La década de los 40 representó el auge de todo un género cinematográfico que había empezado en la literatura estadounidense durante la Gran Depresión de los años 30, con las historias de detectives que se publicaban en revistas pulp como "Black Mask", historias ambientadas en los aspectos más sórdidos de la sociedad y protagonizadas por personajes sin más moral y ética personal que la suya propia. Enseguida aparecieron detectives que revolucionaban el clásico esquema de la novela policíaca establecida por gente como Agatha Christie o Edgar Allan Poe, que no se limitaban a resolver el crimen como un puzzle intelectual, sino que se implicaban más y vivían en el mismo hábitat que los criminales, o lo eran, directamente.
El cine inmortalizó a estos personajes y estas historias con un estilo muy particular, manteniendo la amoralidad, la acción violenta sin descanso y los diálogos rápidos, ingeniosos y cortantes, y añadiéndole un estilo visual estilizado e idealizado y una fotografía heredera directa del expresionismo alemán, además de poner delante de las cámaras a actores y actrices con gran fuerza y carisma. De todas estas películas noir de los 40, mi favorita es "El sueño eterno" (en la foto), con la química entre Humphrey Bogart y Lauren Bacall, esos diálogos irónicos, esos muertos sin asesino ni lógica...
Ya hablamos por aquí hace tiempo de la influencia que ha tenido el género en todo tipo de manifestaciones posteriores, y en breve veremos una de las últimas cuando se estrene "La dalia negra", una película negra ambientada en los 40 que, según algunos críticos, es como un gran conjunto de referencias de películas negras de los 40. Muchos personajes femeninos de las series actuales, tan aclamadas porque sus protagonistas son chicas fuertes y decididas, están influenciados de una u otra forma por algunas de las mujeres de las cintas noir, y no sólo de las femme fatalle. Una peculiar mezcla de mujer fatal y detective autodestructivo es la teniente Kara "Starbuck" Thrace de "Galáctica", por ejemplo. Y hay homenajes bastante peculiares al género, como esos de "Perdidos" que ya comentamos hace tiempo, serie en la que hay un personaje llamado Edward Mars, como uno de los gángsters de "El sueño eterno", y que es el agente judicial que detiene a Kate Austen en Australia. Por cierto, Kate Austen es el nombre de la detective que protagoniza las novelas de la escritora estadounidense Jonnie Jacobs. También apuntamos que el apellido Mars unía "El sueño eterno" y "Verónica Mars", y una de las agentes protagonistas de "Sin rastro" tiene un nombre genial para un policía; Samantha "Sam" Spade, que, a veces, es tan dura como el detective de Dashiell Hamett.
Actualización (muy tardía): "Las chicas Gilmore" se permitió un homenaje a una de las novelas negras más famosas de la Depresión, "¿Acaso no matan a los caballos?", ambientando un capítulo en un maratón de baile y titulándolo "They shoot Gilmores, don't they?". El libro fue adaptado al cine por Syney Pollack en "Danzad, danzad, malditos".
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