No hace mucho, The Guardian publicó un reportaje en el que exponía cómo no pocas actrices de Hollywood habían empezado a escribir sus propios papeles ante la escasez de personajes decentes para ellas (que es una de las razones de que unas cuantas hayan acabado pasándose a la televisión, y no sólo las que superan los 40 años). Entre los ejemplos que mencionaba incluía a Brit Marling, que forma parte de una interesante colaboración con dos directores, Mike Cahill y Zal Batmanglij, con los que co-escribe las películas que, después, ella protagoniza. Con el primero debutó con una muy interesante obra de ciencia ficción como "Otra Tierra", y con el segundo estrenó hace poco su segunda película juntos, "The East", una historia con la que parecen estar haciendo algo más de ruido porque ha terminado teniendo algún que otro paralelismo con la saga de Edward Snowden y el espionaje mundial de la NSA estadounidense.
"The East" toca dos temas poco tratados en el cine de Hollywood como el ecoterrorismo y las empresas privadas de seguridad e inteligencia, compañías que están subcontratadas a veces por los mismos gobiernos para realizar las tareas que antes hacía la CIA, por ejemplo. Esas empresas son grandes fantasmas con mucho poder y que alcanzan casi cualquier lugar del mundo en el que sus clientes tengan algún "problema" que solucionar. En medio de esto nos encontramos con una ex agente del FBI que se ha pasado al sector privado porque, evidentemente, paga mejor, y que debe infiltrarse en un grupo de ecoterroristas. La cinta es en su mayor parte un thriller de espías, pero está festoneada de otros detalles, como las connotaciones un poco sectarias que tiene a veces The East (que es como se llama ese grupo), la frialdad corporativa de la empresa de inteligencia o los propios principios de Jane/Sarah, la protagonista.
Una crítica de la película (ahora no recuerdo dónde) decía que era fácil ver "The East" como un vehículo de lucimiento para Matt Damon, o hasta Leonardo DiCaprio, que habría sido lo más habitual, y que tener a una mujer en su centro ya era un toque diferenciador. No le falta razón, pero es también el modo en el que se cuenta toda la historia y en el que se dibuja a los personajes lo que le confiere su solidez y su interés. Es recomendable verla sabiendo lo mínimo imprescindible, y no esperar una película indie de tesis, a lo arte y ensayo, porque no es así. El punto de vista de Marling y Batmanglij está, evidentemente, influenciado por sus estudios y su experiencia en la universidad de Georgetown (ella se licenció en Económicas), además de por su gusto, reconocido en varias entrevistas, por los thrillers de los 70, películas que entretenían al mismo tiempo que planteaban al espectador preguntas sobre temas de relevancia. Pero "The East" no deja de ser una cinta de espías que mantiene un buen suspense y cuyo final puede discutirse, pero que también "vende" el que termina siendo el principal tema de la historia, que es nuestra responsabilidad y nuestro libre albedrío como individuos.
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