Que una serie vuelva de la cancelación no es lo más habitual. Es cierto que hemos tenido unos cuantos ejemplos últimamente, como la resurrección de "Unforgettable" en CBS como serie de verano, pero si una cadena decide dar carpetazo a una serie, no la repesca meses más tarde. Las razones que tenía para cancelarla no se han volatilizado de repente. Sin embargo, en el caso de "The Killing", mientras que la audiencia es la que es (y seguirá siendo material de cancelación), lo que motivó a su estudio, Fox, y a AMC a traerla de regreso de entre los muertos fueron otros factores que iban más allá de la audiencia, y que detallaban en este reportaje de "The Hollywood Reporter". Sobre todo, Fox no quería dejar marchar a Joel Kinnaman y Mireille Enos, que tienen este verano en los cines el remake de "Robocop" y "Guerra Mundial Z", y así se acabó llegando a un acuerdo entre la cadena, el estudio y Netflix que ha dado una excusa para que veamos de nuevo en acción a Linden y Holder, que fueron lo mejor con diferencia de la segunda temporada.
En estos nuevos capítulos, ha pasado un año desde la resolución del asesinato de Rosie Larsen, y mientras Holder es ahora un prometedor detective de homicidios, Linden lleva una vida que parece más tranquila y feliz alejada de la policía. Sin embargo, Holder investiga la muerte de una adolescente que vivía en la calle y que presenta puntos de contacto con aquel famoso caso que cerró Linden con gran coste de su salud mental y su vida personal, por lo que ella, aunque externamente no quiera, se va a ver arrastrada de nuevo a las viejas rutinas. Y su compañero puede llevar ahora una vida que parece encaminada al éxito, a hacer carrera dentro del departamento de policía de Seattle, pero terminó adoptando de Linden su sentido de la responsabilidad hacia las víctimas, se sensación de que tiene que averiguar qué les pasó y quién fue el culpable, que no puede abandonarlas como si fueran colillas.
El pasado de Sarah va a jugar un importante papel en esta nueva temporada, pues además de esos chicos que viven en la calle que van a centrar buena parte de nuestra atención, también veremos al hombre que Linden metió en la cárcel por aquel crimen (un crimen del que nos cuentan las líneas básicas en la segunda entrega), y que ahora está esperando su ejecución en el corredor de la muerte. La presencia de Peter Saarsgard ha sido de los aspectos más comentados en los medios estadounidenses, pero habrá qué esperar para ver si su personaje es algo más que el psicópata que se dedica a jugar con todo el mundo desde la cárcel. Aporta un toque interesante, pero es un aspecto del que necesitamos ver su evolución antes de emitir ningún juicio.
Y lo mismo ocurre con el resto de "The Killing". Con sólo los dos primeros episodios no es fácil saber sí, como dicen los críticos, la serie ha hecho acto de enmienda o si va a ser como Linden y reproducir los errores y hábitos del pasado. Evidentemente, no puede perder la oscuridad ni la lluvia porque son sus señas de identidad, por mucho que acabara convertido en un chiste, pero sí puede entregar doce episodios mejor construidos, con una trama que se disperse menos y que tenga un foco de atención más claro. La relación den Linden y Holder va a ser igualmente entretenida de ver, pero veremos hasta qué punto el pasado de ella regresa para complicarlo todo. Y veremos también si los espectadores desencantados le dan otra oportunidad, lo que no parece muy probable.
Música de la semana: Una cosa muy curiosa de "Defiance" es su utilización de versiones de canciones muy conocidas, pasadas por tamiz de treinta años de convivencia con los extraterrestres. Lo mismo versionan clásicos del jazz que a Nirvana, o se escucha "Lovesong", de The Cure, para cerrar un capítulo en concreto.
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