Alguna sorpresa hubo en los Globos de Oro, aunque no en lo principal: "Brokeback Mountain" arrasó, llevándose los premios a mejor película, director, guión y canción original (de Gustavo Santaolalla, el compositor de la música de "Diarios de motocicleta"). En la parte de comedia o musical también se cumplieron los pronósticos, con Globos para "En la cuerda floja" y sus actores Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon.
Las novedades llegaron en el apartado de actores de drama y de reparto. Aunque Philip Seymour Hoffman era el favorito por "Capote", y ganó, resulta una cara nueva de lo más refrescante, igual que la sorpresa de Felicity Huffmann por "Transamerica", batiendo a la que parecía la mejor situada, Charlize Theron. Huffmann no pudo repetir después éxuto en el apartado de televisión, porque Mary-Louise Parker y su madre camello de "Weeds" birlaron limpiamente el premio a las otras cuatro candidadatas, todas de "Mujeres desesperadas". También Rachel Weisz dio la sorpresa como mejor secundaria por "El jardinero fiel", también en buena lid con Michelle Williams. El mejor secundario a George Clooney por "Syriana" entraba dentro de lo esperado, igual que el premio a la mejor película extranjera a "Paradise Now", que retrata las últimas horas de dos terroristas suicidas.
En cuanto a la tele, tanto "Mujeres desesperadas" como "Perdidos" cumplieron las esperanzas puestas en ellos, y hubo premios de lo más interesante. Como el de Geena Davis, por hacer de presidenta de EE.UU. en "Commander in Chief", o el de Steve "Virgen a los 40" Carell, por su papel en el remake estadounidense de "The Office", una telecomedia de gran éxito de la BBC. Precisamente fue un actor británico el que ganó en el apartado dramático, Hugh Laurie (al que igual recordais de "Los amigos de Peter", o por ser el padre de "Stuart Little"), por ese especial médico de "House" (que estrena Cuatro el próximo martes).
Premios para todos los gustos y bastante repartidos, que refuerzan la idea de que este año, serán las producciones de corte o espíritu independiente las que copen las candidaturas a los Oscars. Tal vez "King Kong", "Memorias de una geisha" y "Munich" salven el honor de los estudios, pero será sólo de consolación. Y para terminar, qué mejor que recordar el estupendo, y cinéfilo, final del discurso con el que Anthony Hopkins agradeció su premio honorífico Cecil B. DeMille. Miró la estatuilla y, emulando a Gloria Swanson al final de "El crepúsculo de los dioses", le dijo: "Cuando esté listo, señor De Mille".
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