29 mayo 2006

La metáfora de los mutantes



A veces, una obra de ciencia ficción dice más sobre la sociedad y el mundo en el que vivimos que todos los Michael Moore que podamos reunir. Pasa con "Battlestar Galactica", metáfora del mundo post-11 de septiembre, y pasa también con los mutantes de la Patrulla X, seres especiales a los que sus dones los apartan del resto de la sociedad, que los margina y, o bien intenta exterminarlos, o intenta "curarlos", como si lo que tienen fuera una enfermedad y los gobiernos decidieran por ellos como si fueran niños tontos que no saben lo que quieren. De todos los personajes, que suelen arrastrar su particular tragedia por culpa de sus poderes, siempre me ha parecido especialmente interesante Pícara, la mutante que, mediante el tacto, puede adquirir los poderes de otros mutantes. Pero, a la vez, absorbe su vida, lo que es especialmente peligroso para los humanos. Así que Pícara está "condenada" a no poder sentir nunca el contacto humano, como no sea para matar.

Visto así, resulta decepcionante ver en qué queda la complejidad de los cómics cuando se trasladan a la gran pantalla en "X-Men: La decisión final", la última de la trilogía cinematográfica de los chicos del profesor Xavier. Resulta decepcionante, sobre todo, porque empieza bien, con esa "cura" para los mutantes (que no es más que otro mutante) y la resurrección de Jean Grey, transformada en Fénix, un ciclón de poder que ni ella puede controlar. La primera trama es muy interesante, porque enfrenta a los personajes con la posibilidad de convertirse en personas "normales", y podría haberse utilizado mucho mejor en la parte final. Pero estas posibilidades se diluyen conforme avanzan los minutos, y sólo se esbozan con Pícara, un personaje totalmente desaprovechado tanto en ésta como en la segunda película.

Lo único que se saca en claro es el tirón de Lobezno y el actor que le da vida, Hugh Jackman, un tipo curtido en el teatro musical que "habita" perfectamente en este papel. No es de extrañar que ya se esté preparando una película sólo para él. Y, por cierto, viendo la película me di cuenta de que Sawyer ("Perdidos") tiene más de Logan-Lobezno que de Han Solo.

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