Uno de los canales más exitosos ahora mismo en Estados Unidos es USA. Desde hace un par de veranos, se disputa con TNT el título de cadena de cable más vista, y rara es la temporada en la que no estrena varias series que funcionan en audiencia y que se convierten en éxitos. Por cada "Monk" que se acaba, llega un "Royal Pains" o se mantiene un "Psych", y aunque su toque ligero le hace objeto de muchas puyas por parte de los críticos y de los espectadores más sesudos, está bastante demostrado que funciona. Este artículo del "Wall Street Journal", de cuando Comcast compró NBC Universal, se preguntaba si la fórmula de los "cielos azules", seguida a partir de la buena acogida de "Monk", no corría el riesgo de volverse demasiado previsible y de agotarse, pero parece, por ahora, que ese riesgo no se ha hecho realidad.
Los estrenos de este verano, incluido "Suits", que es el que parece estar gustando más en la blogosfera, siguen la misma línea de espacios soleados, tonos optimistas y personajes centrales fuertes pero que siempre buscan el lado brillante de la vida, que cantaban los Monty Python. El único que sale muy poco de ese molde es Michael Westen, el protagonista de "Burn notice", que esconde cierta oscuridad en su interior, heredada probablemente no sólo de su condición de espía "quemado", sino también de la idea original que Matt Nix tenía para él. En un principio, la serie iba a estar ambientada en Nueva Jersey, o por ahí, y Westen iba a ser un tipo mucho más oscuro, más consumido por sus ansias de venganza contra la gente que fuerza su despido de la CIA. USA pidió que la acción se trasladara a Miami y que el carácter de Westen fuera menos torturado, y así surgió también el particular humor de la serie.
Si "White Collar" y "Suits" se centran en Nueva York, lo que vemos de esa ciudad está sacado directamente de una película de Woody Allen (pero se ve espectacularmente bien, sobre todo en la primera), y hasta comparten una fotografía de tonos azulados. En "In plain sight" tenemos los cielos azules de Albuquerque, y en "Royal Pains", directamente las playas de los Hamptons. Luego está la comedia tontorrona y divertida de "Psych", y podríamos seguir así con prácticamente todas las series de la cadena. Sea por la razón que sea, y el escapismo seguro que es una de ellas, funcionan, y casi son el espejo en el que el resto de cadenas del conglomerado, y sobre todo la NBC, tienen que mirarse para buscar más éxitos en cuanto a ficción (a Syfy no le va mal siguiendo un poco los pasos de USA).
Música de la semana: En el caso de "Royal Pains", su optimismo se refuerza ya desde los títulos de crédito, en los que suena "Independence", de un grupo danés, The Blue Van, cuyo nombre parece que hace referencia al vehículo que recogía a los enfermos mentales en Dinamarca.
3 comentarios:
Precisamente todo lo que comentas es lo que no me gusta en una serie de televisión. Las series ligeras me cansan tanto que siempre acabo abandonándolas (salvo contadas excepciones), pero supongo que tienen un público fiel y gustan.
A mi las series ligeras me gustan, la verdad. No hago ascos a algo de madurez y oscuridad, pero el escapismo también tiene su atractivo, sobre todo para la hora de comer, para no pensar ni en los problemas de la mañana que has dejado atrás ni en los de la tarde que se te viene encima. Series en las que sabes que todo va a acabar "bien" y que te permiten relajarte viéndolas siempre tengo alguna en cartera.
La principal ventaja que tienen es que no tienes que ver todos los capítulos para seguirlas, y que hacen pasar un buen rato. Y además USA las hace bien, así que no es raro que funcionen.
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