero cuando las esferas públicas y privadas, familiares y laborales, se mezclan y se trasvasan entre sí, lo único que eso puede acarrear son inconvenientes.

Tengo mucha curiosidad por ver más en detalle el nuevo papel de Eli (y las prometidas interacciones con Kalinda), cómo Peter y Alicia se aprovechan de su conocimiento mutuo para atacarse en el tribunal y qué puede pasar si, de repente, se airean los secretos que guardan no pocos personajes (¿sabremos algo más de Leela, por cierto?). "The good wife" continua siendo una serie en la que hay que estar atento a todo para descifrar lo que pasa en los cerebros y los corazones de sus protagonistas. No, desde luego, no hay que dejar que el título nos engañe.

26 septiembre 2011

Para tí y los tuyos

 Con el estreno esta noche de "Terra Nova", en "Tuned In" surgió una cuestión, a raíz de su poco entusiasta crítica, que es bastante interesante para el estado de la ficción televisiva actual (y de siempre). Los creadores de "Terra Nova" la venden como una serie familiar, que todas las generaciones que habitan bajo la misma casa pueden ver juntos, y por eso FOX la ha programado el lunes a las 8 de la tarde. Sin embargo, James Poniewozik apunta que, en las distintas versiones del piloto que los críticos han visto hasta su estreno, los responsables de la serie han ido limando las posibles complejidades de la familia Shannon (para algunos, las han quitado por completo) y han potenciado el lado aventurero. Para él, esto no significa algo malo si los personajes le parecieran interesantes, y eso le lleva a preguntarse si, para que una serie pueda ser un entretenimiento para toda la familia, ha de huir de cualquier complejidad o cuestión medianamente peliaguda.

Este debate no es exclusivo de la televisión estadounidense (ni de la española). Cuando la BBC estrenó la sexta temporada de "Doctor Who", hubo voces en el Reino Unido que se preguntaron si no se había vuelto demasiado terrorífica para los niños y si no estaba dejando de ser una serie familiar, que padres e hijos pueden ver juntos (recordemos que allí se ve los sábados a las 7 de la tarde). En esas críticas y puntualizaciones, parece estar dándose a entender que, para que algo vaya dirigido a toda la familia, debe tener un nivel intelectual y de complejidad, en cualquier sentido, más bien bajo, que debe ofrecerlo todo bien masticadito para que ningún espectador se pierda ni cinco segundos de la historia. Ya conocemos la vieja justificación que dan las cadenas y los productores de las series españolas a sus guionistas para que mantengan sus historias simples y claritas: "Tiene que entenderlo hasta mi abuela la de Soria".

Es de entender que los responsables de proyectos en los que hay tanto juego como "Terra Nova" quieran ir a lo seguro, y que en algunos casos se busque llegar al espectro más amplio posible para tener posibilidades de éxito. ¿Implica eso que hay que subestimar el cociente intelectual del espectador? ¿Que hay que tomar a los niños y las abuelas de Soria por tontos? La excusa de la serie familiar puede a veces esconder simple pereza o directa incompetencia para intentar dar un paso más allá y presentar una historia con atractivo para todas las edades de un modo estimulante y que invite a la audiencia a tener ganas de ver más. Creo que cuando subestiman tu inteligencia, de lo que te dan ganas es de huir de ese producto todo lo lejos que puedas. Veremos el camino que sigue "Terra Nova".

P.D. 1:  "Para tí y los tuyos" es la expresión típica de anuncios de televisión que más odio en este mundo.

P.D. podcastero: Ya hay nuevo programa de "Yo disparé a JR", metido de lleno en la vorágine de nuevos estrenos. No voy a empotrar aquí el reproductor y mejos os redirijo al blog, para no estar dando tanto la lata con el tema (aunque sí está en la barra de la derecha), y lo único que voy a hacer es adelantar el "menú del día":
- 0': La buena audiencia de "2 broke girls", "New Girl" y "Modern Family".
- 11': El remake de "Los ángeles de Charlie".
- 21': Primeras impresiones sobre "Person of interest".
- 33': El principio de la cuarta temporada de "Fringe" (con spoilers).

25 septiembre 2011

El Gran Hermano te observa

Los anglos tienen una acepción para el término "vigilante" que hace referencia a gente que decide tomarse por la justicia por su mano, ayudar a todos aquellos que están problemas y combatir el crimen cuando las fuerzas del orden no pueden hacerlo. Es un concepto que siempre tiene un tufillo fascistoide ahí, a punto de aflorar, y que es la base de no pocos superhéroes. Si a eso le añadimos la obsesión por la seguridad del gobierno estadounidense después del 11-S, con su intento de controlar todos los datos posibles de sus ciudadanos para buscar posibles terroristas, montando algo bastante similar al Gran Hermano de "1984", tenemos un poco el punto de partida de "Person of interest", el estreno que CBS ha situado en el viejo horario de "CSI" los jueves por la noche.

Lo cierto es que el concepto detrás de la serie es interesante y no deja de tener unas implicaciones inquietantes, porque tenemos a una persona que tiene acceso a una máquina capaz de predecir qué persona va a verse involucrada en un evento violento, y también posee la capacidad de pinchar teléfonos, escuchar conversaciones privadas y usar la red de cámaras instaladas en las calles de una ciudad como Nueva York. Ese Bruce Wayne necesita su lado Batman, así que contrata a un antiguo soldado de las Fuerzas Especiales para que sea su brazo ejecutor, averigüe de qué modo van a estar involucrados los objetivos en algún tipo de crimen e impida que tenga lugar. El quid en todas estas series de casos es la ejecución (es lo que es esta serie, por mucho que la cree Jonathan Nolan y la produzca J.J. Abrams, con la expectativas locas que eso genera).

"Person of interest" tiene el pequeño inconveniente de que Jim Caviezel no tiene el suficiente carisma, y demasiada horchata por las venas, para ser de verdad un convincente hijo bastardo de Batman y Harry el Sucio, que es lo que parece estar haciendo en el piloto. Este actor siempre ha sido un tipo peculiar. La promesa que ofrecía en "La delgada línea roja" nunca se materializó, y tras protagonizar "La pasión de Cristo" pareció sufrir algún tipo de revelación (más tarde ha dicho que esa película hundió su carrera). La televisión parece estar siendo su tabla de salvación después del remake de "El prisionero" en AMC, pero le sigue faltando ese aquél que hace que un actor pueda ser el centro de una serie sin mayor problema. Michael Emerson puede serlo, incluso no siendo más que una variación de todos los tipos misteriosos que ha interpretado millones de veces (sí, también de Ben Linus de "Perdidos").

Los pilotos de los procedimentales apuntan perfectamente cómo va a ser el esquema general de la serie, pero no siempre son capaces de adelantar cómo de interesantes van a ser los personajes. Si "Person of interest" maneja bien ese lado y los guionistas ajustan a Reese más a los puntos fuertes de Caviezel (que alguno tendrá), probablemente todo el conjunto se verá más vivo. Las audiencias de su estreno fueron bastante esperanzadoras para la CBS, que nunca ha logrado que "El mentalista" sea el sucesor de "CSI" que debería haber sido, así que habrá tiempo de ver si aprenden algo viendo a Clint Eastwood persiguiendo malos con su Magnum .44 por las calles de San Francisco.

Música de la semana: El pasado mes de enero, FOX tiró la casa por la ventana con las promos y los anuncios para recordar a los espectadores que "Fringe" se mudaba al viernes. Entre todos esos vídeos había uno, centrado en Peter y Olivia, que usaba de banda sonora "Echoes", de Klaxons, cuyo estribillo dice literalmente "ecos desde el otro mundo". No me extraña que la cuenta de Twitter de Canal+ diga que es la canción "oficial" de la serie.

24 septiembre 2011

El hombre del espejo

ALERTA SPOILERS: Aunque el principio de la cuarta temporada de "Fringe" sea más o menos un reseteo de parte de la serie, tal vez es preferible que no sigáis leyendo hasta que no sepáis a qué viene este título (y no, no hace referencia a la canción de Michael Jackson).

