10 mayo 2013

Los colores de "Dick Tracy"



A veces, se da una conjunción de casualidades que te lleva a recordar, por ejemplo, películas que a principios de los 90 lo fueron todo y que, ahora, parecen haber caído un poco en el olvido. Todavía recuerdo cuando ponían por televisión cada dos por tres "Desafío total" (la de Arnold Schwarzenegger") o "Dick Tracy", que llegaba a los cines en 1990 aprovechando el enorme éxito que el "Batman" de Tim Burton había tenido el año anterior. Aquel verano fue uno de los taquillazos del año, pero lo que al final la ha traído de vuelta ha sido una mezcla entre esta entrada de "Blog de cine" y esa inexplicable afición mía por "Smash" y, especialmente, las canciones escritas por Marc Shaiman y Scott Wittman. La culpa de todo la tuvo Bernadette Peters, que en "Smash" es la madre de Ivy Lynn y que, hace ya veinte años, dio un concierto en Londres sobre el repertorio de Stephen Sondheim, toda una leyenda viva del teatro musical, en el que cantó "Sooner or later". Esa canción era una de las cinco que Sondheim escribió para "Dick Tracy", y es también su único Oscar en esa categoría (sólo por curiosidad, sus competidores eran Bon Jovi por "Blaze of glory", de "Intrépidos forajidos", Shel Silverstein por "I'm checking out", que Meryl Streep cantaba en "Postales desde el filo", Carmine Coppola y John Bettis por "Promise me you'll remember", de "El padrino III", y "Somewhere in my memory", la canción que John Williams y Leslie Bricusse compusieron para "Solo en casa").

"Dick Tracy", que adaptaba un cómic de los años 30, era un proyecto personal de Warren Beatty, su director y protagonista, que llevaba intentando rodarlo desde mediados de los 70. Beatty, que creo que Terenci Moix decía que "yo" era el tema de todas sus películas, se ponía tras las cámaras sólo por tercera vez, y nueve años después de "Rojos", tiró la casa por la ventana para llevar al detective del abrigo y el sombrero amarillos a la gran pantalla. Contrató a Al Pacino, William Forsythe, Mandy Patinkin o James Caan para dar vida a los gangsters, y luego los dejó irreconocibles debajo de un maquillaje que acercaba su apareciencia a los dibujos del cómic (y que ganó también un Oscar), y que permitió a Pacino dar rienda suelta a todo el histrionismo del que es capaz, que es mucho. Encomendó a Vittorio Storaro una fotografía que jugaba con las luces de las viñetas y con los colores básicos utilizados en ellas, contrató a Sondheim para las canciones y a Danny Elfman para la banda sonora y, de remate, "enchufó" a su novia de entonces, Madonna, para que interpretara a la femme fatalle de la cinta, una cantante con el genial nombre de Breathless Mahoney.

Justo es en la parte técnica y visual donde "Dick Tracy" destaca con fuerza. Traslada la sensación y el aspecto de los cómics a la pantalla sin dejar de ser cine, y los juegos de luces están realmente muy logrados. Las críticas de la época fueron menos benévolas con el guión y las interpretaciones (Beatty quizás está demasiado acartonado), pero eso no impidió que la película se llevara unas cuantas nominaciones al Oscar (Pacino incluido) y tres premios (dirección artística, maquillaje y canción). Visualmente, es realmente muy interesante, y lo mismo musicalmente. La banda sonora de Elfman sigue un poco la línea de la que compuso para "Batman", y las canciones de Sondheim están, en su mayoría, a la altura de lo que se espera de él. Madona sacó un disco, "I'm breathless", e hizo una gira que sirvió para apoyar al mismo tiempo el estreno de la cinta, y en ese disco mezclaba las canciones de "Dick Tracy" con otras como "Hanky Panky" y, curiosamente, "Vogue". Aún más curioso es el dueto que se marcaba en la película con Patinkin, que ya sabemos que es todo un veterano de Broadway.

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