En el verano de 1990, CBS estrenaba una de las series más peculiares de los últimos tiempos; "Doctor en Alaska", que era el título español de "Northern Exposure". Llevaba a un pequeño pueblo de Alaska a un médico judío de Nueva York al que ese estado había dado un crédito para que pagara sus estudios en la universidad de Columbia, y ahora tenía que devolverlo trabajando durante cuatro años en Cicely. Era la clásica historia de pez fuera del agua en la que las clásicas neurosis de película de Woody Allen de Joel Fleischmann chocaban con la peculiar personalidad del pueblo. Porque antes que Stars Hollow, Cicely era un sitio con su propia personalidad.
Entre las costumbres de la población india (cuyas fiestas se celebraban en todo el pueblo), los aventureros que iban allí en busca de nuevas emociones, los que huían de algo, lo que querían aprovechar la oportunidad de negocio que daban sus recursos naturales, y quienes, simplemente, se quedaban en el pueblo un poco porque sí, Cicely se convertía en el verdadero protagonista de "Doctor en Alaska". Y para los espectadores era la mejor excusa para volver semana a semana. Los monosílabos que expresaban todo un mundo de Marilyn, la entrañable secretaria de Joel, bien podían ser lo que mejor representaba qué hacia a esta serie tan especial.
Y eso que es complicado explicárselo a alguien que nunca la haya visto. Se le puede contar el tira y afloja sentimental entre Fleischmann y Maggie O'Connell, piloto de avionetas; las reflexiones filosóficas de Chris en su programa matinal de radio, los intentos de negocio de Maurice Minnifield, ex astronauta, o el amor por el cine y la sencilla lógica de Ed, pero hay que verlo para poder apreciarlo. Las historias muchas veces tomaban derroteros surrealistas (hay hasta un claro homenaje a "Twin Peaks"), y no era raro que, sobre todo al principio, muchas de ellas giraran en torno al intento de Joel por escapar de allí, sólo para que el pueblo fuera ganándolo poco a poco. "Doctor en Alaska" siempre fue una serie de verano, y aunque su última temporada pierde parte de interés (Rob Morrow se había ido en la anterior), el encanto se mantiene.
Además, la lista de guionistas y productores que pasaron por ella es bastante curiosa. David Chase, por ejemplo, se encargó de llevarla durante la última temporada, si no recuerdo mal, y escribieron algunos capítulos gente como Henry Bromell y Meredith Stiehm ("Homeland"), Barbara Hall ("Madam Secretary") o Jeff Vlaming. Uno de los creadores de la serie, Joshua Brand, puede presumir de que uno de sus guiones para "The Americans" está nominado a un Emmy, además. Y Roslyn, el pueblo del estado de Washington donde se rodaron los exteriores de la serie, es un sitio que parece estar tal cual desde que Fleischmann se marchó finalmente.
Música de la semana: Vamos a adelantar esta pequeña subsección porque este blog va a estar en standby probablemente hasta el martes, así que no es mal momento para quedarnos con la canción que suena de fondo en el trailer de la segunda temporada de "Fargo", un tema setentero de Dr. John titulado "Right place wrong time".
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