A veces los críticos, y los espectadores, nos obsesionamos con lo que no debemos. Desde que "Los Soprano" terminó en 2007, no pararon de sucederse los artículos que afirmaban que HBO estaba necesitada de otro éxito de público, crítica y premios que pudiera ocupar su lugar, un fenómeno que la mantuviera en lo más alto de la pirámide jerárquica de la ficción televisiva calidad, especialmente ante los "ataques" que llegaban de Showtime, FX y, más tarde, de AMC. Primero pareció que esa serie podía ser "John from Cincinnati", aquel extraño intento de David Milch de fusionar el surf con algo así como una alegoría religiosa, y que no pasó de la primera temporada. "Big Love" aún tenía un par de temporadas más por delante, pero su radio de acción nunca alcanzó a un público tan masivo. La cadena intentó probar con series diferentes como la efímera "Tell me you love me" o "In treatment" y su peculiar programación, pero nada resultaba. Ni siquiera las comedias lograban llenar ese vacío ("Flight of the Conchords", "How to make it in America" o "Bored to death" no estaban pensadas para ello), y no sería hasta 2010 y 2011, cuando llegarían "Boardwalk Empire" y, sobre todo, "Juego de tronos", cuando HBO dejó de protagonizar esas historias de consejos para recuperar su mojo, y volvió a centrar las que celebraban que había vuelto a la cima, aunque tuviera que compartirla.
Lo curioso de todo esto es que, mientras los críticos se obsesionaban con buscar a la heredera de "Los Soprano" en HBO, el canal ya la tenía, al menos en cuanto a meras cifras de audiencia. "True Blood", que este verano echa el cierre, debutaba un año después del final de la creación de David Chase, y lo hacía sorprendiendo a propios y extraños de que HBO, con su pátina de venerabilidad, y Alan Ball, con su Oscar por "American Beauty" y habiendo creado "A dos metros bajo tierra", se lanzaran a un folletín de sangre y sexo sobrenaturales, que se adelantó unos cuantos meses a la moda vampírica que desataría "Crepúsculo". Todo el mundo miraba por encima del mundo "True Blood", pero todo el mundo la veía. Hasta que llegó la tercera entrega de "Juego de tronos", el único título que había podido atraer a los espectadores en el rango cuantitativo de "Los Soprano" eran los vampiros de Bon Temps, que en su tercera temporada reunieron frente al televisor a trece millones de espectadores totales. El verano era para "True Blood", y la cadena la mimaba con una estrategia de promoción que no tenía nada que envidiar a la de "Juego de tronos".
Esa serie fue, precisamente, la que se convirtió en un fenómeno, lanzando al estrellato a Alexander Skarsgaard y Joe Manganiello, recuperando a Anna Paquin y moviendo a verdaderas multitudes cada vez que iba a Comic-Con. Podemos reírnos de ella todo lo que queramos, y criticar la evolución de sus temporadas y ese intento, fallido, de Ball de utilizar a los vampiros como alegoría social y política de la situación de las minorías en Estados Unidos, pero "True Blood" fue el fenómeno masivo que HBO necesitaba hasta que encontrara una serie que uniera ese aspecto con el del reconocimiento crítico. Ahora que "Juego de tronos" es ese título, es inevitable que el final de la serie basada en los libros de Charlaine Harris pase un poco más desapercibido, especialmente porque los fans no están demasiado contentos con las últimas temporadas. Pero a veces no está mal acordarse de estas cosas, de que todas las series tienen un papel que cumplir, y que hubo una época en la que Pam era el personaje con los mejores one liners de la televisión, o casi.
3 comentarios:
True Blood comparte con Juego de Tronos el que ambas historias estén relatadas desde el punto de vista de los personajes, múltiples en GoT y Sookie como narradora única en TB.
La versión televisiva es una versión muy libre y personal del universo literario. Conserva la idea principal, el Universo Mágico de Bon Temps, pero cambiando y modificando sustancialmente muchos personajes y tramas; de forma que se puede decir que son productos independientes.
Tiene personajes interesantes y me gusta como las tramas involucran a las especies humanas y mágicas de Bon Temps. Puede que el exceso de personajes que aporta riqueza a la serie sea también uno de los puntos débiles por la necesidad de meterlos a todos; una vez son de la familia quieres saber por donde andan.
Aunque hay conceptos que no me hacen el peso (un hombre lobo es un hombre-lobo, no un lobo ni un Cambiante) la encuentro lo suficientemente atractiva como para no sólo faltar a la cita sino para ser de las pocas que tengo en DVD.
Pienso que HBO esperaria otra cosa de Allan Ball, y que durante un tiempo, a causa de sus muy buenas audiencias, y de no tener otro exito que encajara mejor con el perfil de la cadena, se convirtio en una especie de ml necesario, o bien aceptado a regañadientes: la necesitaban, pero al mismo tiempo la cadena nunca se sintio comoda con ser representada por ella y ni mucho menos con que fuera su imagen de marca. Muy sintomatico de esto es, que la siguiente serie que planteo Allan Ball, la desviaran a Cinemax, cuando Banshee en realidad maneja ingredientes muy similares a True Blood, y con mas gracia de lo que esta lo hace en sus ultimas temporadas... pero no es esa la imagen que quiere dar la cadena, y ya les colo Ball una, pero no mas. Para recuperar esa imagen que el que true blood fuera su serie mas reconocida hacia peligrar, se creo en buena parte Boardwalk Empire, que puede que no fuese un exito, pero si era lo que queria ser HBO, y seguramente eso ha hecho que fuese renovada con pocas dudas a pesar de lo costosisimo de su produccion, y de lo poco que acompañaban las audiencias, cuando en circustancias similares series como Roma o Carnivale, fueron canceladas. La diferencia fue, que ahora necesitaban una serie de esas caracteristicas en su parrilla, una que nos recordara que eso de "no es cine, es HBO", no habia pasado a la historia junto con los soprano. Todo esto, lo cambio juego de tronos, por fin tienen una serie en la que se unen la audiencia, y lo que quiere transmitir la cadena que es... aparte de que las historias esten mas o menos agotadas, no creo que sea casualidad que true blood y boardwalk empire vayan a llegar a su final en sus proximas temporadas: Ya no las necesitan, y con ninguna creo que estuviesen realmente contentos al 100%, la una por no ser el tipo de serie que quieren que represente a la cadena, la otra por su equilibrio entre coste/audiencia.
Mira que dudo que HBO esperara otra cosa, ¿eh? Si esperaba otra cosa, no habría pasado del piloto de presentación.
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