"Millennium" seguía a Frank Black, un antiguo agente del FBI especializado en perfiles psicológicos que tenía visiones que lo conectaban con todo tipo de asesinos. Él veía a través de sus ojos, percibía flashes de los crímenes que cometían, un don que para él era una maldición y que le impulsa a dejar la agencia y mudarse con su mujer y su hija a Seattle. Pero allí lo capta el Grupo Millennium, una misteriosa organización que trabaja para evitar que el mal que se cierne sobre la Tierra, y que se desatará con toda su fuerza con la llegada del siglo XXI, actúe impunemente.
Los recuerdos que guardo de esta serie son bastante inquietantes. Se emitió entre 1996 y 1999, aprovechando una época en la que se pusieron de moda las teorías (y las películas) más o menos apocalípticas sobre la llegada del año 2000, y en ella no faltaban alusiones a esas mismas teorías. Frank se las veía con asesinos realmente crueles, bebiendo de la tendencia marcada por "Se7en" un año antes (que, a su vez, lucía una fotografía oscurantista que debía bastante a "Expediente X"), y su némesis más recurrente, un demonio llamado Legión, debe ser uno de los malos más desasosegantes de la televisión yanqui reciente. Además de que, por supuesto, el Grupo guardaba más de un esqueleto en el armario y termina siendo otra fuerza del mal.
La serie se beneficiaba de tener como protagonista a Lance Henriksen, un actor que da a la perfección el tipo de persona torturada y que tiene una carrera variopinta (y dejémoslo ahí, seamos buenos), y cuyo personaje debía su nombre a Black Francis, el cantante de los Pixies, otro tipo muy peculiar que incluso escribió una canción llamada "Motorway to Roswell". Su contacto en el Grupo, Peter Watts, era Terry O'Quinn, que antes de que J.J. Abrams lo lanzara al estrellato con "Alias" y "Perdidos", era un fijo en las series de Chris Carter (menos en "The Lone Gunmen", salió en todas).
Como decimos, "Millennium" estuvo en antena tres temporadas y su cierre definitivo se dio en el episodio de "Expediente X" del mismo título, en el que Mulder y Scully investigan las "muertes" de varios miembros del Grupo y, para ello, buscan la ayuda de Frank, que está ingresado en un hospital psiquiátrico. El capítulo es recordado entre los shippers, además, por ser el primer beso de Mulder y Scully (el de "Triangle" no cuenta). Es un poco tramposo porque, si la memoria no me falla, es debajo de una rama de muérdago en Nochevieja, justo cuando empieza el año 2000, y lo sigue una de esas míticas frases de Mulder: "El mundo no se ha acabado". A lo que Scully responde: "No, no lo ha hecho".
6 comentarios:
Qué recuerdos! Por esa época nos dimos de alta en Canal+, en parte, para poder ver esta serie... aunque la tengo borrosa, la verdad. ¿Me lo invento o había algo muuuuuuy turbio con la hija?
Había algo muy chungo con la hija, que creo que también ve visiones como las de su padre. Eran un poco una versión más inquietante de la familia DuBois.
Yo tengo recuerdos muy, muy vagos de esta serie. Me suena haber visto algo por Canal+, y creo que no hace mucho también la estaba emitiendo Cuatro en las madrugadas de los domingos. Por cierto, en la foto, Terry O'Quinn me recuerda un montón a Jordi Rebellón. ;)
Yo esta serie creo que la vi asi de pasada en Cuatro pero ni le preste atencion. No tenia ni idea de la particiación de Tery O´Quinn en ella, este hombre con la tonteria a estao en mas de un fregao metio :)
Ya, Molti, Terry O'Quinn ha estado metido en un montón de cosas, pero pocas con éxito. Hasta que JeiJei se cruzó en su camino, claro.
Dios que mal cada vez que pienso en Harsh Realm y en como me quede a medias y con la cara de tonto cuando vi que se canceló y no había más capítulos.
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