Sí, la cadena creyó tener buenas opciones con “Boardwalk Empire”, pero aunque lograba nominaciones importantes, y hasta ganó el año pasado el Emmy a mejor secundario para Bobby Canavale, nunca fue una amenaza real para las dominadoras en las categorías de drama. El imparable ascenso de “Juego de tronos”, sobre todo a partir de la segunda temporada, hacía presagiar que podía ser la gran apuesta para años venideros, pero aquel premio inicial para Peter Dinklage no ha vuelto a repetirse fuera de las categorías técnicas, y la barrera del género puede hacerse cada vez más elevada para los Emmy (recordemos que “Perdidos” ganó en su primera temporada, antes de que su piel de ciencia ficción saliera a relucir por completo). Así que no es de extrañar que HBO haya decidido lanzarse a por todas con “True Detective”, que en su primera entrega fue un verdadero bombazo tanto en audiencia como entre la crítica, y alcanzó con rapidez una repercusión en sólo ocho episodios que otras series tardan tres temporadas en lograr (o cinco, en el caso de “The good wife”).
Realmente, la serie de Nic Pizzolato debería seguir el ejemplo de “American Horror Story” y competir en miniseries, pues el año que viene veremos otros personajes, otro escenario y otra historia diferente, pero la conjunción de esa enorme visibilidad, el Oscar que se llevó en marzo Matthew McConaughey y el aura de “televisión de prestigio” que la acompañó desde el principio hacían que fuera irresistible lanzarla a la arena de los dramas a intentar descabalgar a “Breaking Bad”, a impedir cualquier regreso por parte de “Mad Men”, a dejar en la lona a “Homeland” y a mantener a raya a cualquier novedad que ose siquiera asomarse a la puerta, tipo “Masters of Sex”. “True Detective” es la heredera de “Los Soprano” que HBO estaba buscando para los Emmy, y por muchas críticas que le hagan por esta maniobra, es su mejor baza para subirse de nuevo al primer cajón del podio.
¿Lo conseguirá? Eso es algo que no podremos aventurar hasta que no se conozcan las nominaciones, y con lo que ya especulamos hace tiempo. Lo más probable es que tenga un gran impacto en las candidaturas, al estilo de cuando “Downton Abbey” dio su propio salto de miniseries a drama, pero también es posible que se quede sólo con tres nominaciones (¿serie, actor y guión?). Michael Lombardo, presidente de programación de HBO, justificaba su decisión explicando a Deadline que “este proyecto se nos presentó, lo hemos producido y lo hemos vendido como una serie. Nic nunca pensó en él como una miniserie, y siempre lo hemos tratado como al creador de una serie. En nuestra mente, esto es una serie, y la única razón para presentarla como miniserie era una razón cínica que no sentíamos que fuera la correcta”. Tal vez, quien mejor resumió el sentir de la industria alrededor de esta estrategia fuera Matthew Weiner, creador de “Mad Men”: “Me sorprendió que lo hicieran, pero seguro que todo el mundo en la categoría de drama dijo ‘oh, mierda’. Eso me hace pensar que HBO hizo lo correcto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario