Desde hace un tiempo, los críticos estadounidenses, principalmente, están escribiendo todo tipo de radiografías del estado de la ficción televisiva, determinando que la tan cacareada "segunda edad de oro" de las series se ha terminado o, como mucho, estamos viviendo sus últimos coletazos al mismo tiempo que se consolidan definitivamente los cambios en el modo de visionado de esos títulos. Sin embargo, casi al mismo tiempo, la crítica Maureen Ryan, en The Huffington Post, apuntaba hace un par de semanas la aparición de una nueva tendencia en esa ficción, una tendencia que ella describía como de película de serie B, y que estaba constituida por "un dinámico grupo de dramas discretamente subversivos (...). Estas series se originan a menudo en el extranjero, varias de ellas tienen a protagonistas femeninas complejas y utilizan inteligentemente las normas del terror, el misterio, los culebrones, la ciencia ficción y los thrillers para bosquejar de un modo barato historias entretenidas".
Ryan continúa explicando que "quizás lo más refrescante sobre estas series es su falta de pretensiones; un presupuesto bajo tiene a disminuir el factor altanero. Las series, generalmente de bajo presupuesto, mencionadas aquí tienen ideas inteligentes, valentía estética y una energía motivadora, pero, como ocurre con las mejores películas de serie B, lo primero es entretener". El artículo cita, como ejemplos, "Continuum", "The Fall", "American Horror Story", "Banshee", "The Bletchley Circle" o la que bien puede ser el caso más paradigmático, "Orphan Black". Ya hemos comentado alguna que otra vez el peculiar caso de esta serie, que empezó en BBC America volando bajo el radar del tramo final de la séptima temporada de "Doctor Who" (con la que compartía día de emisión), y terminó su primera entrega convertida en toda una revelación, y ganando para su causa hasta a los críticos más reacios a la ciencia ficción en Estados Unidos.
No es que no haya grandes ideas detrás de la concepción de la serie (que John Fawcett y Graeme Manson insinúan en esta breve entrevista), pero su motor es el entretenimiento, ofrecer al espectador 45 minutos de diversión en forma de thriller de ciencia ficción con toques de drama de familia muy disfuncional (pero mucho), y siempre impulsados por todos esos personajes con la misma apariencia física, pero con identidades diferentes y propias. En ocasiones, "Orphan Black" es una versión menos cafeinada de "Alias" y con una mitología más coherente, de momento. Por todo eso es un poco la "chica de portada" de esta televisión de serie B, y con ella hay que mencionar "Continuum" por algo que comentamos también hace ya un tiempo, que es el hecho de que su protagonista, Kiera Cameron, sea la heroína con todas las letras del show. Ella es la que salva siempre al resto de personajes y la que tiene los superpoderes, por decirlo de algún modo.
Este concepto introducido por Maureen Ryan, de todos modos, no es algo monolítico y fijo. Sus límites son bastante elásticos, porque yo no incluiría aquí "The Fall". Tiene mayores pretensiones, aunque es cierto que comparte esa apuesta por un estilo visual característico y sitúa en su centro a un personaje femenino bastante complejo, y tanto ella como "Rectify" tendrían que entrar más en una clasificación de televisión indie, hecha igualmente con cuatro duros pero con más aspiraciones que el mero entretenimiento. Es cierto, eso sí, que juega con las reglas de los thrillers de asesinos en serie, las subvierte ligeramente y acaba contando algo más que sólo la investigación de varios asesinatos de mujeres. Curiosamente, en ese aspecto, tiene más puntos de contacto con "Hannibal" que con "Principal sospechoso".
2 comentarios:
Otra serie que entra de lleno en esta definicion es Lost Girl y si me apuras incluso Haven, de todas maneras a mi siempre me ha encantado el cine B, y todas son entretenidas sin pretender muchas cosas. Buen articulo
Lost Girl va un poco en la línea de Buffy, diría yo. Sí que entraría en esa categoría de tele de serie B.
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