Unos de los mejores episodios de la muy entretenida segunda temporada de "Arrow" fueron los dos en los que se introdujo a Barry Allen, el analista forense de Central City que acude a Starling City a asistir con un caso en concreto. Más que un backdoor pilot, o que una excusa para un spin-off, lo que sus responsables buscaban era más presentar a Barry, hacer que los espectadores se familiarizaran algo con él antes de que protagonizara su propia serie, "The Flash", que es uno de los estrenos esperados con más curiosidad para el próximo otoño. Con "Arrow" consolidada como un éxito para The CW, y DC expandiendo su alcance en televisión con "Gotham" en FOX y "Constantine" en NBC, será interesante comprobar cómo resulta la serie más convencionalmente de superhéroes de todas, y una que ya tuvo en 1990 un primer intento que no salió del todo bien.
Aquella primera "Flash, el relámpago humano" llegó a CBS en pleno furor por el "Batman" de Tim Burton, pero la cadena y sus guionistas nunca se pusieron de acuerdo en el tipo de serie que querían, si preferían que fuera más oscura y burtoniana (como indicaba su sintonía), o si querían algo más familiar y ligero. El resultado fue la cancelación al final de la primera temporada. Esta nueva "The Flash" sí parecer tener más claro que va a ser más "luminosa" que "Arrow", con un héroe que, aunque también lleva a cuestas un trauma personal, es menos serio. Cuando Barry se da cuenta de que es capaz de correr a altísima velocidad, su primera reacción es de maravilla, de pensar que es algo genial. Sólo más adelante, cuando se da cuenta de que, efectivamente, un gran poder conlleva una gran responsabillidad, es cuando Barry se pone serio sobre ayudar a la gente, sobre seguir el ejemplo de Oliver Queen y ser un héroe para Central City.
El piloto de "The Flash" es la clásica historia de origen de un superhéroe. Barry sufrió una tragedia familiar cuando era niño que lucha por comprender, adquiere sus poderes por accidente, y es el único que puede detener a otras personas como él, pero que emplean sus habilidades sobrehumanas en su propio beneficio, y para hacer el mal. Barry, además, cuenta con el apoyo del típico equipo de científicos que no sólo vigila su bienestar físico, sino que le ayuda a encontrar a los villanos, y hasta hay un giro final que sugiere que las cosas no son tan sencillas como podrían parecer. Es un capítulo muy entretenido, que presenta enseguida el conflicto del protagonista y que hasta destaca que "The Flash" y "Arrow" comparten el mismo universo, aunque la primera tenga, a priori, un tono más jovial, como si dijéramos. La posibilidad de que haya crossovers está ahí (casi se da por sentado que Felicity y los dos científicos del equipo de Allen serán los enlaces entre ambas series), pero aún tenemos que ver si el relámpago rojo logra atraer la atención del público.
Música de la semana: No es tan extraño que un sector del público tenga dificultades para distinguir a Flash de Flash Gordon, por muy diferentes que sean ambos héroes. Así que es normal que haya quien piense que "Flash", una de las canciones que Queen escribió para la muy ochentera y kitsch "Flash Gordon", en realidad habla de The Flash. No es el caso.
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