Al final, todos los Oscar siguieron el guión previsto menos el de mejor película. "Crash" se impuso haciendo buenas las sospechas que circulaban hacía días por los mentideros de Hollywood, apuntando que los académicos preferirían una película sobre la ciudad de Los Ángeles, ambiciosa en cuanto al tema, formalmente narrada como Robert Altman estableció para estas producciones corales ya desde "Nashville" y que tocaba un tema que a la Academia le gusta premiar (ahí está "En el calor de la noche") como es de los prejuicios raciales. "Brokeback Mountain" sí consiguió, al menos, el premio a mejor director, un Ang Lee al que la estatuilla se le escapó el año de "Tigre y dragón" en favor del director de otra película coral, Steven Soderbergh por "Traffic", y se repartió el de guión con "Crash" al llevarse el de libreto adaptado.
Los premios de interpretación no se salieron ni un milímetro de lo esperado: Philip Seymour Hoffman y Reese Witherspoon como principales, y George Clooney (reconocimiento a un gran año) y Rachel Weisz (¿estar embarazada dará suerte? Ya le pasó a Catherine Zeta-Jones) como secundarios. En las categorías técnicas tampoco hubo sorpresas, y "King Kong" y "Memorias de una geisha" las coparon. Sí que hubo cierta decepción con las películas extranjeras, con la victoria de la sudafricana "Tsotsi", y la victoria de Gustavo Santaolalla por la banda sonora de "Brokeback Mountain" fue otra de las sorpresas de la noche.
Poco más se puede decir (en especial si no se vio la ceremonia, cómo me ocurrió a mí, con lo que no puedo hablar con propiedad del tema). En la prensa se apunta que Jon Stewart estuvo bastante correcto y que la gala no rompió la sobriedad que la ha caracterizado en los últimos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario