La moda no es lo único cíclico en esta vida. Del mismo modo que vuelven las plataformas, las chorreras o los shorts de cintura muy alta, como si estuviéramos de regreso en 1984, vuelven también las series veraniegas a las networks, subidas todas al carro de la programación original para todo el año. De hecho, desde hace un par de temporadas, ése y las "series evento" son los dos mantras que más se repiten durante los upfronts, intentando convencer a los anunciantes de que merece la pena apostar por ellas porque nunca dejan de estrenar cosas nuevas. Otra cosa es que esos estrenos tengan algo interesante que aportar o no, pero eso pasa hasta en las mejores familias; pasa hasta en el sacrosanto cable. Ése había sido el reducto de las series estivales desde hace una década o así, cuando las networks decidieron que era más rentable programar realities a partir de mayo, mucho más baratos de producir y con unas audiencias más interesantes que las de la serie que se enviaba al verano porque, en marzo, se habían dado cuenta de que había sido un error programarla en otoño.
Esto no siempre fue así; en los 80 y los 90, las cadenas en abierto no sólo estrenaban programas específicos para la época estival, sino que hasta emitían series el sábado por la noche (comedias familiares en su mayoría). Esto último, lo del sábado, no va a volver, pero sí lo ha hecho tomarse un poco más en serio la programación de los viernes, y está claro que lo han hecho las series veraniegas que no son descartes del otoño, en su mayor parte. Siempre puede haber casos como "The night shift", dejada por NBC para midseason y, al final, retrasada para verano y renovada por una segunda temporada contra pronóstico, pero parece que el éxito el año pasado de CBS con "Under the dome" ha terminado de convencer a las networks de que no deben dejar paso libre de mayo a septiembre para que el cable estrene los títulos que luego van a arrasar en los Emmy (AMC hizo debutar a "Mad Men" en agosto de 2007, por ejemplo). Esa táctica de ignorar el verano facilitó que cadenas de cable básico como TNT o USA obtuvieran allí sus mayores éxitos con series que, hace no tanto, habrían podido encontrar acomodo en las cadenas en abierto, tipo "The Closer" o hasta "Monk", y desde el año pasado, el estío está mucho más competido.
Sólo este verano, tenemos desde nuevos intentos de colocar una serie "de prestigio", como "Tyrant" en FX, a las mamarrachadas habituales de la época ("Mistery girls" en ABC Family, canal que en verano aprovecha para estrenarlo absolutamente todo), a la CBS siguiendo su apuesta vacacional por la ciencia ficción con "Extant" a Showtime adelantándose al calor por un mes, o así, y estrenando su propia serie de terror gótico en "Penny Dreadful". Aquello que decía el ex jefe de FOX, Kevin Reilly, de que las temporadas iban a dejar de estar tan diferenciadas no estaba tan desencaminado. Sí, las networks siguen dejando sus principales apuestas para septiembre y octubre, y los estrenos de enero son igualmente importantes, pero nadie quiere quedarse fuera de la liga de verano. Nunca se sabe si puede aparecer ahí el próximo éxito que permita maquillar un mal arranque del otoño, por ejemplo, o que haga olvidar que, en octubre, los domingos son más propiedad de "The Walking Dead" que de "Once upon a time".
Música de la semana:"The americans" no es la única serie ambientada en los 80 que no se conforma con utilizar las canciones más conocidas de la década para ambientar sus capítulos. En "Halt and catch fire" pueden optar por The Clash, sí, pero el tema que eligen es "The magnificent seven".
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