Con tanta fiebre de reboot de series de los 90 (la nostalgia de los 80 ya se ha pasado de moda), en algún momento tenía que ser el turno de "Xena, la princesa guerrera". Según cuenta The Hollywood Reporter, los dos productores ejecutivos de la serie original, Sam Raimi y Robert Talpert, estarían empezando a estudiar la posibilidad de revivir al personaje en la NBC, y aunque no se ha hablado aún ni de quién llevaría los guiones, ni de quién sería la nueva Xena (ni de cómo podría seguir involucrada Lucy Lawless en el proyecto, que ya se ha apresurado a puntualizar que, en realidad, por ahora todo esto no pasa de un rumor), en esta era de las insinuaciones elevadas a noticia, todos lo hemos dado por casi seguro.
Realmente, no es una idea tan descabellada. El éxito de "Juego de tronos" ha hecho que las cadenas se animen a probar suerte con sus propios títulos de fantasía, o más o menos históricos, como MTV con "The Shannara Chronicles" o Starz con "Outlander", salvando las distancias, y hace unos años hasta hubo una heredera espiritual de Xena en sindicación, producida también por Raimi y Talpert, como era "La leyenda del buscador". El género no asusta tanto a los ejecutivos (aunque para hacerlo bien, hace falta más dinero del que se piensa), y que HBO esté interesada en él le ha dado cierta respetabilidad. Además, la princesa guerrera puede considerarse "la madre" de buena parte de las heroínas televisivas, y teniendo en cuenta que cada vez hay más proyectos de aventuras con una mujer al frente, su recuperación podría llegar en el momento propicio. Si series fundamentales para la televisión actual como "Twin Peaks" y "Expediente X" vuelven (aunque lo suyo sean más continuaciones que reboots), ¿por qué no Xena?
Da también la sensación de que el hecho de que sea una serie de culto, más que un éxito masivo del que todavía se sacan tres noticias a la semana como "Friends", facilita un reinicio de la franquicia. Recordemos que, originalmente, Xena era una villana en "Hércules" que se hizo tan popular, que acabó teniendo su propia serie y convirtiéndose en heroína total, con su propio viaje de redención, sus propios enemigos, su propio grito de guerra, sus propios intereses amorosos y sus propios sidekicks (y su propio subtexto lésbico, pero eso da para todo un tratado aparte). Y también sus propios capítulos musicales, que también dan para comentar aparte. Pero aunque es un personaje que ha terminado teniendo una gran influencia posterior, no tiene tanta visibilidad crítica como otros títulos de la misma época, y realmente sería interesante ver cómo la "modernizan" Talpert y Raimi.
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