Las expectativas alrededor de la cuarta temporada de "Fringe" son enormes. Hay curiosidad por ver si aguantará los viernes y FOX se apiadará y le dará una quinta entrega, y mucha gente (fans y críticos por igual) la esperan con el hacha detrás de la espalda para soltarle algún que otro mandoble si no empieza rápido a responder a la pregunta que dejó el final de la tercera y que, en teoría, va a impulsar los primeros episodios: ¿Dónde está Peter? Dejando de lado las explicaciones de la mecánica cuántica (a la que hacen referencia en los nuevos títulos de crédito, ahora amarillos, al mencionar el entrelazado cuántico), el asunto va a ser más enrevesado, posiblemente, y va a depender mucho del estado emocional y de los recuerdos no sólo de los protagonistas, sino del Observador.

Éstos, en teoría, son meros guardianes de las líneas temporales, sólo deben velar porque los acontecimientos que deben tener lugar, tengan lugar, y no han de intervenir. Pero, a veces, alguno se siente un poco como el Doctor y no puede evitar tomar partido, y es cuando las cosas se tuercen. El Observador al que hemos conocido desde el principio de la serie debe arreglar el desaguisado temporal que montó al salvar a Peter del accidente en el lago en el que tendría que haber muerto de niño, pero es incapaz. Tener su corazoncito no deja de traerle problemas, y si él no puede borrar a Peter del tiempo, eso quiere decir que rastros de su presencia fantasmal van a verse aquí y allá, como si estuviéramos en "El club de la lucha", y que el pobre Walter va a volverse aún más loco de lo que ya está porque no deja de verlo en todos los espejos, y no sabe quién demonios es.

El primer episodio no ha hecho más que presentar la situación de partida, mostrarnos cómo están Walter, Olivia y Astrid sin Peter, y la desconfianza reinante entre los dos universos. Con la entrada del agente Lee, aparecen también lo que parecen ser las nuevas tretas de Walternate para acabar con nuestro mundo, y yo ya estoy deseando ver cómo estan las cosas en el otro lado, y si Lincoln y Charlie siguen desconfiando de su jefe y, sobre todo, si Henry, el hijo de BOlivia, aún existe. Si lo hace, será interesante ver la explicación que le dan, igual que a ese "agujero" que Olivia siente. Sospecho que ellas van a jugar un importante papel en todo esto. Además de las soluciones cuánticas, conociendo a "Fringe" no sería raro que las emociones y los recuerdos reprimidos y, en teoría olvidados, acaben resultando cruciales.

Porque es probable que la "desaparición" de Peter no fuera como los Observadores creían. Y también es probable que sea algo más de lo que parece, una especie de Desmond fuera del tiempo, alguien capaz de pasar entre dimensiones y aparecerse a la Olivia asustada y prisionera del otro lado al principio de la tercera temporada, y capaz de reflejarse en los espejos aunque su cuerpo no esté presente. Esa cuestión, y cuánto tardarán las Olivias en empezar a confiar la una en la otra, va a resultar interesante en este arranque. Pero habrá que tener un poquito de paciencia.

23 septiembre 2011

Tres reseñas rápidas

1.- De momento, el estreno que ha dado el pelotazo, descontando "New Girl" (que superó la audiencia que heredaba de "Glee" y se plantó en 10 millones de espectadores), es "2 broke girls", la sitcom que la CBS hizo debutar justo después de un capítulo de "Dos hombres y medio" que todo el mundo iba a ver por el morbo de comprobar cómo despachaban al personaje de Charlie Sheen. Co-creada por la ubicua Whitney Cummings (que tiene en la NBC "Whitney") y Michael Patrick King (veterano de "Sexo en Nueva York"), la serie sigue a Caroline, la hija de un magnate financiero neoyorquino al que pillan llevando a cabo una estafa Bernard Madoff-style. Como se queda arruinada, Caroline acaba trabajando en un diner de mala muerte en Brooklyn junto a Max, una chica que tiene dos trabajos para salir adelante y es bastante sarcástica y, lógicamente, lo opuesto a Caroline. Las dos acaban compartiendo piso y, tras el piloto, es la interacción entre Kat Dennings y Beth Behrs lo que puede elevar la serie de los gags vistos mil y una veces en todas las comedias de la CBS. Pero tiene un par de chistes divertidos, así que igual evoluciona hacia algo decente.

2.- "Modern family" empezó la tercera temporada con doble capítulo y venciendo a "The X Factor" en los demográficos (aunque la segunda emisión del reality en jueves le dio la noche a FOX), y aprovechó para empezar a sacar partido a la nueva Lily, una que habla, se nota más avispada y puede dar mucho juego, sin perder del todo sus geniales caras de póker. Los guionistas querían que la niña ganara más peso y, así, sustituyeron a los dos gemelos que la interpretaron en las dos primeras temporadas por Aubrey Anderson-Emmons, de 4 años, que ya en el segundo episodio dejó unos pocos buenos momentos. Ese capítulo se vio un poco mejor que el primero, aunque la inocencia de Dylan y todos los problemas que genera en el viaje familiar a Wyoming fueron tremendos. "Modern family" funciona con todas sus piezas bien engrasadas, aprovechando al máximo las escenas en las que coinciden todos los protagonistas, y demostrando un poquito más que, si Manny fue la revelación al principio, los que de verdad son unos ases son los tres niños Dunphy.

3.- Una de las series nuevas que más polémica generó antes de que se estrenara ha sido "The Playboy Club", el intento de la NBC de aprovechar la nostalgia sesentera puesta de moda por "Mad Men". Una cadena local afiliada de Utah, creo, apuntó su negativa a emitirla y, a lo largo de todo el verano, los críticos y los creadores de la serie han estado discutiendo si es una serie feminista o que explota a las conejitas. Poco puedo aportar al debate porque no he sido capaz de acabar el piloto. No termino de ver nada que me enganche y Eddie Cibrian es demasiado soso para poder ser un pseudo-Don Draper. Sí, Amber Heard es mona, pero la que de verdad apunta maneras es Laura Benanti, que tiene bastante más carisma como la, a priori, mala de la función. Las audiencias de su estreno no fueron demasiado altas, así que ya hay quién hace porra para ver si ésta, "Ringer" o "Free agents" son de las primeras canceladas de la temporada, lo que es un poco prematuro. Ahora, ¿les pagan royalties cada vez que dicen "Playboy Club"? Es como las menciones al flashforward en "FlashForward".

22 septiembre 2011

Groove is in the heart

ALERTA SPOILERS: Mejor avisar que sentirlo luego, así que si no sabéis el papel que jugó el único gran éxito de Dee-Lite en los dos primeros capítulos de la séptima temporada de "Cómo conocí a vuestra madre", igual es preferible que dejéis esta entrada para más adelante.

¿Os acordáis cuando dijimos, al final de la sexta temporada, que la pareja que había tomado la antorcha romántica de Ted eran Barney y Robin? Pues si en aquella entrega era Barney el que peleaba con sus sentimientos hacia Robin, ahora va a ser ella la que tenga que hacer lo mismo con unos sentimientos hacia Barney que no sabe muy bien qué son ni qué debe hacer con ellos. En alguna entrevista, Carter Bays y Craig Thomas han apuntado que la séptima va a ser la temporada de Robin, lo que puede ser interesante para un personaje con el que muchas veces no han sabido qué hacer. Tras romper con Ted al final de la segunda temporada, las oportunidades de Robin para brillar se limitaban a pequeños destellos (y no sólo los de Robin Sparkles), así que veremos por dónde la llevan ahora.

En los dos capítulos iniciales hemos confirmado también que el "misterio" central no va a involucrar a Ted, o no tan directamente, sino a Barney y esa por ahora desconocida novia con la que se casa. Es una táctica un poco "Friends", pero la dejaremos estar. Esa boda interesa porque, además, es el sitio donde se supone que Ted conoce a la Madre, pero no me interesa demasiado el asunto. Me intriga el regreso de Victoria, o Buttercup, la pastelera con la que Ted sale brevemente en la primera temporada y que deja en él una gran impresión, después de que ella se marche a Alemania a un curso de repostería. Muchos fans han pedido insistentemente su regreso desde entonces, así que veremos si no se convierte en otra Stella (o peor, otra Zoey) y saben manejarla bien hasta su inevitable despedida.

Pero, como decíamos, este año son Barney y Robin los que importan de verdad. El entrometimiento de Nora le ha dado una capa a su relación que, aunque a veces utilice recursos demasiado vistos en centenares de comedias románticas, funcionan porque la química entre Neil Patrick Harris y Cobie Smulders sigue siendo tremenda, y su baile-homenaje a "Dirty Dancing" a los sones del "Groove is in the heart" de Dee-Lite lo prueba, en caso de que hubiera alguna duda (y es ya la segunda referencia a esa película en la misma semana, contando con la obsesión con ella de Jess en "New Girl"). Ellos van a centrar las tribulaciones románticas de la temporada, Ted va a seguir con lo suyo y Marshall y Lily, fijo que van a volverse un poquito locos con el bebé que tienen en camino. Si Schmosby no sigue con su costumbre de estropear los brindis de las bodas, esto puede ser interesante.

