10 julio 2012
Patrones de repetición
Una de las cosas de las que más se está acusando a Aaron Sorkin a raíz de "The Newsroom" es que se repite. Seguro que os habéis hartado de leerlo por todas partes y de ver esos vídeos con los diálogos reciclados (como el de los "Sorkinismos" de arriba). A Sorkin le dicen que siempre toca los mismos temas, que siempre tiene en su centro hombres que van dando lecciones de cómo debería ser el mundo, que siempre repite los mismos arquetipos de personajes y relaciones (Maggie y Jim en la serie de HBO podrían ser Josh y Donna en "El ala oeste de la Casa Blanca") y que, en general, casi no introduce aspectos nuevos de una serie a otra. A "The Newsroom" se le pueden criticar bastantes cosas, pero ésta, quizás, sea la menos indicada, porque patrones repetitivos se encuentran en la obra de prácticamente cualquier creador con un punto de vista muy personal en la televisión estadounidense.
Por ejemplo, Ryan Murphy incluye siempre, de "Popular" a "American Horror Story", historias sobre inadaptados y gente que es diferente y tiene que aprender a abrazar esa indiferencia. En gran parte de las series de la productora de J.J. Abrams, los protagonistas tienen algún tipo de problema con su padre (o esta figura no ha existido para ellos), y en las dos creaciones que hemos visto hasta ahora de Kyle Killen, "Lone Star" y "Awake", sus protagonistas intentan conjugar la vida entre dos mundos diferentes. Hasta podemos encontrar estos patrones de repetición, si nos ponemos a buscarlos, en las series de Shonda Rhimes, que cuentan con repartos corales de profesionales en los que casi importan más las relaciones sentimentales entre ellos que sus problemas laborales.
No es tan extraño que un autor recicle temas y personajes que le gustan de un proyecto a otro. Son aspectos que sabe que le funcionan y que le pueden servir como puntos de partida para derivar después hacia otras cosas. Es como los realizadores que utilizan siempre que pueden al mismo equipo o casi a los mismos actores; la familiaridad ayuda a que construyan sus obras. Hay que reconocer, no obstante, que estos patrones pueden percibirse como algo gastado y poco original si la serie en cuestión no tiene demasiado a lo que agarrarse, o si esas herencias de proyectos pasados se notan más que el resto de aspectos que la componen.
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5 comentarios:
O sea, que básicamente la audiencia tiene que tragarse los traumas de JJ Abrams con su padre en "prime time", las neurosis obsesivas de Woody Allen en el cine, o el enésimo Sermón de la Montaña por el Gran Padre Judío Liberal Blanco Aaron Sorkin...
A tomar por culo, me voy a ver Gran Hermano. Al menos allí los concursantes SABEN que son una panada de patéticos losers.
¿La audiencia se tiene que tragar? ¿Quién ha dicho que se lo tenga que tragar? ¿Decir que esos autores se repiten en ciertos temas es "obligar" a la audiencia a tragárselo? Pues sí que.
Y yo no tengo tan claro que los concursantes de Gran Hermano sepan que son unos losers. No se lo digas nunca a Aída Nizar.
He visto los dos primeros capítulos y todavía no tengo una opinion formada.
Me gusta la fórmula Sorkin y desde luego prefiero escuchar diálogos "caminados" de personajes inteligentes con sentido ético que a las chicas de Two Broke Girls (porque no son mi estilo) o Scandal (que me resultó insultante). Aun así "The Newsroom" no me ilusiona, no sé todavía si es por la repetición de la como tu dices conocidísima fórmula sorkiana o porque realmente no me ofrece ningun estímulo intelectual o sentimental.
Si lo que ves no te gusta: El autor se repite agotando hasta la saciedad la formula que una vez le funciono
Si lo que ves te gusta: El autor ha conseguido crear un estilo muy definido, de modo q es una delicia poder reconocer sus trabajos sin saber previamente de su participacion.
Ejemplo claro: Quentin Tarantino. Al menos asi lo veo yo xD
Se han dejado mis dos favoritos: "walk with me" y "yeah". En serio, en El ala oeste dicen "yeah" mucho más que la gente normal.
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