Que una serie es algo vivo es un tópico que debéis estar ya hartos de leer y escuchar por todas partes, aunque no deje de ser verdad. Los guionistas van ajustando y cambiando cosas según ven qué funciona y qué no en pantalla, y algunas necesitan bastante tiempo para darse cuenta de cuál es el camino más interesante que deben seguir sus tramas o sus personajes. Hay otras, sin embargo, en las que se da una curiosa dualidad; una parte funciona a las mil maravillas desde el principio, y apenas hay que hacer nada en ella para que resulte entretenida, como mínimo, pero el resto no termina de encontrarse o, simplemente, no está a la altura de esa otra parte. A veces, da la sensación de que estamos viendo dos series en una, como le pasaba a la primera temporada de la breve "Up all night", en la que la subtrama del show de Ava era mucho más divertida, aunque estuviera pasada de rosca, que la vida familiar de su protagonista, que se quedaba en simpática como mucho.
Cuando "Arrow" introdujo a Felicity, el equipo que formaba con Oliver y Diggle enseguida tenía más chispa que el resto de la serie, y durante algunos episodios de "Agents of SHIELD", parecía que sólo sabían manejar a Fitz-Simmons. Otro de los estrenos de este año, "The Blacklist", está aquejada de ese problema desde el piloto, y no parece que nadie en su equipo creativo tenga demasiado interés por corregirlo. El lado procedimental nunca ha pasado de mínimamente soportable, y han sido las interacciones entre Elizabeth Keen y Reddington las que han hecho que, por lo menos, sirviera para pasar el rato. El misterio alrededor de Tom, el marido de ella, y los secretos que guarda Red relacionados con su padre aportan algo de interés, aunque está muy claro que no pueden alargar durante más tiempo que él no cuente nada, o esto será aún más vago y desastroso que la explicación de la última Conspiración de "Expediente X".
De hecho, todo el lado de ese misterioso Sindicato (porque es lo que parece) que está aportando la trama continuada da la sensación de estar todavía menos pensado de lo que estaba la mitología de aquella serie en sus primeras temporadas (al menos, Chris Carter tenía una idea vaga de lo que era y podíamos imaginarnos algo). En "Agents of SHIELD" justificaron una maniobra similar por el estreno de "Capitán América. El soldado de invierno" hacia el final de su primera temporada, pero "The Blacklist" no cuenta con esa excusa. A veces, da la sensación de lo que deberían hacer es una serie ligera de USA con Red y Keen yendo por todo el mundo persiguiendo a malhechores, o cumpliendo alguno de esos negocios de él. Aprovecharía bastante más la buena dinámica que han tenido siempre James Spader y Megan Boone.
2 comentarios:
The Blacklist es más irreal que cualquier serie de ficción. Y la protagonista, de profesión analista (con lo que se supone que ello debe conllevar), naufraga una y otra vez. Lo increíble es que hasta conseguido una 2T y otras al parecer más compactas, como Almost Human en mi parecer, no hayan pasado el dorte.
Misterious Ways.
Nunca se sabe qué va a gustarle a la audiencia y qué no. Almost human podía ser más compacta, pero le faltaba chispa.
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