Estos últimos dos días han hecho que las parrillas de las cadenas estadounidenses parezcan la entrada del grupo de Rick en la cárcel al principio de la tercera temporada de "The Walking Dead". Casi todas las series que estaban en la burbuja han recibido el hachazo de la cancelación, y los canales parece que han decidido encomendarse a sus nuevos proyectos antes que seguir arrastrando otros que perdieron en invierno la poca tracción que habían ganado en otoño, por ejemplo, que es lo que les ha pasado en NBC a "Go on" y "The new normal". De hecho, la midseason en esa cadena ha sido tal desastre, que su parrilla casi podía declararse zona catastrófica, con sólo el clavo ardiendo de "The Voice" al que agarrarse. No obstante, la cadena tiene tres pequeñas sorpresas que le han funcionado, seguramente, mejor de lo que esperaba con "Parenthood", "Grimm" y "Chicago Fire" (que hasta va a tener un spin off), pero el fracaso de "Smash" va a perseguir a Bob Greenblatt, su presidente de entretenimiento, durante estos próximos meses. Pero como de esa serie ya hablaremos cuando termine, mejor lo dejamos en que ha debido ser la cancelación menos sorprendente de todas.
Ni siquiera ABC ha tenido compasión de series como "Happy endings", que era un poco su "Community" particular, pero si ésta va a tener una quinta temporada en NBC, la otra tendrá que conformarse con intentar buscar un nuevo hogar en el cable básico (se rumoreaba que USA, aunque no es fácil). Lo de "Community", de todos modos, lleva a preguntarse si habría sido posible si Dan Harmon aún siguiera al frente de las operaciones. Cuando fue despedido el año pasado, se decía que era algo que Sony y NBC habían acordado para poder llevar la comedia más cerca de la sindicación, en plan "queremos continuar con la serie, pero no queremos seguir tratando con Harmon", y por ahora la estrategia marcha, aunque sus audiencias sigan siendo igual de mediocres y muchos fans se hayan pasado toda la temporada quejándose de que esto ya no es, lógicamente, lo mismo.
La cadena más interesante cuando llega esta época es CBS. Prácticamente toda su parrilla funciona, y llegado el momento de soltar lastre, además de los fracasos evidentes se opta también por algún título que, aunque no esté funcionando del todo mal, ya es demasiado "viejo" y caro para seguir siendo rentable. Este año, esa serie ha sido "CSI: NY", que llevaba dos temporadas salvándose in extremis de la guillotina (pero si en 2012 cayó "CSI: Miami", ésta tenía ya las horas contadas). Su muerte no sorprende; abandonada un poco a su suerte en los viernes, donde sólo aguanta una "Blue bloods" que se ha emitido ahí desde su debut, era inevitable que fuera desgastándose poco a poco. Lo que sorprende es que Mac y su equipo hayan sobrevivido más que Horatio Caine, que era más insoportable pero que tenía una personalidad propia, y diferente de "CSI", mucho más marcada.
Y en cuanto a sorpresas, la renovación de "The Carrie Diaries" bien pùede haber sido una de las más destacadas de estos días. Por sus cifras de audiencia no parecía que fuera a sobrevivir, y más teniendo en cuenta que The CW parece estar virando hacia el género de la ciencia ficción juvenil con sus nuevas series para la próxima temporada, pero si renovaron "Beauty and the Beast", también con audiencias risibles, tenían que darle una segunda oportunidad a esta serie. Y eso que el buzz que pudo tener cuando se estrenó en enero, por eso de ser la precuela de "Sexo en Nueva York", se diluyó con bastante rapidez. De todos modos, la duda en esta cadena es si funcionará "The Originals", el spin off de "The Vampire Diaries".
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