ALERTA SPOILERS: Si no sabéis qué pinta el lema de la casa Stark (y Sherlock Holmes) en el especial de Navidad de "Doctor Who", es mejor que no sigáis leyendo. Corred, chicos listos.
Parece que la segunda parte de la séptima temporada de "Doctor Who", la que debe llegar hasta el 50º aniversario de su estreno, en noviembre de 1963, va a tener un misterio central en forma de nueva acompañante. Clara Oswin Oswald es un interrogante, una incógnita que puede ayudarla a escapar antes de la sombra de Amy Pond de lo que pudo hacerlo Martha Jones de la de Rose Tyler, y un misterio que se nos empezó a presentar en "Asylum of the Daleks", cuando el Doctor tuvo su primera toma de contacto con la chica de los suflés. Los suflés y su catchphrase ("Run, you clever boy. And remember") despiertan enseguida el interés de este Doctor totalmente apático tras perder a Amy y a Rory, que prefiere ver la vida pasar y dejar que sus tres amigos (Vastra y su mujer y Strax, que merecen juntos un spin off) sean los que vayan por ahí resolviendo misterios y suplantando a Sherlock Holmes. Pero una nieve que refleja los temores de los niños solitarios (y a la que da voz Ian McKellen) y la presencia de Clara lo llevan a volver a la acción.
"The Snowmen" es un especial sumamente entretenido, aunque con una resolución de la amenaza no muy bien llevada, que tiene sus toques hacia la serie clásica de los 60 y que, en realidad, tiene como principal objetivo establecer la relación entre Clara y el Doctor. ¿Quién es ella? ¿Qué quiere decir que sea algo así como una constante en la línea temporal reciente del Doctor, una chica resuelta que llama su atención, lo ayuda y luego muere una vez que le ha salvado la vida? Hay quien está ya buscando respuestas, de nuevo, en las temporadas clásicas de "Doctor Who", y hay quien las busca comparando la historia con "Perdidos" o "Matadero cinco" (que es la verdadera inspiración de Desmond Hume y su "separación" del tiempo), pero lo cierto es que sabemos todavía muy poco como para especular. En Estados Unidos, la energía que Jenna-Louise Coleman imprime a Clara ha llevado a que le asignen ese adjetivo tan de 2011 de "adorkable", y por ahora parece bien posicionada para que ganarse por sí misma su puesto en la TARDIS.
Las nuevas acompañantes, al igual que las regeneraciones del Doctor, llevan a la serie un soplo de aire fresco, la posibilidad de probar cosas diferentes de las que se habían estado haciendo hasta ese momento. Steven Moffat aún arrastra de la época de Amy y Rory esa mitología alrededor de la pregunta que da nombre a la serie, pero en el resto de aspectos, Clara es lo más cercano a una tabula rasa que podrá tener. Desde luego, hay curiosidad por ver cómo va a desarrollarse ese personaje, más después de que sea la primera en decir que la TARDIS es "más pequeña por fuera". ¿Quién es? ¿Cuál es su propósito? ¿Y cuántas veces morirá y volverá a conocer al Doctor antes de que este descubra qué está pasando?.
A propósito del 50º aniversario, quizás puede ser una buena forma de celebrarlo leyendo el cómic "The forgotten", que hace un pequeño homenaje a los diez primeros Doctores.
6 comentarios:
Después de la nefasta tanda de cinco capítulos con que empezó la S7, este especial Navidad me ha gustado bastante. Moff sigue siendo un poco cansino con su manía de rizar el rizo en los finales, pero juega muy bien con que al ver a Clara todos pensamos, "bah, se salvará, la hemos visto morir. Es otra River, qué tostón". Pues no, no era otra River, parece que va a ser algo nuevo.
