Desde que empezó la temporada de series en Estados Unidos, no hemos dejado de hablar de que éste es el año de las comedias y, sobre todo, de que es el año de las comedias protagonizadas por mujeres y, en gran parte, creadas también por mujeres. "New Girl", "2 broke girls", "Suburgatory", "Whitney", "Up all night"... Todas ellas están dentro de esa tendencia y, en su mayoría, figuran también entre los éxitos de la temporada. Luego, curiosamente, está la otra tendencia del género este otoño, que no es otra que la de las comedias cuyos protagonistas son hombres que sienten que se han visto desplazados de su posición de "machos alfa", que han sido "castrados", si nos ponemos en plan tremendo, y han dejado que las mujeres tomen el mando, y no saben qué hacer en ese nuevo mundo.
Cuando se presentaron los upfronts, los críticos metieron ese saco, sobre todo, tres comedias de la ABC; "Man Up", "Work it" y "Last man standing", una que, por representar el regreso de Tim Allen a televisión, era esperada con cierta expectación. Y lo cierto es que esta sitcom entra, además, en la tercera tendencia reconocible de esta temporada, que no es otra que casi todas las comedias parecen haber sido transplantadas a 2011 directamente desde 1994. No hay más que ver diez minutos de la serie de Allen, o de la ya cancelada "How to be a gentleman" o de cualquiera de las dos creadas por Whitney Cummings para darse cuenta de ello. No sólo se ven viejas y caducadas, sino que su humor también lo está.
Los chistes con Mike Baxter, el protagonista de "Last man standing", giran todos en torno a cómo él cree que es una tragedia que se haya perdido el tipo de hombre que hace actividades campestres (principalmente, cazar y pescar), que cree que es estúpido proteger una casa a prueba de bebés, que desprecia a todo aquél que no sabe cambiar una rueda por sí mismo y que no escucha a las mujeres, aunque sean su propia esposa y sus tres hijas. Se podría decir que ese arquetipo ya estaba caduco a finales de los 90, así que imagináoslo ya en el siglo XXI.
Una cosa muy curiosa de la crítica de Alan Sepinwall sobre la serie es su sorpresa de que su creador sea Jack Burditt (lo que le lleva a pensar que igual todo esto no es más que una broma muy cara). Más que sorpresa, conecta este hecho con aquella serie falsa inventada por "30 Rock", "Bitch Hunter", en la que Will Ferrell era un policía que se dedicaba a interrumpir despedidas de soltera y a irrumpir en salones de belleza dando una patada en la puerta y cargando su recortada. En la serie, situaban a Burditt como su co-creador (junto con Ben Silverman), y la utilizaban como la razón para que Jack no pudiera cancelar "TGS". ¿Era esto una señal de lo que estaba por venir en la ABC? ¿Era sólo uno de los puyazos habituales de "30 Rock" a la NBC?
1 comentario:
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