Hace ya un par de meses, cuando MTV estrenó "Faking it", comentamos que tenía una premisa que era un potencial campo de minas. Recordemos que gira alrededor de Karma y Amy, dos amigas que están cansadas de no ser populares en esu instituto (sobre todo Karma) y que, por accidente, deciden simular que son pareja para convertirse en las nuevas reinas de su escuela, un centro muy tolerante en el que los populares son los estudiantes más diferentes. El showrunner de la comedia, Carter Covington, ha declarado en varias entrevistas que cuando MTV le ofreció encargarse de la serie también le pareció una premisa ofensiva, pero al mismo tiempo se dio cuenta de que podía tirar de sus experiencias personales intentado averiguar de adolescente si era homosexual o no para hacer que "Faking it" trascendiera dicho punto de partida.
Ocho episodios más tarde, se puede decir que hay más cosas en esta comedia aparte de esa farsa entre Karma y Amy y cómo complica una situación emocional que ya es bastante jaleo para ambas. Una de esas cosas es lo que salva la serie, y es el hecho de que, desde el primer beso que se dan en el piloto, Amy se dé cuenta de que, tal vez, para ella todo eso no es ningún juego y, en su caso, no está mintiendo. Esos sentimientos hacia su mejor amiga proporcionan un esqueleto base para los capítulos y le confieren un algo más a "Faking it". Como en "Awkward", hay un triángulo amoroso, pero no son dos chicos compitiendo por la chica, sino un chico y una chica (aunque competición no sería exactamente la palabra que define este triángulo en concreto). El humor de la serie es muy ligero e inofensivo, y donde más acierta es en la revelación poco a poco de cómo son algunos de sus personajes.
La relación entre Shane y Lauren es un ejemplo de esto, especialmente porque le da a ella unos matices que la sacan un poco del estereotipo de la rubia mandona, y algo similar ocurre con la amistad entre Shane y Liam, el buenorro del instituto por el que Karma se siente atraída. Es cierto que la última escena de la temporada ha resultado muy polémica porque hay quien cree que se carga buena parte de lo construido anteriormente, pero tampoco hay que olvidar que son adolescentes, que están intentado descubrir quiénes son y qué quieren realmente, y que el despecho y el alcohol no son buenas combinaciones. Es decir, que no es más que una complicación extra en el camino de Amy, sobre todo, para reafirmarse en su identidad, pero no es game changer, o no en el sentido que podría parecer.
Como decimos, aunque "Faking it" no haya estado a la altura de las primeras temporadas de "Awkward" en cuanto al nivel de los chistes o de su farsa, al menos ha demostrado tener algo más de corazón y esforzarse por retratar la situación en la que Karma y Amy se ven envueltas con cierto tacto. Es verdad que la primera a veces resulta estar demasiado cegada en sus objetivos, pero la amistad de ambas, y lo que se complica con el paso de la primera temporada, es lo que le confiere interés a la serie. Será interesante ver cómo manejan los volátiles sentimientos de sus adolescentes en la segunda entrega.
Música de la semana: La música es tan importante en las series de MTV, que te indican en unos rótulos lo que estás escuchando en cada momento. En el final de "Faking it", una de esas canciones es "Cool runnings", de un trío de California llamado Tayashi Miyaki.
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