ALERTA SPOILERS: Si no habéis visto el plan de "incentivos" de Cybertek en el final de la primera temporada de "Agents of SHIELD", es mejor que no sigáis leyendo.
La ABC no ha tenido en "Marvel's Agents of SHIELD' el superéxito que casi todo el mundo esperaba, pero al menos ha funcionado de un modo lo suficientemente decente como para qune renovación por una segunda temporada no se viera sólo como otro paso más de esa sinergia empresarial con Marvel que motivó la mera existencia de esta serie (y la de "Agent Carter", que se verá en los hiatos veraniegos). Esa renovación, además, llegó justo después de ese giro que "Capitán América. El Soldado de invierno" les obligó a dar en la trama, con SHIELD infiltrada por Hydra y esencialmente destruida, y con nuestros héroes intentando salvar lo que queda de la organización y, por el camino, vengarse de John Garrett, el que ha acabado siendo el gran malo de la temporada. Ese giro fue toda una bendición; permitió que los personajes mejoraran y se unieran ante la adversidad y aclaró un poco más los retratos de Coulson y Skye. Ésta última, especialmente, es la que se ha visto más beneficiada en los seis o siete capítulos finales. Sí, siguen diciéndonos que es especial sin que sepamos mucho más, pero al menos ya sabemos la historia real detrás de la identidad de sus padres.
Los fans de los cómics ya han apuntado alguna teoría sobre quién puede ser realmente Skye y, también, el alienígena azul del que se extrae la droga que resucitó a Coulson, pero de momento, lo único que "Agents of SHIELD" nos ha enseñado es esa mano cubierta de sangre de quien parece ser el padre de la hacker. Entre ese momento y Coulson dibujando las mismas estructuras que Garrett (aunque mejor conectadas), la serie se marca un par de pequeños cliffhangers para la segunda entrega, cliffhangers que se unen a otro más por el lado emocional que concierne a Fitz, o al dúo Fitz-Simmons, en realidad. Los dos genios tecnológicos han sido dos personajes que, al principio, ejemplificaban los puntos más débiles de la serie, y ésta empezó a encontrarse al mismo tiempo que ambos comenzaban a cuajar mejor, comenzaban a presentarse más tridimensionales y menos como los arquetipos de los alivios cómicos geeks. Tal vez que Fitz esté secretamente enamorado, o algo así, de Simmons no hacía falta, pero lo cierto es que ella ha crecido hasta ocupar rápidamente un puesto similar al que tenía Willow en las primeras temporadas de "Buffy, la cazavampiros".
El último capítulo nos presenta a los personajes justificando que May y Nick Fury los eligieran para formar parte del equipo de Coulson, y hasta tenemos algunos de esos chistes típicos de Whedon, como el que hacen con la aniquilación definitiva de Garrett. Demuestran que tienen recursos, que pueden actuar bajo presión y que Coulson puede ser un buen líder para ellos, y en los capítulos iniciales eran cosas que no terminaban de verse claras, por mucho que nos las contaran. Y hablando de Fury, la aparición de Samuel L. Jackson está bastante bien aprovechada, y termina de cimentar la posición de la serie como parte importante de ese universo total de Marvel en el cine. Le ha costado, pero "Agents of SHIELD" ha acabado siendo, al menos, entretenida y ha conseguido crear una dinámica más natural entre sus personajes. Será interesante ver cómo utilizan al traidor de Grant Ward en la segunda temporada, o cómo evoluciona ese vistazo a lo que parece la incipente locura de Coulson. ¿Serán las orígenes de Skye y sus posibles poderes (si los tiene) el centro de los episodios del próximo otoño?
1 comentario:
Es bueno oírlo, yo acabé colgando Agents of Shield antes de navidades. No terminaba de convencerme ni la dinámica de los personajes ni la serie en sí. Aunque tras enterarme del giro post Capitán America 2, igual le doy una oportunidad a lo que me queda de temporada.
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