21 septiembre 2011

Los tiempos están cambiando

Esto es don de la oportunidad; la misma noche en la que "Downton Abbey" ganaba el Emmy a mejor miniserie (habéis leído bien; cosas de los Emmy), ITV estrenaba en el Reino Unido su esperadísima segunda temporada. De hecho, es posible que sólo "Doctor Who" la haya superado en cuanto a expectación. Tras haberse convertido el pasado otoño en la revelación (y en un éxito a nivel mundial meses más tarde), había mucha curiosidad por ver cómo seguía Julian Fellowes las peripecias de la familia Grantham y los sirvfientes de su casa, y cómo se continuaba la trama una vez que la Primera Guerra Mundial y los cambios sociales que conllevó se convertía en el tema de estos nuevos capítulos. Empezamos, de hecho, metidos de lleno en las trincheras de la sangrienta batalla del Somme, en 1916, y a partir de ahí vamos a ver cómo cada personaje se enfrenta a lo que la guerra pide de ellos, ya sea en el frente o en casa.

Con los personajes masculinos se toca ese sentido del deber y de la camaradería que llevó a grupos enteros de amigos o de jóvenes del mismo pueblo a alistarse en el ejército y, en su mayoría, a morir en medio del barro francés, y con los femeninos surgen las ansias de ser de utilidad, de mejorar su estatus social y de dejar de ser meros adornos para sus maridos o sus padres. La determinación de Sybil, la hija pequeña, y de Ethel, la nueva sirvienta, muestran un poco ese camino, pero no son las únicas. Conscientes de que los hombres a su alrededor pueden ser reclutados en cualquier momento, muchas empiezan a dar los primeros pasos hacia una mayor independencia personal. La Gran Guerra derribó algunas de las barreras de clase y de género existentes hasta entonces, muy pocas aún en el último caso, pero el mundo ya no volvió a ser el que era antes del verano de 1914.

Por supuesto, "Downton Abbey" sigue siendo muy consciente de que, a pesar de su gran ambientación y de sus buenas interpretaciones, si engancha tanto es porque es un culebrón, y como tal se mueve a buen ritmo, no dejando que las revelaciones se enfríen antes de que llegue otro momento importante, y arrojando nuevos obstáculos en el camino de las dos relaciones amorosas que centraron el final de la primera temporada. Sigue habiendo un fleco de ella que va a colear, y se mantiene también la costumbre de que Maggie Smith tenga todos los mejores one liners (sus duelos verbales con Penelope Wilton también continúan siendo de lo mejor de la serie). Las diferentes concepciones de la vida de muchos de sus protagonistas van, seguramente, a confrontarse entre sí, y las secuelas de la guerra no van a dejar indiferente a nadie. Como no quiero irme de la lengua, aquñi lo voy a dejar. Eso sí, no dejo de sorprenderme de comprobar cómo muchos de sus actores resultan perfectos para una serie de época porque tienen caras de antiguos, directamente. Y si no me creéis, fijaos en Michelle Dockery, Joanna Froggat y Elizabeth McGovern en el backstage, con algunos de los Emmys ganados.

P.D. podcastero: Por cierto, ¿aún queréis escuchar algo sobre los Emmys? Pues estáis de enhorabuena. La nueva entrega de "Yo disparé a JR" precisamente comenta algunas de las cosas más destacables de la gala, como que estuviera llena de sorpresas agradables. Y como ya estamos de lleno en la semana de los estrenos televisivos en Estados Unidos, aprovechamos para hablar sobre dos culebrones como "Revenge" y "Ringer". Los lugares habituales donde obtenerlo son, además del blog, iTunes y el feed. A partir de este podcast, "Yo disparé a JR" pasará a tener periodicidad semanal, porque va a haber tantas cosas de las que hablar que, si no, será imposible. La breve disección del programa de esta semana:

- 0': Los ganadores y las sorpresas de los Emmy.
- 34':"Ringer" y "Revenge", culebrones en primetime.

20 septiembre 2011

Dos campañas de RRPP y media

Las primeras cifras de audiencia de la noche inaugural de la semana infernal de estrenos de la temporada de otoño son contundentes; más de 27 millones de espectadores vieron, en la CBS, el inicio de la novena temporada de "Dos hombres y medio", lo que fue, de rebote, una noticia inmejorable para "2 broke girls", que debutó superando los 19 millones. El morbo de ver cómo se deshacían del personaje de Charlie Sheen y se estrenaba Ashton Kutcher tuvo, seguro, gran parte de la culpa de esas espectaculares cifras, tremendas incluso para una comedia como ésta, acostumbrada a los 18-19 millones de espectadores de media.

Todo el culebrón montado desde finales del pasado invierno, con Charlie Sheen embarcándose en una juerga histórica, insultando luego a todo el mundo, siendo despedido por la CBS y lanzándose a una polémica gira por varios teatros, llevó a que "Dos hombres y medio" acortara forzosamente su octava temporada y dejara en suspenso su regreso hasta que se encontrara al actor que pudiera sustituir a Sheen (se llegó a barajar el nombre de Hugh Grant). La presentación de Kutcher en los pasados upfronts fue uno de los puntos álgidos de una campaña de relaciones públicas que le ha funcionado a la cadena a la perfección, incluso con las pequeñas apariciones de Jon Cryer en el show de Ellen DeGeneres o en "Conan" haciendo bromas sobre su desempleo en aquel momento. El truco será mantener a la audiencia en los siguientes capítulos, pero no parece que vaya a ser un problema para la serie más exitosa de la factoría de Chuck Lorre. Cuando la CBS la cancele finalmente, será más por encarecimiento del producto que porque sufra un gran desplome de audiencia.

Lo interesante es que no ha sido la única maniobra de imagen que hemos visto últimamente en relación con esta comedia. El "innombrable", Charlie Sheen en persona, se presentó en los Emmy dispuesto a hacer las paces y rehabilitarse un poco ante la industria, algo que necesita si quiere que ese proyecto de serie que tiene con Lionsgate salga de verdad adelante. Entre el programa especial que le dedicó Comedy Central y las fotos que tuiteó del backstage de los Emmy con Ashton Kutcher, Sheen espera protagonizar su propia historia de regreso triunfal a Hollywood. Mickey Rourke consiguió hacerlo, brevemente por ahora, así que él lo va a intentar. Eso sí, uno de los grandes estrenos de la NBC para este año, "The Playboy Club", igual tiene un poco más complicado ese regreso el próximo otoño. Algo más de cinco millones de espectadores, probablemente, no es lo que la cadena esperaba.

19 septiembre 2011

Emmys forever

La entrega de los Emmys de anoche se sintió un poco como la final estatal de los Dillon Panthers en la primera temporada de "Friday Night Lights". En los últimos segundos, con todo en contra, Saracen lanza un pase larguísimo que Smash Williams (¿o fue Tim Riggins?) atrapa y convierte en el touchdown que les da la victoria. El grito de Minka Kelly (presentando con sus compañeras del remake de "Los ángeles de Charlie") al anunciar la sorprendente victoria de Kyle Chandler al mejor actor de drama resume de sobra lo que todos los espectadores de la serie habíamos estado esperando durante las cinco temporadas que aguantó en antena; que la serie recibiera algún reconocimiento y, en concreto, que el matrimonio Taylor tuviera su pequeño momento de gloria en la gran ceremonia que, en teoría, premia a lo más granado de la televisión estadounidense. Pero es que Chandler no estuvo solo, porque Jason Katims rompió el dominio de tres victorias seguidas de "Mad Men" en el apartado de guión de drama por su libreto de "Always", el capítulo final de la serie. Ver a Katims subir al escenario acompañado de la sintonía de "Friday Night Lights", y escucharlo cerrar su discurso de agradecimiento con un "Clear eyes, full hearts, can't lose" fue de las mejores sorpresas de una noche que tuvo unas cuantas.

