La semana pasada, la animación infantil en Estados Unidos vivió dos pequeños eventos: uno era el regreso, por fin, de la segunda temporada de "Gravity Falls" (que sigue a su ritmo) y el otro era la tercera "StevenBomb" de "Steven Universe", o lo que es lo mismo, una semana de episodios diarios que cuentan una historia concreta en cinco partes. Estos dos títulos concentran casi más atención de los fans más talluditos que de los niños, diseccionando los capítulos en busca de pistas que expliquen algunos de los misterios de las series y elaborando sus propias teorías sobre ellos. La verdadera naturaleza de Garnett y el autor del diario de Dipper han hecho correr tantos ríos de tinta digital como las profecías a Daenerys en la Casa de los Eternos o las explicaciones del humo negro al principio de "Perdidos", y tanto Rebecca Sugar como Alex Hirsch, los creadores de ambos títulos, son muy conscientes de ello.
De hecho, es muy habitual que "Gravity Falls" y "Steven Universe" incluyan guiños y metarreferencias sobre los fans y sobre las propias series, y los episodios que se vieron la semana pasada no fueron una excepción. En el caso de la primera, la revelación del pasado del tío Stan fue recibida por Soos con una expresión similar a "espero que esta explicación encaje con la teoría que me he montado en mi cabeza", y Dipper y él representaban a los espectadores, que iban a recibir por fin respuestas a uno de los enigmas en el centro de todo. Para ser un capítulo de exposición de historia pasada, "A tale of two Stans" resultó realmente divertido y mantenía al fondo algunos temas más adultos sobre relaciones familiares y cómo pueden evolucionar, y deteriorarse, con el paso del tiempo.
"Steven Universe" ha tenido muchos momentos muy meta desde su inicio, especialmente en el crossover con "Uncle Grandpa", en el que hay todo un gag consistente en tomarse literalmente lo que es un ship por parte del fandom. Sin embargo, había un episodio en esa tercera #StevenBomb que era todavía más significativo en ese aspecto, "Friend Ship". Utilizando como excusa una obra de teatro escrita, y subvencionada, por el alcalde de Beach City sobre su antepasado fundador de la ciudad, la serie se dedica a reflexionar sobre la naturaleza de los héroes en la ficción, la importancia de que no sean perfectos y de que la historia tampoco lo sea. Es un capítulo muy interesante en ese aspecto porque parece estar haciendo un pequeño comentario sobre la propia serie y sobre las Gemas de Cristal, que tienen sus pequeños defectos y son bastante más complejas de lo que podría parecer.
La autoconsciencia de ambas series no es nueva en la animación (no es tan raro que haya personajes que rompan la cuarta pared, por ejemplo), pero no deja de ser refrescante. Añade otra capa al disfrute de las aventuras de Steven y de los gemelos Pines.
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