Llevamos unos cuantos años en los que el debate sobre si Hollywood tiene en cuenta a algún tipo de público que no sean los chicos de entre 15 y 30 años no deja de tener vigencia. Los blockbusters parecen dirigidos claramente a ellos, y casi acaba siendo noticia, por su característica de rareza, que una película con protagonismo mayoritariamente femenino tenga éxito en la taquilla. Desde "Bridesmaids" hace un par de años, en los medios especializados en la industria del cine se habla sobre el tirón de las comedias de mujeres y, específicamente, sobre el fenómeno de Melissa McCarthy, que con aquella cinta, "Por la cara" y la nueva "The heat", con Sandra Bullock, ha superado con cada una los 100 millones de dólares de recaudación, y ampliamente, además. Al hilo de todo esto, resulta curioso leer esta entrada de The Guardian sobre el test de Bechdel, un pequeño experimento que intenta averiguar si las películas tienen en cuenta a los personajes femeninos de algún modo que no sea el de ser las comparsas del protagonista masculino.
El test se basa en tres preguntas: ¿Hay en la cinta dos o más mujeres que tengan nombres? ¿Hablan esas mujeres entre ellas? ¿Y hablan de algo que no sea un hombre? Muchas de las películas más taquilleras, y más conocidas, de los últimos tiempos no pasan ese test, y lo mismo ocurre con unas cuantas series de televisión (ha sido leer el test, y ponerme a pensar en si en "Sexo en Nueva York" hablaban principalmente de hombres). En el vídeo que acompaña la entrada de The Guardian dan multitud de ejemplos de películas que no aprueban ese test, pero éste, por otro lado, no es ningún medidor de la calidad de la cinta ni de si sus personajes están bien o mal construidos. Sólo intenta averiguar si las mujeres están representadas de algún modo y si tienen algún tipo de personalidad independiente de los hombres. Visto lo visto, hasta es comprensible que la gente se sorprenda con lo bien que ha funcionado "The Heat", pasando por alto que tiene como protagonistas a dos actrices que tienen mucho tirón entre el público.
Sobre los entresijos de Hollywood hay un documental muy interesante que pretende desmontar el modo en el que la MPAA (Motion Picture Associaton of America) califica las películas, "This film is not yet rated". Fue la cinta que dio a conocer a su director, Kirby Dick, que hizo mucho ruido el año pasado con "The invisible war", y lo logró por el tono con el que está contada. A Dick, el sistema de calificaciones de la MPAA le parece arbitrario, absurdo y un método de aplicar la censura a todo tipo de películas que no casen con los valores que defiende dicha asociación, y el documental tiene, como consecuencia, un tono entre jocoso y de denuncia que lo hace muy entretenido, interesante y hasta divertido. Bastantes directores que han sufrido las acciones de la MPAA, y sus sugerencias de cambios para otorgar a sus cintas una calificación más benévola (una PG-13 en lugar de una NC-17 o una R, por ejemplo), cuentan sus experiencias, desde Kevin Smith a John Waters o Trey Parker y Matt Stone, y también se recogen declaraciones de archivo de Jack Valenti, el poderoso fundador de la MPAA.
Pero el hallazgo de "This film is not yet rated" es el momento en el que Dick decide contratar a una detective privada de Los Ángeles para intentar descubrir a los miembros de la asociación (cuyas identidades no se divulgan al público). Las interacciones entre el director y la investigadora, que utiliza como ayudante a la hija adolescente de su compañera, son realmente divertidas, y ponen todavía más el acento en lo absurdo de todo el sistema. Dick hasta se reserva un pequeño giro final concerniente a él mismo, y que termina por demostrar el punto que él quería contar. Desde luego, el tema está investigado con la misma seriedad con la que se investigó "The invisible war", pero se cuenta desde una óptica más simpática, aunque siga siendo algo por lo que Dick está también indignado, a otra escala.
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