Empezando porque el premio a mejor drama para "Mad Men" parece, paradójicamente, un poco de consolación para una serie que, en los Creative Emmys, fue barrida por "Boardwalk Empire" y luego, en la gala principal, pierde todas las nominaciones a las que aspiraba, excepto la más importante. ¿Puede ser que la animadversión hacia Matthew Weiner haya podido en parte con la adoración hacia la serie? ¿Cómo es posible que "Mad Men" haya igualado el récord de "El ala oeste de la Casa Blanca" de cuatro Emmys consecutivos al mejor drama sin que sus actores hayan ganado ni una sola vez? ¿Es que la serie es de animación? "Modern Family" estuvo a punto de serlo, según dijo Steve Levitan al recoger su segundo galardón seguido a la mejor comedia, porque no querían trabajar con niños. Pero está claro que la apuesta les ha salido redonda porque dominaron tanto las categorías de comedia, que Jane Lynch, la presentadora del evento, bromeó con un "Bienvenidos a los premios de "Modern family"". Ty Burrell y Julie Bowen se repartieron los Emmys a secundarios de comedia (y Burrell dio, tal vez, el mejor discurso de la noche, al intercalar pequeñas bromas sobre lo que su padre, fallecido antes de que él empezara a actuar, habría pensado de verlo ir a trabajar maquillado), y dejaron la sorpresa para el apartado de actriz principal (que Jim Parsons repitiera premio fue un disgusto para quienes pensaban que Steve Carell ganaría por fin por su temporada de despedida de "The office").


Lo mejor de la victoria de Melissa McCarthy (más por el empujón de visibilidad que le ha dado "La boda de mi mejor amiga" que por "Mike & Molly") fue la parodia de Miss América, y de cualquier otro concurso de belleza, que montaron todas las nominadas, con la complicidad de Rob Lowe, y que fue orquestada, cómo no, por Amy Poehler (a partir del segundo 36), que ya convenció hace dos años a sus colegas candidatas a mejor secundaria de comedia para que se pusieran gafotas mientras anunciaban sus nombres. Los ganadores que representaban opciones frescas y distintas continuaron, porque aunque todo el mundo abogaba por un Emmy para Margo Martindale a la mejor secundaria por "Justified", casi nadie confiaba en que lo lograra. Afortunadamente, las predicciones fallaron. Y en una categoría tan abierta como secundario de drama. la elección de Peter Dinklage ("Juego de tronos") estuvo igual de acertada que si el ganador hubiera sido, pongamos por caso, Alan Cumming, que llevó unos pantalones a la gala... bueno, digamos que coloridos.

No penséis ni por un momento que las sorpresas se acabaron ahí. La jugada de los Emmy de juntar miniseries y tv movies terminó favoreciendo, como dijo Julian Fellowes, a David frente a Goliat, y "Downton Abbey" atropelló a una "Mildred Pierce" que, al menos, sí tradujo en premio las nominaciones a mejores actores principales de Kate Winslet y Guy Pierce. La serie de ITV triunfó como mejor miniserie (y mejor guión, dirección y secundaria para Maggie Smith) y llevó a la ejecutiva de PBS que la representaba en Estados Unidos a afirmar que, frente a la gran maquinaria publicitaria de HBO, "Downton Abbey" había tenido que hacerse valer por sus propios méritos, lo que confería aún mejor sabor a la victoria. Ahora, que Barry Pepper ganara a mejor secundario por "The Kennedys" sí que no lo esperaba nadie, ni en sus predicciones más locas, y sustituyó un poco a la perturbación en la Fuerza que habría creado en los críticos que "The Killing" ganara algún premio. Por suerte para ellos, eso no ocurrió.

Por lo poco que he visto de la gala (el inicio fue simpático y con un inspirado sketch dentro de "Mad Men", aunque sufrió la censura de un gag sobre el escándalo de las escuchas telefónicas del "News of the World", propiedad de News Corporation como Fox), parece que Jane Lynch fue una presentadora más que eficiente y que, sin que fuera una gala memorable, no resultó terriblemente aburrida, como la última vez que Fox se encargó de ella. En el aspecto "trapos", no hubo nada especialmente horrible, aunque algún crítico se preguntó si el vestido de Julianna Margulies (justa vencedora por "The good wife") no era un descarte de vestuario de "Doctor Who" (y Paz de la Huerta volvió a dar la nota con su cara "todo esto me da igual porque me caí en la marmita de la poción mágica cuando era pequeña"). Entre las parejas de presentadores curiosas, tenemos a los muy guapos Rob Lowe y Sofía Vergara, la aparición sorpresa (y en plan descarada maniobra de relaciones públicas) de Charlie Sheen, Anna Paquin (que parecía repetir el vestido del año pasado) y Scott Caan, el extraño dúo de Katie Holmes y Bryan Cranston, el foulard de William H. Macy, con María Bello, Anna Torv y David Boreanaz, como salidos de otra época, Gwyneth Paltrow, lista para bailar la danza de los siete velos, y Sarah Hyland y Heidi Klum, llevando vestidos de Christian Siriano, ganador de hace tres ediciones, o así, de "Project Runway". Para que luego digamos que concursar en un  reality show sólo vale para ir después a "Sálvame".

18 septiembre 2011

Sólo un aperitivo

Si siempre hemos dicho que es tarea imposible (y poco recomendable) emitir una opinión sumarísima sobre una serie basándose sólo en el piloto, en el caso de las comedias la cosa se complica incluso más. Sólo 20 minutos no valen para que nos hagamos una idea de cómo puede ser la serie en su capítulo 13. Sí nos ayudan a ubicar a los personajes, a que tengamos una idea general de quiénes son, pero el tono de la comedia puede muy bien estar todavía en una fase un poco provisional. Los guionistas van viendo lo que funciona y lo que no conforme escriben más guiones y ven lo que aportan los actores y, en ocasiones, hasta que no llegan al quinto o el sexto episodio no presentan realmente sus cartas.

Con un piloto, a no ser que sea uno que acierte desde el principio con el tono de la serie, como el de "Modern familiy", lo más que se puede aspirar es a decidir si vamos a darle varias oportunidades más de comprobar cómo se desarrollan las tramas. A veces, no deja de sorprenderme que haya tal rechazo en la comunidad blogo-seriéfila hacia las comedias familiares (comprendo que decir que te gusta "Modern family" te deja en mal lugar delante de tus amigos modernos) y que un piloto tan poco rompedor como el de "Up all night" haya generado semejante cisma de opiniones extremas. Como mucho, podemos decir que es simpático y que, si te gusta la gente involucrada en él, lo más probable es que le dés una oportunidad a la serie, no mucho más. Al parecer, éste ha sufrido algunos cambios con respecto al episodio original que se presentó a la NBC (el papel de Maya Rudolph se ha ampliado, por ejemplo), así que no sería de extrañar que haya nuevos retoques en las siguientes entregas.

Ésta no parece que vaya a ser la temporada de las sitcom originales y rompedoras. "Community" va a seguir siendo una rareza, y lo cierto es que lo seguirá siendo durante bastante tiempo. Las parrillas de las networks se construyeron originalmente sobre las comedias familiares, y luego el género fue mutando hasta quedar un poco relegado por las sitcoms ubicadas en el entorno laboral. Ahora, los chistes sobre las paternidades recientes o los primeros novios de los hijos adolescentes vuelven a ponerse de moda porque es un género que las cadenas ven como más seguro que una serie construida sobre referencias culturales de todo tipo. Ya no pueden hacerse comedias como "Cosas de casa" o "Padres forzosos" porque la tele, y los espectadores, han evolucionado. Veremos si "Up all night" aguanta su buen estreno o las comedias familiares de la ABC contra las que pelea la doblegan finalmente. Esto son sólo los entremeses.

Música de la semana: Esta noche se entregan los Emmy, y una de las favoritas es "Boardwalk Empire", la serie de la HBO ambientada en el Atlantic City del inicio de la Ley Seca. Su banda sonora está trufada de éxitos del jazz de la época, pero para sus créditos optaron por algo un poco distinto de una banda con un nombre peculiar, The Brian Jonestown Massacre, que hace referencia a Brian Jones, uno de los Rolling Stones originales, que murió ahogado en una piscina, y al suicidio colectivo del Templo del Pueblo, la secta de Jim Jones, en Jonestown (Guyana). La canción que sirve de sintonía a la serie es "Straight up and down".

