Hace algún tiempo, hablando con las ByTheGirls sobre "House", ellas decían que, de tanto oír a la gente recomendar la serie, de decir que era la última Coca-Cola del desierto y que era la mejor serie que se había hecho nunca (prácticamente), le habían tomado manía al doctor impertinente y antipático. La saturación consigue el efecto contrario del que buscaba, y en lugar de atraer más espectadores, los espanta.
He de reconocer que, en este último año, yo he sufrido también los efectos de los blogueros telibanes. Es algo totalmente personal y, por lo tanto, intransferible, y no es posible predecir qué serie, de entre todas las que un grupo de gente ensalza hasta el infinito, terminará generándote tanta animadversión como la que Peñafiel siente ante la Princesa de Asturias. Al final de la primera temporada de "Héroes", y coincidiendo con su estreno en España, me empezó a cargar un poquito verla por todas partes como si fuera la salvación de nuestras pobres almas teléfilas. El colmo fue la fiesta de celebración del Orgullo Friki en Madrid, donde se eligió a la mejores serie de culto del año entre la citada "Héroes" y, atentos, "Perdidos" y "Galáctica". Que ganara la primera fue demasiado. Sin embargo, la voy a seguir viendo porque me entretiene. Sólo espero que no se desinfle otra vez en su tramo final.
Algo similar me está pasando estas últimas semana con "Studio 60". Ya veo que, entre la blogosfera teléfila, ha gustado bastante, pero no sé porqué, las alabanzas casi unánimes que he leído también en la prensa convencional me han saturado y me han hecho cogerle un poco de tirria. Es irracional, ya lo sé, y probablemente, cuando pase algo de tiempo, la veré, pero por ahora estoy cansada de leer que es una obra maestra que los ejecutivos de la NBC y el público yanqui (que es tonto, claro) no entendieron ni aunque el mismísimo Sorkin se la explicara detalladamente con una pizarra. La mejor explicación que leí otro el día sobre la cancelación de "Studio 60" y la renovación de "30 Rock" sólo se refiere a términos empresariales: la primera era propiedad de Warner; la segunda, de la propia NBC.
5 comentarios:
Coincido contigo, yo acabé saturadísimo de Heroes durante el verano, no había semana que no anunciasen algún fichaje nuevo.
Con otra serie que me ocurrió algo parecido fue con A2metros bajo tierra, que hubo un tiempo en el que parecía que todo el mundo se había dado cuenta de que era una obra maestra.
También me sucedió con Arrested Development, que parecía ser la quintaesencia de la comedia, pero que nadie la apreciaba, hizo que la cogiese tanta manía que terminé alegrándome por su cancelación. El problema es que le he dado ahora una oportunidad y me ha gustado.
Y a Studio60 la tengo mucha tirria, pero no sé muy bien porqué, pese a haberme visto solo dos episodios.
Eso sí, no creo que pudiese saturarme de Battlestar Galactica. Ahí estamos en otro nivel :-)
oye y que tal el primero de Heroes?
Me ha pasado lo mismo con Héroes, le tengo mucha tirria rozando el odio irracional, y eso que no he visto ni un solo capítulo... cuando se me pase la veré, aunque sea sólo para poder criticarla (o no) con algo de razón.
Otro ejemplo es lo que me pasó con Alatriste. La campaña de promoción fue tan excesiva que acabé odiando todo lo relacionado con ella y no pude ni acercarme al cine.
Con Alatriste lo que me saturó fue la ola de malas críticas que recibió. No es que fuera una obra maestra, pero me parece que era un objetivo demasiado fácil.
A mi me pasa ahora mismo con "Saturday Night Lights". He visto el piloto y no me desagradó, pero como todo el mundo habla taaaan bien de ella ha hecho que coja el síndrome de la "tirria irracional". Y con "Los Soprano" tres cuartos de lo mismo.
Aunque también me pasó con "Veronica Mars" y con "Battlestar Galactica" y, en cuanto les di una segunda oportunidad, me engancharon sin remedio.
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