Hoy empieza el verano para los estudios de Hollywood con el estreno mundial de "Misión imposible III", secuela que promete hacernos olvidar la vergüenza ajena que pasamos con la segunda y sus Fallas en Sevilla y volver a hacernos disfrutar como lo hicimos con la primera. Si ésa, a cargo de Brian de Palma, era una película de espías a la vieja usanza, la tercera, según algunas críticas, se acerca más a un episodio de "Alias", algo de lo que es culpable J.J. Abrams, director y coguionista de este nuevo vehículo para lucimiento de Tom Cruise. Yo no he visto la película, así que no puedo opinar.
Según esa "tradición" instaurada por George Lucas y los estrenos de su saga galáctica, los grandes estudios de Hollywood empiezan a inundar los cines con las películas del verano en mayo (con lo que algunas llegan malamente a finales de junio, cuando otra superproducción las desplaza del cartel sin miramientos). Los jefazos de las majors esperan que este verano les haga olvidar la pírrica taquilla del anterior, en el que ni Michael Bay con "La isla" fue capaz de conseguir algo decente (en algún momento se le tenía que acabar la suerte), así que se lo juegan todo a las secuelas, los remakes y las adaptaciones de libros de éxito, una fórmula que siempre ha solido funcionar. Por supuesto, entre todo esto siempre se cuelan películas independientes y extranjeras que intentan arañar alguna pantalla fuera de Los Ángeles y Nueva York, y también aparecen algunas sorpresas (sleepers, que dicen los americanos). "Crash" se estrenó en mayo, por ejemplo, y de momento sorprende lo bien que ha empezado "United 93", en segundo puesto de la recaudación en su fin de semana de estreno, cuando aumenta la controversia sobre si los estadounidenses están preparados para ver películas sobre el 11-S.
Si "Misión imposible III" abre el fuego, el verdadero estreno del verano es "El código Da Vinci", sobre todo por la "campaña" gratuita de publicidad que le está haciendo el Vaticano. El éxito y la polémica que acompañan al best-seller de Dan Brown son suficientes para que el público vaya en masa a verla y tengamos a tertulianos y programas de toda índole hablando de ella y de sus "misterios" todo el verano. Y antes de que acabe mayo llega otra secuela más, "X-Men 3", que parece la periente pobre de las películas veraniegas, pero nunca hay que subestimar el poder de los mutantes del profesor Xavier. Las dos anteriores películas estaban muy bien, tal vez sean un listón difícil de igualar por esta tercera, sobre todo porque su director, Bryan Singer, se largó a dirigir "Superman returns", uno de los regresos más esperados de la temporada, y para el que habrá que esperar hasta julio. Ésta no es ni precuela ni secuela, o las dos cosas a la vez, porque transcurre en el periodo de tiempo entre la segunda y tercera entregas. Promete, la verdad, y promete también lanzar a su novato protagonista, Brandon Routh, la estratosfera. La otra secuela que va directa a conquistar las taquillas es "Piratas del Caribe: El cofre del muerto" que, perdido el factor sorpresa de la primera, juega la baza del carisma de Johnny Depp y de la aventura por el placer de la aventura (que no es moco de pavo). Y no nos olvidemos de la cita ineludible para los frikis del mundo, "Clerks II".
Y entramos en el terreno de los remakes y otro subgénero veraniego por excelencia, que son las películas de terror adolescente. En los primeros está "Poseidón", vuelta de tuerca a un clásico del cine de catástrofes de los 70 como "La aventura del Poseidón" y que, al igual que ésta, cuenta con reparto kilométrico (con estrellonas incluidas, aquí Kurt Russell y Richard Dreyfuss), en el que, por cierto, está Freddy Rodríguez, de "A dos metros bajo tierra". Podemos contar en esta categoría "Corrupción en Miami", que parece que va a mantener la estética de la serie (no en la ropa, lástima de esos trajes ochenteros), y en la que Luis Tosar hace de malo. En la segunda categoría, la del terror, "An american haunting" parece dispuesta a dar la sorpresa con su historia de casas encantadas y sus pesos pesados (Sissy Spacek y Donald Sutherland) al frente del reparto, regresa "La profecía" y tampoco falta el remake de rigor de una película japonesa, "Pulse", con Kristen Bell.
Cerramos con las indies, que tienen que aprovechar el verano para llamar la atención de los críticos, sobre todo, que son los que pueden hacer que, cuando salgan en DVD, puedan convertirse en un éxito más allá de las salas costeras. Aquí tenemos la última de Robert Altman, "A prairie home companion"; la última locura de Jack Black, "Super Nacho"; el último éxito salido de Sundance, "Little Miss Sunshine"; la película de la que todo el mundo habla en EE.UU., aunque sólo sea por su título, "Snakes on a plane", con Samuel L. Jackson; una nueva incursión de Richard Linklater en el "cine pintado" con la película de ciencia-ficción "A scanner darkly" , y mención aparte para otros dos regresos muy esperados: M. Night Shyamalan y su peculiar mundo con "Lady in the water" y Oliver Stone y los atentados del 11-S con "World Trade Center".
Esto es en EE.UU. Por aquí empezaremos a ver muchas de estas películas a partir de mediados de julio, y quizás también algún título independiente que no había tenido suerte hasta ahora, como "Hustle & Flow", la sorpresa de los últimos Oscars, que, al parecer, se estrenará en España en junio.
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