16 septiembre 2011

Culebrones en primetime

La pasada primavera, uno de los movimientos que más sorprendió a los periodistas estadounidenses fue la cancelación por sorpresa de doas de las soap operas más veteranas del daytime, "All my children" y "One life to live", las dos de la ABC (que se unían a la cancelación, hace dos años, de otra veterana como "Guiding Light", de la CBS). El género no tiene ningún estreno desde 1999 y alguna de las que se mantienen en antena, como "The young and the restless", lo hacen desde 38 años atrás, nada menos. El daytime está apostando más por los realities y los talk shows y, sin embargo, parece que los culebrones están siendo traspasados al primetime.

Así lo señalan en el último podcast de "Firewall & Iceberg" al hablar de uno de los estrenos de esta temporada televisiva, "Ringer", que ha levantado mucha expectación porque es el regreso de Sarah Michelle Gellar a la tele. Sin embargo, la expectación luego se ha dado de bruces con la realidad de una serie que muchos califican de telenovela con aspiraciones. Lo cierto es que eso podría aplicarse también a otra de las series nuevas del otoño, "Revenge", que en teoría está libremente basada en "El conde de Montecristo", pero aunque su piloto no dé vergüenza ajena, está muy claro que ahí están haciendo un culebrón, encima ambientado entre la "gente guapa" de los Hamptons.

Hermanas gemelas que suplantan la identidad una de otra, hijas que vuelven a vengarse de los que destrozaron la vida de su padre bajo una identidad falsa, secretos de familia, investigaciones del FBI... Sólo falta un vecino que, en realidad, es un asesino en serie y un hijo secreto para tener uno de esos teleflines del sábado por la tarde con los que Antena 3 rellena programación los fines de semana. Llegar a guilty pleasure quizás es lo más alto a lo que estas series pueden llegar, o intentar emular aquellos culebrones de primetime de los 80. Pero las cosas han cambiado bastante desde la época de "Dallas", "Dinastía" o "Falcon Crest".


15 septiembre 2011

Un Emmy para la CBS

Los votantes de los Emmy son animales de costumbres. En cuanto una serie logra la inercia que le permite estar nominada todos los años, ya no tiene que preocuparse de más. Mientras los académicos sigan acordándose de ti, seguirás yendo a la ceremonia en calidad de candidato a algún premio y, con un poco de suerte, saldrás de ella habiendo hasta ganado alguno. Esa costumbre, y el hecho de que, por premiar series de televisión, los Emmy no son como los Oscars, lleva a que sea bastante común que un ganador repita victoria tantas veces como los votantes lo crean necesario. "El ala oeste de la Casa Blanca" se llevó cuatro Emmys seguidos a mejor drama (un récord que "Mad Men" puede igualar el domingo), Kelsey Grammer creo que tiene otros tantos premios al mejor actor de comedia y, en los 80, Tyne Daly y Sharon Gless se alternaron como mejor actriz dramática por "Cagney y Lacey" durante casi una década.

Muchas veces, los premiados merecen ser reconocidos; no vamos a descubrir ahora la calidad de "El ala oeste" o "Mad Men", o el buen trabajo de Bryan Cranston en "Breaking Bad" o de Alec Baldwin en "30 Rock". Pero a veces, sólo a veces, estaría bien un poco de variedad. Las tres victorias seguidas de Cranston, por ejemplo, dejaron con un palmo de narices a Jon Hamm, Michael C. Hall y Hugh Laurie, que podrían haber ganado en cualquiera de esos tres años. Y la querencia de los Emmy por las series de cable (que son muy buenas, pero que también dan cierto aire de superioridad intelectual a quien las vota) hace que series de networks perfectamente válidas y destacables se vayan de vacío. "Friday Night Lights" es la gran cenicienta de las seis candidatas a mejor drama de este año, y sólo entró finalmente porque parte de su emisión la ha asumido DirecTV (si hubiera seguido sólo en la NBC, además de que igual no habría sobrevivido tanto tiempo, los Emmy la habrían ignorado más de lo que habían hecho hasta ahora).

A veces, deberían reconocerse más los méritos de dramas que intentan elevar los estándares de calidad y ser complejos, moralmente más ambiguos de lo normal y tomar de vez en cuando más riesgos dentro de los estándares de producción y emisión de una network, que dan menos margen que los de una cadena de cable. La network también tiene que superar una seria inferioridad en cuanto a imagen de marca con HBO, Showtime o AMC. ¿Qué votante de los Emmy que quiere merecer ese nombre se atrevería a apostar por una serie de, ni más ni menos, que la denostada CBS frente a esos tótems de la calidad televisiva que son "Mad Men" y "Boardwalk Empire"? Y no vamos a meternos en cuestiones de si una es mejor que otra o si "Mad Men" debería ganar todos los años porque hasta una temporada floja suya es superior al 90% de la ficción estadounidense. Más de una vez hemos dicho que, sólo con la calidad, no vas a ninguna parte, y que esta serie gana porque añade a eso una campaña de relaciones públicas admirable que hace que todo el mundo sepa quién es Don Draper.

Esta mañana, comentando por Twitter qué serie tenía más opciones de llevarse el Emmy al mejor drama, Jaina se descolgaba diciendo que ella quería que ganara "The good wife" y la HBO se fuera sin nada. A riesgo de que me caigan insultos de "blasfema" para arriba, estaría bien ver que los académicos reparten su amor y premian alguna serie que no sea "Mad Men". Que se acuerden de sus actores, que no han visto una estatuilla en los tres años que la serie lleva reinando como mejor drama (paradojas de los premios), y que dejen que otro distinto a Matthew Weiner se haga la foto final en el escenario con el premio gordo. No pasa nada porque "The good wife" se lleve ese trofeo, por ejemplo.Es sólo por tener más variedad.

14 septiembre 2011

Despedidas por fascículos

¿Quién puede criticar a una cadena por querer aprovechar todo lo posible la última temporada de su serie estrella? Si nos ponemos en su pellejo, es perfectamente lógico. Durante seis o siete temporadas (o las que hayan sido) ha llevado sus buenos millones de espectadores al canal, ha sido su título más visto, quizás el que le ha otorgado más visibilidad y, con un poco de suerte, hasta le ha reportado algún que otro premio o reconocimiento crítico (o las dos cosas). ¿Con qué cara le dices a TNT que no puede exprimir un poquito más la temporada final de "The Closer", sabiendo que no tiene nada que pueda sucederla ("Rizzoli & Isles" vive, por ahora, muy dependiente de la audiencia que hereda de las correrías de Brenda Johnson)? Los diez capítulos programados para este verano finalizaron esta semana, y los once restantes se repartirán entre este invierno (cinco) y el próximo verano (seis), cuando servirán también para lanzar su spin-off, "Major Crimes".

TNT se ha subido al carro de otras cadenas que también han decidido emitir los episodios finales de algunas de sus series de este modo fragmentado. HBO lo hizo en su momento con "Los Soprano", Syfy, con "Battlestar Galactica", la ABC ya negoció con Damon Lindelof y Carlton Cuse que los 48 capítulos que les daba para cerrar "Perdidos" se dividieran en tres temporadas, FX también dividió en dos la última entrega de "Nip/Tuck"... Si buceáramos un poco más en los tejemanejes de la industria televisiva estadounidense, encontraríamos más ejemplos, seguro, sobre todo si nos centráramos en cadenas casi desconocidas puestas de golpe y porrazo en el mapa por una sola serie. Por supuesto, lo que hay detrás de estas maniobras son estrategias de negocio, y el lado creativo debe amoldarse a estas decisiones como buenamente pueda, que es lo que suele hacer habitualmente.

No obstante, muchos de los responsables de las series saben con antelación que la emisión se va a fragmentar, y aprovechan para cerrar la primera mitad de algún modo impactante. El cliffhanger del décimo episodio de la cuarta temporada de "Galáctica" fue tremendo, y "The Closer" nos ha dejado con un serio revés para Brenda hasta, tal vez, el próximo mes de enero. A los fans nos toca sufrir una espera de meses, a veces hasta un año, para ver la continuación de esas historias, pero al menos nos queda el consuelo de que la serie nos va a durar un poco más. Lo que sí es destacable es el malabarismo de fechas de estreno que FX ha hecho para que "Rescue me" acabara justo la semana en la que se conmemoraba el décimo aniversario del 11-S. De hecho, creo que la renovaron por una séptima temporada sólo para que eso pasara.

P.D.: No voy a comentar lo que ha dejado de sí la primera mitad de esta séptima temporada de "The Closer" porque no quiero repetirme con lo que he escrito por aquí. Pero está claro que las cosas van a ponerse muy serias antes de que mejoren. Porque espero que mejoren.

