Es curioso que esa historia de amor de la cultura popular actual con la de la década de los 80 se haya concentrado tanto esta primavera-verano, y eso si ignoramos los relanzamientos en televisión de "MacGyver" y "Arma letal". Ya se ha comentado en varias ocasiones que parte de la culpa de que se recuperen tipos de cine que funcionaban entonces se debe a que quienes los disfrutaron siendo niños entonces están ahora sentados en posiciones de poder en Hollywood, o son guionistas y directores que quieren volver a sentir las sensaciones que aquellas películas les proporcionaron cuando todavía no soñaban con dedicarse al cine y a la televisión. Jeff Nichols, por ejemplo, reconoció que ésa parte de us motivación a la hora de hacer "Midnight Special", una película que podría acompañar, sin problemas, una sesión doble, y maratoniana, con el fenómeno estival de "Stranger things".
Es curioso comprobar las diferentes maneras en las que puede afrontarse un proyecto de este tipo, enraizado en el cine de entretenimiento de esa demasiado mitificada década de los 80. Una es, claramente, el remake o reboot de una franquicia exitosa entonces, como "Cazafantasmas". La cinta original, de 1984, dirigida por Ivan Reitman, encapsula perfectamente ese tipo de cine para toda la familia, pero con algunos chistes un poco más "adultos". En su caso, seguía la tendencia de las comedias un tanto alocadas que habían protagonizado los actores de "Saturday Night Live" al dar el salto al cine, tipo "Desmadre a la americana". La actitud ligona de Bill Murray y que todos los cazafantasmas sean inadaptados sociales (o por "empollones" o por ir a su bola, directamente) era muy clásico de la época, más las aventuras con toques fantásticos.
La versión de 2016 mantiene el mismo espíritu de aventuras para toda la familia, propósito de divertirse y humor incansable, que descansa más en la dinámica que se crea entre las cuatro protagonistas (y su recepcionista). Es un blockbuster contemporáneo, con su tercer acto a lo grande, con el alma de una comedia pequeña de personajes, y acaba pagando el peaje de tener que plegarse justo a esos mandamientos. Pero si el relanzamiento de "Cazafantasmas" está en extremo de estos homenajes ochenteros, en el otro estaría el patchwork de "Stranger things". Lo suyo es más el pastiche, la mezcla afortunada de referencias tan explícitas, que hay planos exactamente iguales a "Cuenta conmigo" (o, curiosamente, a "Under the skin", que no podría estar más lejos de este tipo de cine).
Mete en su coctelera todo lo que les gustaba a sus creadores, los hermanos Duffer, cuando eran niños, de Stephen King a "E.T.", "Poltergeist" o "Dungeons & Dragons", lo agita y sale una historia de niño especial, con poderes, que ayuda a otros chavales y al que persigue el gobierno. Y de un monstruo terrible que aporta el toque más fantástico y menos de ciencia ficción, que es donde se sitúa la ya mencionada "Midnight Special". En ésta hay otro niño con habilidades especiales que emprende una huida, pero aunque el tema y la trama sean claramente ochenteros, el tono de la película es muy de cine indie actual, de drama familiar intimista. O de ciencia ficción de los 70, que también podría valer (su director se confiesa muy fan de "Encuentros en la tercera fase"). Ésta se situaría más en el punto medio, en el de la película que cuenta algo original tomando como inspiración, que no como referencia, aquellas películas.
Música de la semana: "Midnight Special" es también una canción de Creedence Clearwater Revival, pero no va a ser esa nuestra selección de la semana, sino uno de los temas que suena en el final de temporada de "Preacher", una serie que ha quedado claro que es muy fan de Johnny Cash. En este caso, es la versión que Cash hizo de "Personal Jesus", uno de los primeros éxitos de Depeche Mode.
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