09 marzo 2015

Un quinteto de la Muestra Syfy

Y otro año más, ese pedacito del Festival de Sitges en Madrid que es la Muestra Syfy ha llegado a su fin. Entre el pasado jueves y ayer, se proyectaron 16 largometrajes (incluyendo el preestreno de "Chappie" que la inauguró) y cuatro cortos, bastantes de ellos sin estrenar y, lo que es peor, sin distribución en España. De este modo, los maratones en el cine Callao son en ocasiones la única manera (legal) de ver cintas que pasarían desapercibidas de otra manera. En esta 12ª edición ha habido varias constantes, como que las películas que se proyectaban a las 15:30 han sido, en general, de lo más destacado de la Muestra, que las sesiones golfas han dejado bastante que desear, y que el dúo electrónico Die Antwoord ha acabado teniendo más presencia de la prevista, primero como co-protagonistas de "Chappie" y, luego, como una de las inspiraciones de la directora de "A girl walks home alone at night", Anna Lily Amirpour.

Ha habido, además, una amplia variedad geográfica, con cintas neozelandesas, japonesas, irlandesas y hasta suecas, y se han mantenido tradiciones como la de aplaudir como locos en cuanto hay un plano de la luna llena (tradición instaurada por "Boneboys" hace un par de años). También ha habido, curiosamente, un par de días más o menos temáticos, con el viernes dominado por las comedias y el domingo, por las propuestas más indies, y de todo lo visto, esto va a ser un personal top 5 de mis favoritas. Faltarán algunas de las más comentadas (como "Spring", que no vi), lo que es inevitable, y las que están se presentan en riguroso orden de proyección.

"Housebound": La primera de las películas neozelandesas de la Muestra cuenta la historia de una joven delincuente que se ve obligada a pasar siete meses en arresto domiciliario en casa de su madre, que siempre ha sostenido que dicha casa está encantada. Los toques de comedia, basados en los clichés de este subgénero, están muy bien distribuidos y, en general, funcionan bastante bien, y la relación entre la madre y la hija (que es, al final, lo que de verdad le interesa a la cinta) es muy entretenida. Fue una de las sorpresas del certamen porque nadie esperaba gran cosa de ella.

"Lo que hacemos en las sombras": Segunda cinta llegada desde Nueva Zelanda, y otra que encaja en otra de las tendencias de la Muestra, que fue encontrarse actores televisivos por todas partes (especialmente en "Jamie Marks is dead"). Aquí está una de las mitades de "Flight of the Conchords", Jemaine Clement, co-director y co-protagonista de este falso documental sobre cuatro vampiros que comparten casa en Wellington. Tiene un sentido del humor a prueba de bombas, sacando provecho de las convenciones del cine de vampiros y de las situaciones cotidianas de cuatro tipos viviendo bajo el mismo techo, y hasta hace chistes de lo absurdo que es que haya cámaras siguiéndolos a todas partes.

"Song of the sea": Nominada este año al Oscar a mejor película de animación, la segunda cinta de Tomm Moore es una preciosa y delicada historia sobre un padre y sus hijos que pierden a su esposa y madre, respectivamente, y cómo ese duelo se relaciona con el mito irlandés (celta, más bien) de las selkies, criaturas mitológicas que adoptan la forma de focas y que pueden transformarse en hombres o mujeres de gran belleza. El dibujo es muy artístico, la historia tiene encanto (aunque sea muy sencilla) y hay mucha emoción impulsándola siempre. Y tiene igualmente unas bonitas canciones en gaélico.

"A girl walks home alone at night": Tal vez, la mayor curiosidad del certamen haya sido esta película estadounidense hablada en farsi, en blanco y negro, concebida por una directora de origen iraní y que sigue a una vampiresa que va siempre con una camiseta de rayas y un chador negro hasta los pies. El año pasado fue una de las sensaciones del ciruito festivalero, y no es difícil ver por qué. La mezcla de referentes entre el cine iraní, David Lynch, los spaghetti westerns, los cómics y Anne Rice deja una película sumamente interesante, con una fotografía a veces de cine mudo sensacional y muy original. Y es otra llena de actores que se ganan la vida en las series de las networks (Sheila Vand, la chica del título, ha estado esta temporada en "State of affairs" en NBC).

"Under the skin": Del experimento de Jonathan Glazer hablamos en verano, pero merece la pena recordarla porque verla en pantalla grande le hace ganar enteros, si conectamos con ella y con esa Scarlett Johansson a un tiempo tan alien, tan implacable y tan vulnerable.

"Mi vecino Totoro" (bonus): Confieso que, en los tres años que llevo yendo a la Muestra Syfy, la proyección infantil del sábado por la mañana es uno de mis momentos favoritos. Esta vez, se optó por uno de los clásicos de Hayao Miyazaki y el Studio Ghibli, la historia de unas niñas y su fantasmal vecino, un gato gigante lleno de encanto.

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