13 septiembre 2011

Abanico de asuntos


1.- Hasta ahora, no había visto el primer programa de "Escépticos", una serie co-creada por Luis Alfonso Gámez (autor del blog "Magonia") para ETB-2 en la que se desmontan algunas de las magufadas, leyendas urbanas, supersticiones y mitos más comunes alrededor de cosas como los OVNIs o las terapias alternativas. Ese primer programa está dedicado a una de las más persistentes de los últimos tiempos, la eterna discusión sobre si el Apolo XI llegó o no a la Luna, y emplean una batería de razonamientos científicos para demostrar la invalidez de todas las supuestas pruebas de que fue todo un montaje. Tiene humor, ritmo y un tono divulgativo muy entretenido, pero aún no hay fecha de estreno para el resto de programas (éste se vio en enero). Ah, y no se olvidan de la razón definitiva que demuestra que Armstrong y Aldrin sí caminaron sobre la Luna. En aquel clima de Guerra Fría y espionaje, si todo hubiera sido un fraude, los soviéticos lo hubieran sabido y lo hubieran expuesto como tal.

2.- Se nota que estamos en la semana de los Emmy porque, al igual que cuando se anunciaron las nominaciones, en julio, aparecen por periódicos y webs estadounidenses especiales sobre los nominados, algunos realmente curiosos como la galería fotográfica que "The New York Times" dedica a seis candidatos al Emmy, un pasado ganador y un eterno olvidado: Peter Dinklage, Kelly Macdonald, Donald Glover, Margo Martindale, Archie Panjabi, Alec Baldwin, Bryan Cranston y Jane Lynch. Por otro lado, el "Los Ángeles Times" celebra otra de sus famosas mesas redondas, esta vez con nominados por vez primera como Walton Goggins, Michelle Forbes, Josh Charles y Johnny Galecki. Aún no han empezado a publicar los vídeos, pero yo tengo curiosidad.


3.- The CW abre el fuego esta noche de la nueva temporada con el estreno de "Ringer", pero como ya quedó claro con "New Girl", este año ha habido muchos pilotos que han acabado antes de tiempo en Internet, lo que permite a quienes quieran verlos todos ir adelantando trabajo. Yo suelo ser bastante selectiva con los pilotos que veo, y si de algunas series no me llama nada, ni me acerco a ellas. Sin embargo, esta temporada va a ser un poco diferente (J.R. tiene estas cosas), y así he visto el primero de "Revenge", un culebrón que la ABC va a emitir los miércoles a las 22 (un horario que no se les da demasiado bien) y que viene creado por Mike Kelley, del que algunos seriéfilos aún lloran la cancelación de "Swingtown". Como su nombre indica, sigue a una joven que regresa a los pijos y neoyorquinos Hamptons para vengarse de una mala malísima como Madeleine Stowe. No es mi tipo de serie, pero lo cierto es que puede tener capacidad de enganche para quien le vayan estas cosas, y casi exclusivamente por Stowe.

12 septiembre 2011

El Doctor es como el fuego

En uno de los primeros episodios de la cuarta temporada de "Doctor Who", Donna Noble, la acompañante del Décimo Doctor, se encuentra con una de sus antiguas compañeras de correrías en la TARDIS, Martha Jones. Ésta es ahora médico y ha pedido la ayuda del Doctor para una emergencia. Donna todavía está en la fase en la que viajar por el tiempo y el espacio es una aventura excitante y, aunque ha vivido algún que otro momento de tensión, las posibilidades que ofrece la TARDIS los compensan. Sin embargo, le interesa saber por qué alguien como Martha ya no está viajando con el Doctor, y ella le ofrece un consejo que puede aplicarse a todas las acompañantes, incluidos Amy y Rory en la etapa con Matt Smith; básicamente, le explica que el Doctor es maravilloso y brillante, pero que es como el fuego. Puedes estar un poco cerca de él y calentarte, y sentirte bien, pero has de mantener las distancias; si te aproximas mucho o pasas demasiado tiempo a su lado, te acabas quemando.

Este tema ha sido una de las constantes de la serie desde su recuperación en 2005. Tanto Russell T. Davies como Steven Moffat son conscientes de que, en realidad, "Doctor Who" va sobre sus acompañantes y las consecuencias que pasar tiempo con el Doctor acarrea sobre sus vidas. Ninguno sale indemne (ni siquiera Jack Harkness, que tal vez sea el que acabe más cambiado, literalmente), y muchas veces no tienen, o no quieren tener, la capacidad de dar un paso atrás y reconsiderar lo que están a punto de hacer. Sí, el Doctor les da a elegir subirse a la TARDIS o quedarse en sus rutinarias vidas, ¿y quién puede resistirse a una oferta así? Todo lo que Rory tiene que pasar en el último episodio emitido de la sexta temporada, "The girl who waited", no es más que otra exploración de ese mismo tema (expuesto también en "The girl in the fireplace", que aún deja más claro lo que representa esperar al Doctor).

No obstante, la serie tampoco se olvida de que a este Señor del Tiempo también le quedan secuelas del paso de todas esas personas por su TARDIS. En "Let's kill Hitler", el capítulo con el que regresaba de su breve hiato veraniego, había una breve escena que lo obligaba a confrontar esos sentimientos, y alguna que otra vez ha quedado claro que no es que "los abandone", como lo acusan una vez Martha y Jack, sino que el asunto es bastante más complicado (creo que, en el episodio de "The Sarah Jane adventures" donde aparece Matt Smith se trata este asunto). La relación entre todos los viajeros de esa nave más grande por dentro que por fuera es siempre lo que más interesa en la serie, más allá de misterios a lo "Perdidos" y monstruos ingeniosos, y es donde anida su complejidad y su lado más adulto.

P.D. podcastero: Esta semana ya empiezan a gotear algunos de los estrenos televisivos de la temporada de otoño en Estados Unidos, así que esta nueva edición de "Yo disparé a J.R." trata sobre uno de ellos, "New Girl", y sobre algunos de los últimos coletazos de la temporada veraniega. En este programa se nos ha descontrolado un poco el tiempo que estamos hablando de cada cosa, pero entre nuestras polémicas sobre "Torchwood: Miracle Day" y la participación de Montse, de "ByTheWay", era inevitable. Como siempre, podéis conseguirlo en este feed, en iTunes o escucharlo aquí mismo. Éste es el orden del día:

- 0': Creative Emmys y previa de los Emmys principales.
- 21': "New Girl".
- 46': "Torchwood: Miracle Day" (con spoilers).

11 septiembre 2011

La sangre y la vida

ALERTA SPOILERS: Sí, el final de "Torchwood: Miracle Day" ha tenido sus más y sus menos, pero si no habéis seguido hasta el final, y no sabéis qué papel juega Jack en todo esto, a lo mejor es preferible que no sigáis leyendo.

Alguna que otra vez hemos recordado que, cuando "Torchwood" se estrenó en la BBC 3, el apodo más común que le dieron los críticos británicos era "Torch Ed Wood". Algunas historias y algunos monstruos daban vergüenza ajena, y los momentos sonrojantes se mezclaban con buenos hallazgos y algunos episodios muy efectivos ("Random shoes" era original y estaba bastante bien, por ejemplo). El tema que subyacía por debajo de todo esto es que Jack Harkness, al ser inmortal, había hecho cosas de las que no estaba orgulloso y que los agentes de Torchwood, por la naturaleza de su trabajo, solían morir jóvenes. De hecho, la serie empieza con el asesinato de una de sus agentes, Suzie, presenciado por una joven agente de policía que, desde ese momento, pasará a ser la nueva adquisición de Torchwood y nuestra puerta de entrada a ese mundo.

"Torchwood: Miracle day" tiene un grave problema previo que superar, y ése es el recuerdo de "Children of Earth", la miniserie de cinco episodios que sirvió de tercera temporada y que nos dio a todos la sensación de que la serie se había hecho mayor y estaba llamada a hacer grandes cosas para el futuro, un futuro en el que ya se veía que gozaba de más popularidad y reconocimiento en Estados Unidos que en su Gran Bretaña natal. Y ese obstáculo previo no han podido salvarlo. Está claro que, para hacer una historia continuada con gancho, fuerza y que no se vaya por los márgenes de la tendencia a la grandilocuencia de Russell T. Davies, "Torchwood" no puede pasar de los cinco capítulos que tuvo "Children of Earth". A partir de ahí, les cuesta mantener la tensión y, aunque sí les permite explorar más a fondo la premisa de partida, cuentan con mucho tiempo para que empiecen los sinsentidos y la tentación de "vamos a robar la Tierra y a colocarla en otro sistema solar sólo porque podemos".

