En 2011, cuando HBO estrenó "Juego de tronos", se hizo muy célebre una crítica de The New York Times en la que se despachaba la serie como una fantasía para chicos adolescentes con poco interés para un público que ya había dejado atrás esas tonterías. Según aquella crítica, la audiencia femenina no iba a encontrar nada para ella en una serie en la que los principales protagonistas del primer capítulo eran todos hombres que se dedicaban, por ejemplo, a vender a uno de los personajes femeninos a un señor de la guerra bárbaro a cambio de su ejército. Todos sabemos cómo ha ido evolucionando "Juego de tronos" después (incluso con las críticas, algunas válidas, que se le hacen por su manejo de las violaciones), pero esa crítica inicial del New York Times es interesante por su aplicación a lo que se saludó, en su momento, como el "Juego de tronos" de History Channel: "Vikings".
Como ocurre con todas las comparaciones, se sostiene en algunas parte y en otras, no. En este caso, puede ser su ambientación medieval y la brutalidad de su mundo lo que emparente ambas series, pero luego, cada una tiene su propia identidad. En el caso de "Vikings", resulta muy significativo que una historia centrada en Ragnar Lodbrok y las expediciones vikingas hacia el oeste haya conseguido atraer más mujeres a un canal tan orientado a los hombres de cierta edad como History. Sus reality shows, por ejemplo, están protagonizados por leñadores, o dueños de tiendas de empeños o restauradores de coches, todos tipos que, físicamente, no desentonarían en "Vikings", y su primera miniserie, "Hatfields & McCoys", también se dirigía a la audiencia masculina.
Pero he aquí que apareció Lagertha, inicialmente la mujer de Ragnar, un personaje que el creador de la serie, Michael Hirst, rescató de las sagas nórdicas e imbuyó de muchas de las cosas que las vikingas podían hacer en la época, como ser propietarias de tierras o separarase de sus maridos. Era perfectamente capaz de cuidar de sí misma y hasta de ser una líder para su comunidad, así que el fandom a su alrededor fue creciendo con cada temporada. Su intérprete, Katheryn Winnick, apuntaba que la audiencia femenina aumentó, también, con ese mayor rol, con lo que "Vikings" terminó diversificando el público que llega a History Channel.
De hecho, es probable que la gran visibilidad de que disfruta la serie en las redes sociales (y en Tumblr) se deba a esa suma del público femenino. El propio Hirst reconoce que ha recibido mensajes de grupos feministas estadounidenses que le piden que ni se le pase por la cabeza matar a Lagertha, que se ha convertido en todo un icono para los fans. Y esa ampliación del target habitual de History ha llevado a que "Vikings" supere a veces los cuatro millones de espectadores, ampliamente. Repartir el protagonismo entre el clásico "héroe" y una mujer a su altura funciona.
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