Me llama un poco la atención que los fans insistan en buscar la explicación a todo tirando de serie clásica, la verdad. A mi la serie clásica (lo que he visto, al menos) me gusta tanto como al que más, pero ni la grieta venía de Omega ni el Silencio había sido visto antes, ni River era Romana, ni nada de nada. Para mi, el mensaje del propio Doctor ("something NEW", "this is a first") creo que lo aclara lo suficiente. Pero bueno, supongo que nos aburrimos mucho xD.
En fin, Moff parece haber dado con una buena tecla otra vez. Clara mola mucho y ahora lo que hace falta es que su misterio dure lo que tiene que durar sin estirarse demasiado y a ser posible con una resolución satisfactoria. Por lo pronto vuelvo a esperar los episodios de abril con curiosidad e interés, que es más de lo que podía decir ayer antes de ver el especial.
Desde que Moffat se convirtió en el hacedor de las aventuras del Doctah, me cansan los argumentos demasiado rebuscados y sobre referenciados que hacen que pierda el hilo con tanto giro temporal…y el maldito tiene la capacidad de picarme la curiosidad para seguir a ver si, por fin, ha conseguido hilar una historia que no sea un enrevesada madeja, que el Doctor vuelva a tener el entusiasmo cuasi-infantil que le insufló Tennant y las historias rocambolescas y disparatadas en mundos inimaginables. Casi un año, que se dice pronto, para que lleguen el resto de capítulos, esta forma de alargar la temporada no creo que le haga bien a la serie. El único consuelo es que se ha dejado cerrada la trama de los Pond y se supone que empezará de cero ¿o no? Veremos.
Saludos. Adicta
a mi el nuevo estilo de DW no me convence en absoluto.
A mi me ha parecido un capitulazo. Es verdad que la resolución es lo más flojo del mismo pero eso es algo que ocurre en más capítulos de Dr Who de lo que nos gusta reconocer. Creo que lo mejor que se puede decir del cap es que a mi al menos me ha dejado con unas ganas locas de ver el resto de la temporada.
Me uno a la petición de Spinoff para los acompañantes del Doctor (me he reído mucho con Strax) y aprovecho para volver a sacar un tema que ya se ha mencionado alguna otra vez en este blog: creo que estamos siendo injustos con Moffat de la misma manera que al principio de su étapa muchos fueron injustos con Russell T DAvies. Cada uno tiene sus cosas pero a mi las dos etapas me parecen igual de válidas en general y ya depende un poco de si te gustan más los capítulos independientes más espectaculares o una cierta serielización (tampoco tanta) con enigmas a medio plazo.
Saludos
Me temo que con DW no hay término medio. Moffat era adorado incondicionalmente al principio, y ahora la moda es defenestrarlo. Ahora sí, sí creo que a veces se deja llevar por su gusto por los puzzles más de la cuenta.
Tal vez mi comentario se haya entendido mal. Yo no defenestro a Moffat, al contrario, es un genial guionista y ha reinventado títulos que me encantan, como Jekyll o Sherlock. Fue un notición cuando se supo que iba a encargarse de DW, después de haber sido el responsable de episodios memorables en la nueva era de la serie. Pero una cosa es seguir ese tipo de puzzles para episodios sueltos (Blink, alabado sea) a emplear el recurso una y otra, y otra, y otra vez a lo largo de ya tres temporadas. Cansa. Por lo menos a mi me agota mentalmente el tener que estar tan pendiente del más mínimo detalle, que después será importantísimo para la resolución final de la temporada de ese año (o del siguiente), no sé si me explico. Antes era más pura diversión, con mucha acción, carreras, teorías disparadas por boca del doctor a velocidad luz y viajes a mundos imposibles, no había que pensar tanto al ver la serie, sólo disfrutarla. Este episodio de Navidad ha sido soso en cuanto a la historia en sí (y su resolución precipitada), ha valido más como una excusa para presentar a Clara, la nueva companion. Me gusta y ya han empezado los misterios con ella y su segunda muerte, con lo que ya tenemos nuevo puzzle. Ojalá este sea de menos piezas.
Saludos y feliz año. Adicta
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