Esta cuarta temporada ha tenido altibajos, interesantes hallazgos (la subtrama sobre el padre de Gwen tal vez fue lo mejor llevado, sobre todo al final) y momentos ridículos made in Torchwood, de los que sólo pueden disfrutarse si en su momento abrazaste la primera entrega con todas sus consecuencias, y sin engañarte sobre lo que estabas viendo. La capital importancia de la sangre de Jack, el efecto inesperado que tiene en Rex, y toda la explicación y resolución del asunto de la Bendición es de esas ideas a lo grande que Davies no puede dejar escapar, y aunque está bien que sea ambicioso y no quiera restringir las posibilidades de la serie, el modo de plasmarlas no siempre es el mejor. "Miracle Day" ha sido un regreso a los orígenes de "Torchwood", algo que nos demuestra que "Children of Earth" fue un afortunado accidente y que, si Starz quiere seguir con la serie y alcanzar esas cotas, deben reducir la orden de capítulos.

Sé que soy minoría, pero la exploración de los efectos que la inmortalidad tiene en Jack no me aburre, aunque es verdad que el Jack de "Doctor Who" es mucho más divertido, y lo que ha logrado "Miracle Day" es que tenga curiosidad por revisionar la segunda temporada de la serie. Esta cuarta temporada ha sido, a pesar de todo, disfrutable y con algunas buenas ideas de fondo (especialmente en el arranque), y cualquier interacción entre Jack y Gwen era lo que merecía más la pena, porque Rex y Esther nunca han terminado de cuajar. Y confieso que lo he pasado en grande con Jilly Kitzinger y su caricatura de los publicistas sin escrúpulos, aunque se haya pasado toda la temporada "atada" a un personaje tan irrelevante al final como Oswald Danes. Oh, y han tenido el mayor número de referencias a "Doctor Who" de toda la serie.

Música de la semana:  Una de las peculiaridades que ya comentamos sobre la protagonista de "New Girl" es que se canta sintonías a sí misma. Lógicamente, Zooey Deschanel ha co-escrito la melodía de la serie, que para algo es la gran estrella, y no es la única que ha escrito últimamente especialmente para una serie o una película. Suya es "So long", la canción principal de la nueva versión de "Winnie the Pooh".

10 septiembre 2011

Pistas para los Emmy

Una semana de quinielas y especulaciones es lo que falta para que se entreguen los Emmy de 2011, una semana en la que los expertos en el tema decidirán si los capítulos enviados como muestra del trabajo de los nominados son suficientemente buenos como para que esa nominación se traduzca en un premio, si la publicidad recibida por uno de los candidatos por algo externo a los Emmy, ya sea una película o un escándalo, jugará en su favor o en su detrimento, y para intentar adivinar por dónde llevará Jane Lynch la ceremonia, que parece que va a tener parejas de presentadores con un showrunner y un actor de su serie (Jesse Spencer y David Shore representarán a "House", por ejemplo). Leyendo cosas por aquí y por allá, parece que hay ciertas pistas, claves que apuntan a las categorías más reñidas de la noche y aquéllas en las que puede saltar la sorpresa o dejar las historias más curiosas de la 63ª edición de estos galardones.

- La categoría de mejor dirección de drama podría haber pasado por la de mejor director en los Oscars de hace algunos años, porque nadie duda que la reputación en el cine de Martin Scorsese ("Boardwalk Empire") y Neil Jordan ("Los Borgia") los sitúa como grandes favoritos. Y algo similar ocurre con el apartado de dirección en una miniserie, con Olivier Assayas ("Carlos"), Todd Haynes ("Mildred Pierce") y Curtis Hanson ("Malas noticias"). Un clásico de HBO como Tim Van Patten ("Juego de tronos") lo tiene muy complicado.

- En las miniseries, empieza a surgir una corriente que apunta que "Downton Abbey" y "Mildred Pierce" van a tener un duelo más reñido de lo que parece, aunque nadie se atreve a quitarle el cartel de favoritísima a una Kate Winslet que, en el Festival de Venecia, dijo que Mildred había sido, desde el punto de vista técnico, un desafío que no vivía desde "Titanic". Sin embargo, las sensaciones son que "Downton Abbey" bien puede acabar llevándose el Emmy a mejor miniserie, y poca gente se sorprendería.

- Otra historia interesante que, en realidad, empezó a aparecer en los últimos Emmy es la posibilidad de que en la industria haya una creciente animosidad contra Matthew Weiner, que no se trasladaría a todo "Mad Men", pero que puede perjudicarle en sus nominaciones en solitario (como por el guión de "The suitcase"). Desde luego, no habría que descartar que las opiniones de Kurt Sutter cuando se alargaban las negociaciones para renovar la serie por una quinta temporada fueran más mayoritarias de lo que se podría creer. No para que "Mad Men" se vea de repente como "El color púrpura" en los Oscars de 1986, eso por descontado.

- En las categorías de interpretación, aunque pueda haber favoritos, se habla de una competición más reñida que otros años. Los duelos Steve Buscemi-Jon Hamm y Elisabeth Moss-Julianna Margulies en los apartados de protagonistas de drama prometen suspense al final, y también poco margen para que entre una tercera opción, y en los secundarios dramáticos, la cosa está muy abierta. En estas categorías, como ocurre también en los Oscars, es donde suelen darse las grandes sorpresas (ahí estaba Archie Panjabi el año pasado), así que nadie se sorprenda si Michelle Forbes, por ejemplo, arrebata a Christina Hendricks y Margo Martindale un Emmy para el que bastante gente las da como favoritas. Si "The Killing" se lleva algún premio, tampoco os asustéis si al 70% de los críticos estadounidenses de repente les da un infarto del disgusto.

- En la ceremonia grande del día 18, "Juego de tronos" cuenta con pocas nominaciones, aunque sea importantes, y la posibilidad de que Peter Dinklage dé una de las sorpresas de la noche. Pero en los Creative Arts Emmys, que se entregan el sábado 17, es una de las grandes favoritas. La reconstrucción de una época histórica de "Mad Men" y "Boardwalk Empire" tienen su peso, pero en "Juego de tronos" han tenido que crear un mundo entero de la nada, siguiendo lo descrito por George R.R. Martin en sus libros, y es en las categorías técnicas donde las series de género suelen arrasar. Ahí está el ejemplo de "Battlestar Galactica" en sus dos últimas temporadas.

- Finalmente, si os van estas curiosidades, el blog "Gold Derby" tiene unos cuantos chats en vídeo con algunos de los nominados, una práctica que ya es tradición para ellos. Suelen ser interesantes porque a veces comentan el episodio enviado a los votantes, o hacen repaso de cómo ha sido la temporada y, a veces, hasta intentan tener un pequeño previo de lo que pueden traer los nuevos capítulos de esas series en otoño. Las entrevistas se graban vía webcam, así que no siempre las condiciones de audio y vídeo son las mejores, pero resultan interesantes.

07 septiembre 2011

Zooey 101

Que los tiempos han cambiado a la hora de ver televisión es evidente. Y también han cambiado a la hora de promocionarla. Fox, por ejemplo, ha decidido que el piloto de "New Girl", una de sus nuevas comedias del otoño, esté disponible en iTunes, Hulu, la web de la cadena y otras plataformas de vídeo bajo demanda dos semanas antes de que se estrene oficialmente en televisión, esperando que esta especie de preestreno dilatado en el tiempo vaya creando un "boca oreja" favorable para el momento en el que la serie se vea los martes, justo después de "Glee". Y así es como ha acabado también filtrado en Internet, que es otro modo de generar expectación que Fox ya no puede controlar, pero que no es ajeno a las maniobras promocionales de las cadenas. Showtime lo ha hecho en varias ocasiones con los estrenos de las nuevas temporadas de "Dexter".

