Scott Feinberg, el experto en los Oscar de The Hollywood Reporter, escribía el día que se anunciaron las nominaciones a esos premios que "si Leo empieza (en las fiestas) a charlar un poco más y a mostrarse amigable -que no es lo que más le gusta-, esto es suyo". Se refería a la candidatura a mejor actor que Leonardo Di Caprio ha recibido por "El renacido", su quinta y cuarta desde 2004, y la primera en la que tiene posibilidades muy reales de alzarse con la victoria esta noche. La película de Alejandro González Iñárritu es el tipo de cinta que gusta mucho a los académicos (en Vox creen que es la favorita, aunque sea la que tiene peores notas de los críticos de las ocho nominadas), rodada con la idea de ofrecer al espectador una experiencia inmersiva en las penalidades que sufre Hugh Glass, un trampero del siglo XVIII, para sobrevivir en tierras salvajes y heladas.
Los planos secuencia, la brutalidad del mundo en el que se mueve Glass, la espectacularidad de los escenarios naturales en los que se desarrolla la historia y la total entrega de Di Caprio a un papel al que no dejan de pasarle desgracias, y que resiste movido casi exclusivamente por la venganza, le dan muchos puntos extra ante una Academia que encuentra irresistibles estos tour de force, y que justo por eso puede tomarse lo suficientemente en serio al actor para entregarle un Oscar que se le resiste. ¿Pero por qué no lo ha ganado hasta ahora? Más allá de ese movimiento a su favor que se ha generado en internet desde hace unos años (y de ese divertidísimo videojuego retro), es muy probable que haya una razón de peso por la que, hasta este año, los Oscar han ignorado a Di Caprio; que no le gusta hacer campaña.
Uno de los nominados que se estrenan en 2016, el compositor Carter Burwell, explicó en una entrevista que, hasta este año, nunca se había preocupado por participar en la campaña a los Oscar de las películas en las que participaba. Confiaba en que, si a los académicos les gustaba su trabajo, lo votarían, pero eso nunca pasaba. Una banda sonora tan icónica como la de "Fargo" se quedó fuera ante las músicas de "El paciente inglés" (que ganó), "Hamlet", "Sleepers", "Shine" y "Michael Collins", por ejemplo. Sin embargo, Burwell vio que tenía posibilidades este año con la partitura para "Carol" y se aplicó a participar en Q&A post-proyección de la película, mesas redondas, actos variados para los académicos... ¿El resultado? Ha conseguido su primera nominación al Oscar, y sólo la sensación de que Ennio Morricone tiene que ganar por los servicios prestados (más que por la banda sonora de "Los odiosos ocho") se lo puede arrebatar.
Con Leonardo Di Caprio pasa algo parecido. Ir de fiesta en fiesta, de evento en evento, de alfombra roja en alfombra roja, participar en esa "campaña política de alta precisión", como la llama esa actriz secreta que está escribiendo para The Guardian, que es la temporada de premios de Hollywood no ha sido nunca plato de gusto para el actor. Y eso le ha pasado factura. No basta con que des una buena interpretación en una buena película; tienes que mostrar que el Oscar te importa, que realmente "lo mereces". También en The Guardian se apunta que es la narrativa que se establece durante los meses previos lo que acaba decantando quién se lleva la estatuilla. Sí, el rodaje de "El renacido" fue tan complicado como la propia supervivencia de Glass y, además, se han publicitado mucho las disputas que hubo entre el director y los actores por las condiciones de rodaje. "Mad Max: Furia en la carretera" también fue un rodaje difícil, pero ahí todo el mundo parecía llevarse bien y eso no vende.
La cuestión es que si Di Caprio pierde el Oscar esta noche, no será más culpa que de él. Todo juega a su favor: su física y entregada interpretación, las penalidades pasadas haciendo la película, la sensación de que ya le ha llegado la hora de ganar el premio y, lo más importante, que este año sí ha pasado por el aro de hacer campaña. Internet tendrá que buscarse otro objetivo para sus memes de los Oscar.
Música de la semana: La semana pasada, "The Walking Dead" dio a sus personajes un pequeño respiro, lo que quiere decir que Rick pudo fastidiar un poco a Daryl poniendo música en el coche. Una de esas canciones fue "If my heart was a car", de Old 97's.
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