En los años 40, los estudios de Hollywood contaban entre sus especialidades las denominadas screwball comedies, comedias de enredo de trama compleja, muchos gags físicos, un alto ritmo y unos diálogos dichos generalmente a la velocidad del rayo. Célebre es la anécdota atribuida a Howard Hawks durante el rodaje de "Luna nueva", en el que hacía repetir tomas a sus actores con la instrucción: "Ahora, dilo más rápido". Del cine, estos diálogos veloces e ingeniosos se trasladaron también a la televisión de la denominada como segunda edad de oro (un término que cada vez me gusta menos), y no sólo para las comedias, sino para dar a los dramas un toque diferente. El considerado como consumado maestro es Aaron Sorkin, cuyos personajes hablan todos como si sus cerebros fueran más rápido que sus lenguas, y cuya "El ala oeste de la Casa Blanca" instauró los famosos walk and talk, con personajes que tenían conversaciones enteras caminando de un lado para otro, siempre con prisa (algo de lo que Sorkin se autoparodió en un genial cameo en "30 Rock").
Que los actores dominen estos diálogos no debe ser nada sencillo. Rooney Mara contaba en una entrevista reciente que la escena inicial de "La red social" la repitieron incesantemente ella y Jesse Eisenberg mientras un asistente los cronometraba; tenían que decir sus diálogos creo que en algo menos de cuatro minutos. Pero la velocidad no debe ser impedimento para que entendamos lo que vestán intentándonos decir y, sobre todo, aunque en teoría la velocidad debería indicarnos la inteligencia de los personajes, a veces puede resultar terriblemente pretenciosa. El ejemplo más claro es otra escena inicial, en este caso la de "Scandal", la nueva serie de Shonda Rhimes. Sus protagonistas se dedican a resolver crisis de todo tipo de personajes imporrtantes, intentando que no lleguen a convertirse en un escándalo, y en teoría son los más listos y los más ingeniosos a la hora de usar todo tipo de recursos para conseguirlo.
En esa escena inicial, uno de los empleados de Olivia Pope, la protagonista, entrevista en un bar al nuevo fichaje, una joven abogada, y se dedica a impresionarla hablando realmente rápido y soltando cosas como que ellos son "gladiadores con traje". La sensación que transpira es de pretenciosidad, de estar gritando "mira qué listo soy". Esta mañana, hemos estado hablando por Twitter justo de estos diálogos tipo ametralladora y si Rhimes no se había pasado un poco de la raya en su afán de que suenen sorkinianos. Para ver series con diálogos rápidos, ingeniosos y divertidos nos quedamos con "Las chicas Gilmore" o con "Pushing daisies", cuyos diálogos muchas veces eran ingeniosos sólo por el mero hecho de serlo, porque entraban dentro de ese pequeño experimento entre forma y fondo que era la serie. "Life is short, talk fast", que decía una vieja promoción de The CW.
P.D. podcastero: Sí, "Scandal" es una de las seriesde las que hablamos en el nuevo programa de "Yo disparé a J.R.". El plato fuerte de esta semana es el análisis del inicio de la segunda temporada de "Juego de tronos" con Montse Cebrián, de "By The Way", pero tocamos otros muchos temas, claro. Como siempre, en el blog están todas las opciones de escucha y descarga (más una impagable foto de Sue Ellen borracha, por supuesto), pero os dejo por aquí también el menú del día.
- 0': "Scandal".
- 11': "Magic City"
- 21': "Juego de tronos"
- 53': "Best friends forever" y "Bent"
- 63': "Once upon a time" (spoilers hasta el 1x18).
4 comentarios:
Tienes razón, el principio de Scandal para seguirlo con subtitulos lo tuve que parar. Dios mío ese tío hablaba tanto y tan rápido. xD
Yo sigo poniendo en un pedestal a Lauren Graham y a Alexis Bledel por ser capaces de hablar a semejante velocidad, es im presionante, pero más a las actrices de doblaje que hicieron lo mismo en castellano.
La actriz que dobló a Lorelai Gilmore merece que le pagaran el triple.
Tras el primer diálogo ya sabía que esto iba a tener la misma profundidad que mi pecera. Tengo que agradecer que parezca imposible que vaya a mejorar por lo que solo he perdido 45 minutos de mi vida con Scandal y que me haya confirmado que Shonda y yo debemos mantener las distancias.
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