El asunto es que la cadena tiene puestas muchas esperanzas en esta comedia, creada por la guionista de "Sin compromiso", Elizabeth Meriwether, y cuyo reclamo y diríamos que única baza en su éxito o su fracaso es su protagonista, Zooey Deschanel. Dependiendo de si la encontramos adorable, cargante, divertida o cansina, "New Girl" funcionará o se estrellará, y la serie también tiene que aprender a no inflingirnos una sobredosis de excentricidades zooeyescas. Es un personaje que ella puede hacer hasta dormida (de hecho, reconoce en esta entrevista que Jess es un poco como era ella a los 13 años) y que lo cierto es que funciona. Sus rarezas (como ver "Dirty Dancing" seis veces al día para superar una ruptura sentimental o cantar para sí misma) no están demasiado exageradas, aunque algunas puedan resultar un poco inverosímiles, y de sus tres compañeros de piso, hay uno que parece un poco más tridimensional que los demás, lo que no es un mal comienzo.

Hay unos cuantos chistes inspirados y la situación de partida promete, aunque veremos si no quedará todo en un mero "los compañeros de piso de Jess la ayudan a que su vida sentimental mejore". Uno de los actores del piloto, Damon Wayans Jr., ha tenido que ser sustituido porque su primera serie, "Happy endings", al final fue renovada por la ABC, así que habrá que ver cómo funciona el nuevo actor. Esta temporada hay bastante competencia en el frente de comedias protagonizadas o creadas por mujeres (o las dos cosas a la vez), y "New Girl" intentará diferenciarse de todas ellas justo a través de esas peculiaridades de Jess. Hasta que no lleve varios capítulos más no sabremos si su premisa funciona a largo plazo, y tenemos una de las nuevas comedias más frescas del año, o si implosiona bajo su propio peso. De momento, apunta maneras.

06 septiembre 2011

Una deuda con el pasado

Dentro del género de espías, hay un subgénero bastante interesante que, curiosamente no está demasiado explotado; la caza de criminales de guerra nazis décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial. Esas historias implican una caza larga y solitaria, en la que los agentes pasan años buscando a sus objetivos, que viven escondidos en Argentina, en la misma Alemania, en Estados Unidos o en otros países. Si "La deuda" sólo nos contara esa misión, ya sería una película más que interesante, pero su objetivo es ir un poco más allá, buscando mostrar las consecuencias que un operativo así tiene sobre los tres agentes del Mossad encargados de llevarlo a cabo, y cómo algunas de las decisiones que toman entonces, en el Berlín oriental de 1965, terminan teniendo importantes repercusiones treinta años más tarde.

La cinta, dirigida por John Madden, es un remake de una película israelí de 2007 y, aunque tiene una parte de thriller muy bien llevada (y muy a la vieja usanza, siguiendo los mandatos recuperados por la trilogía de Jason Bourne), en realidad está más interesada en ver cómo las vidas de los tres agentes, que regresan a Israel como héroes nacionales, se alteran de modo decisivo tras la caza del "Cirujano de Birkenau", y no siempre para bien. Rachel Singer, en especial, carga el peso de una culpa, de esa deuda del título que sabe que debería saldar, aunque no se atreve a hacerlo, y que ha acabado envenenando la relación entre los tres. Alternando 1965 y 1997, "La deuda" va mostrando la misión y sus repercusiones en el futuro, y construye tres personajes llenos de dobleces y de dilemas éticos. Y casi es mejor no apuntar nada más de la trama.

Lo más interesante de la película es la dinámica entre los jóvenes Rachel, David y Stephan que construyen Jessica Chastain, Sam Worthington y Marton Csokas. La primera, además, forma un gran dúo con Helen Mirren, que interpreta a la Rachel de 1997, y todos resultan muy creíbles en algunos de los momentos con más tensión de la película. Se aprecia en ellos el coste psicológico que la misión se está cobrando y luego, cuando Mirren, Ciarán Hinds y Tom Wilkinson los encarnan en 1997, queda muy claro desde el principio que los tres comparten un pasado lleno de secretos, rencores y sentimientos reprimidos. El trabajo del reparto, la música de Thomas Newman y la sobriedad de la puesta en escena son los puntos fuertes de "La deuda", que no es exactamente lo que parece y, tal vez, eso puede dejar frío a más de uno (de hecho, la recta final en 1997 pierde un poco de gas).

Eso sí, en España, donde se estrena el viernes, va a ser nuestro primer contacto con una de las revelaciones del verano en Estados Unidos, Jessica Chastain, que entre "El árbol de la vida" y "Criadas y señoras" ha estado en boca de todos los críticos y periodistas de Hollywood. Chastain no tiene ningún problema en llevar el principal peso de la cinta, del mismo modo que Csokas demuestra tener una gran presencia.

04 septiembre 2011

Un crimen en Copenhague

Periódicamente, una serie como "Forbrydelsen" nos recuerda que, fuera de los focos habituales de atención en Estados Unidos y el Reino Unido (y España, en nuestro caso), también se hacen series un poco distintas. Y eso que no es la primera serie danesa que alcanza repercusión fuera de las fronteras del país. Lars Von Trier fue descubierto gracias a "Riget" ("The Kingdom"), que al igual que "Forbrydelsen" conoció después un remake estadounidense, "Hospital Kingdom" (de corta vida, pero con unos estupendos créditos), y justo esa nueva versión ha favorecido que la original se haga conocida para los seriéfilos que no la vieron en su Dinamarca natal. En la BBC, donde "The Killing" en versión AMC se ha visto después, "Forbrydelsen" ha sido un bombazo, y en España, los abonados a AXN podrán comprobar por qué a partir de octubre.

Lo interesante de ver la original después de haber visto el remake estadounidense, y haber leído el gran revuelo que organizó el final de su primera temporada, es ver hasta qué punto Veena Sud y compañía han sido fieles a lo hecho en la cadena DR por Soren Sveistrup, y en qué momentos han decidido seguir su propio camino, si es que lo han hecho. Para empezar, esta primera entrega de "Forbrydelsen" son 20 episodios de casi 55 minutos de duración cada uno, mientras que la primera temporada de "The Killing" son 13 de unos 45 minutos. Esto ya tendría que habernos dicho algo en su momento de cómo iba a desarrollarse el asunto. Por supuesto, sólo con los dos primeros capítulos no hay modo de saber hacia dónde se va a dirigir la danesa, pero sí se notan algunos cambios hechos en la estadounidense, y también por qué los británicos se obsesionaron tanto con ella.

El punto de partida de "Forbrydelsen" ya lo conocemos de sobra; Nana Birk Larsen, de 19 años, aparece muerta, y su asesinato afecta no sólo a los policías que lo investigan sino, por supuesto, a su familia y a la campaña para alcalde de Troels Hartman, relacionado indirectamente con el crimen. Todos los personajes se presentan con sus puntos de interés, incluso el político, que era uno de los puntos débiles de "The Killing", y lo que sí se aprecia enseguida es el tirón de Sarah Lund (y sus peculiares jerseys). Su intérprete, Sofie Grabol, le confiere determinación y fuerza, y su vida es menos complicada que la de Sarah Linden, aunque, como ella, también empieza la serie horas antes de mudarse, en su caso a Estocolmo. Su compañero, Jan Meyer, es impulsivo y está deseando que Lund se vaya para poder quedarse con el caso (aquí, el Holder de "The Killing" y su relación con Linden es más interesante), pero las cosas no van a resultar tan sencillas.

Cada capítulo es un día de la investigación y también vemos muchos cielos grises y mucha lluvia. El piloto de la estadounidense sí que sigue bastante el inicio de "Forbrydelsen", y luego parece que alteraron el orden de algunas cosas y a cambiaron otras. La danesa sí apunta a una mejor conjunción de las tres líneas argumentales o, al menos, la campaña política está mejor manejada, y va a ser bastante fácil engancharse a ella. Los episodios durarán casi una hora, pero se pasan en un suspiro, y aunque Meyer puede ser bastante insoportable, Lund promete mucho para más adelante. El retrato de los Larsen y cómo manejan el dolor de haber perdido a su hija también está llevado sin que, de momento, carguen mucho las tintas sobre ello. Y eso sí, las referencias a "Twin Peaks" son sólo del remake estadounidense, por ahora.

Música de la semana: El 18 de septiembre, si mis informaciones no fallan, ITV estrena la segunda temporada de "Downton Abbey" (si no, será más en octubre). A través de Twitter, he visto las primeras promociones que está haciendo la cadena de la serie, mostrando que la Primera Guerra Mundial va a ser un tema central, y manteniendo como banda sonora de ellas esas peculiares versiones con un coro de niños de clásicos del pop-rock británico. Si no recuerdo mal, para la primera temporada utilizaban una de "Every breath you take", de The Police, y para esta segunda se han decantado por uno de los mayores éxitos de U2, "With or without you".