03 marzo 2015

Así se trabaja en Battle Creek

En este frenesí de estrenos que está dejándonos el inicio del mes de marzo destacaba a priori "Battle Creek", un título policíaco que une una idea original de Vince Gilligan con el desarrollo que le da David Shore, creador de "House" y experto en personajes peculiares, como mínimo, y en procedimentales disfrazados de otra cosa. Esos dos nombres hacen que los alérgicos a las series "de casos" puedan decidir darle una oportunidad a esta historia de policías de personalidades contrarias que trabajan por el mismo objetivo, pero parece que no hubo demasiados de esos en su debut en CBS el pasado domingo. Menos de ocho millones de espectadores y un 1 en la demo no invitan precisamente al optimismo de cara a la supervivencia de la serie, lo que es una lástima teniendo en cuenta las pinceladas que vemos en el piloto.

La premisa de "Battle Creek" es sencilla; los detectives de esa pequeña ciudad de Michigan están hartos de trabajar con tasers sin pilas, con un equipamiento que parece sacado de un trastero de "¿Quién da más?" y que les deja en desventaja frente a los criminales, así que piden ayuda. Ésa se materializa en la persona del agente especial del FBI Milt Chamberlain (nombre que tiene su gracia si sabemos quién era Wilt Chamberlain), que acaba en Battle Creek desde Detroit muy probablemente por alguna metedura de pata pasada, pero su fachada es la de un triunfador, un tipo que juega al golf con el presidente de Estados Unidos y que atrapa a los malos no sólo gracias a las últimas novedades tecnológicas, sino también por su carisma y confianza en la gente. Su compañero en su primer caso en su nuevo destino no podría ser más diferente a él. El detective Russ Agnew es cínico, desastroso en su aspecto y está completamente desencantado con el mundo en general. Y ambos terminarán siendo una pareja imbatible, por supuesto.

El primer episodio de "Battle Creek" es una presentación perfecta del tono de la serie, de sus dos protagonistas y del entorno en el que se van a mover. Se busca más un tono de comedia que encaja con los sentidos del humor que Shore desplegó en "House" y Gilligan, más en "Expediente X" que en "Breaking Bad", y que descansa en gran parte en la química, y el contraste, entre Josh Duhamel y Dean Winters. Ambos están bastante bien juntos, apuntando a un dúo que puede resultar muy entretenido de ver. No sabemos si ambos acabarán siendo amigos, como es lo tradicional, o si se mantendrán como colegas de trabajo que no acaban de entenderse, pero habrá tiempo para que los arquetipos, sobre todo entre el resto de trabajadores de la comisaría, se vayan limando.

La última vez que una cadena intentó un drama policial con toques cómicos fue FOX con "The good guys", cuyo humor estaba más potenciado, y no funcionó, así que parece que "Battle Creek" no pasará de la primera temporada. Los títulos policiales que CBS ha estrenado en los últimos años al final de la midseason, como "Golden boy", no han resultado como ellos esperaban.

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