Estos últimos días, coincidiendo con el final de la segunda temporada de "Continuum", ha habido bastante gente que se preguntaba si debía darle una oportunidad a este título de ciencia ficción del canal canadiense Showcase. The Guardian lo destacaba también al mencionar las tres mejores series de este género que están emitiéndose actualmente en la televisión británica (junto a "Falling Skies" y "Defiance"), y todo esto parece haber picado la curiosidad de quienes echaron un vistazo al piloto el verano pasado y decidieron que no era para ellos, o de quienes ni siquiera vieron los primeros cinco minutos porque, en ese momento, les llamaron más la atención otros estrenos. Pero ya se sabe, como estamos en verano, estamos más dispuestos a concederles una oportunidad a series que al principio no nos atraían, y teniendo en cuenta que "Continuum" tiene, entre sus dos temporadas, 23 capítulos, puede ser otra opción de ésas para hacer maratón, sin necesidad de tirar de las ofertas de Netflix.
Lo primero que hay que saber sobre esta serie es que está creada por Simon Barry, antiguo operador de cámara que antes de esto había escrito el guión de "El arte de la guerra", con Wesley Snipes (y que cuenta un poco el germen de la historia en esta entrevista), y su protagonista es Rachel Nichols, que tuvo uno de sus papeles más conocidos en la última temporada de "Alias", como Rachel Gibson, y que alguno quizás hayáis visto en el remake de "Conan, el bárbaro", en "Mentes criminales", en "G.I. Joe" o pintada de verde en la primera película de "Star Trek" dirigida por J.J. Abrams. Nichols es Kiera Cameron, una agente de policía "robocopizada" del año 2077, que tiene implantado en su cabeza un chip que graba todo lo que ve y que le permite analizar escenas del crimen y detectar si un testigo está mintiendo. Además, lleva un traje que puede hacer absolutamente de todo, desde volverla invisible a crear un escudo deflector contra las balas (y que yo creo que tiene por ahí también conexión a Spotify, Twitter, Gmail, Facebook y Wi-Fi propio).
Kiera es asignada a supervisar la ejecución de un grupo de terroristas que matan a miles de personas en un atentado contra las grandes empresas que controlan en el futuro al gobierno y al mundo, en general, y que han implantado un estado policial. Los terroristas, sin embargo, han trazado un plan que debe hacerlos viajar en el tiempo, hasta 2072, para poder iniciar una revolución que haga caer al gobierno corporativo, pero acaban por error en 2012. Y Kiera viaja con ellos al pasado en lo que parece un accidente, hasta que vamos descubriendo que podría no serlo. Los terroristas quieren poner en marcha su plan para cambiar el futuro, y Kiera quiere volver a casa (e impedir que ese futuro cambie, pues entonces no puede estar segura de que su marido y su hijo vayan a seguir allí), así que ya tenemos las líneas básicas sobre las que se construye "Continuum". Ésta sin embargo, introduce al principio un elemento procedimental, ya que Kiera empieza a trabajar con la policía de Vancouver en la búsqueda de Liber8 (que es el nombre del grupo terrorista), y tarda bastante en deshacerse de él (los casos de la semana son, en la primera temporada, lo más flojo de la serie).
Sin embargo, si "Continuum" merece la pena por algo, es por esa idea que está siempre flotando sobre ella, la idea de que los terroristas pueden ser los "buenos" y Kiera puede estar trabajando para los "malos", y todo lo relacionado con el futuro logra casi siempre historias entretenidas. La agente Cameron va humanizándose poco a poco, pero nunca pierde ese lado casi de superheroína que aportan los "poderes" que le confieren tanto su chip como su traje, y es un personaje lo suficientemente interesante para ocupar el centro de la serie. No obstante, el adolescente con el que entra en contacto nada más llegar a 2012 también va adquiriendo importancia progresivamente, y hasta bien puede acabar siendo el gran protagonista de toda la historia. "Continuum" es ciencia ficción entretenida y que ha ampliado mucho su mundo de la primera a la segunda temporada, pero que tarda un poco en echar a rodar y en encontrar su ritmo.
P.D.: Agosto es sinónimo de vacaciones en este rincón bloguero, así que, en las próximas semanas, quizás haya un ritmo de actualización bastante más relajado. De todos modos, recientemente he tenido otras participaciones por ahí que a lo mejor os pueden interesar, como un comentario en La Script, de la SER, sobre los estrenos del verano en Estados Unidos, y una charla en Adictos al Espectáculo sobre lo más destacado de la última Comic-Con. Y, si queréis, también podéis escuchar los programas anteriores de Yo disparé a JR, ese podcast con Crítico en Serie que va a volver muy pronto de su hiato veraniego.
3 comentarios:
La primera temporada estuvo muy, muy bien. Molaba la trama y que el peso de la serie callera en una chica fuerte. Pero en la segunda temporada se les va de las manos... al menos lo que he visto de momento... se ha liado todo tanto que ya no todo tiene sentido y dan ganas de dejar de verla. A ver si mejora.
Yo no estoy segura de haber entendido bien el final (¿los encierran en el futuro o en el presente?). Claro que puede que sea por haberlo visto a las dos de la mañana, a lo mejor tendría que volver a verlo… :P
No voy a decir nada para no spoilear a nadie, pero creo que no hay salto temporal :)
Y Kekos, yo no creo que lo hayan liado tanto. Espera a ver el final, no te adelantes.
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