El lunes empiezan los upfronts, las presentaciones que las cadenas estadounidenses hacen de sus nuevas programaciones para la próxima temporada, con la esperanza de "cazar" a todos los anunciantes que puedan, así que es normal que en bastantes sitios estén empezando a hacerse previas de los pilotos con mejor pinta o de la situación en la que cada network llega a esa semana. Vulture está analizando a cada una de las cadenas en abierto y sus previsiones de futuro a corto plazo, y resulta curioso cómo la NBC parece haberse convertido en la moraleja, el cautionary tale de lo que los canales no deben hacer si quieren seguir contando algo en un panorama televisivo muy fragmentado, y en el que sólo CBS parece anclada, en cuanto a audiencias, en 2005. La cadena del pavo ha salvado el año porque el fútbol americano de los domingos y "The Voice" les ha permitido subir a la tercera posición en la demográfica por debajo de los 50 años, pero incluso lo que parecían éxitos en otoño, como "Revolution" o "The new normal", se han quedado en algo más mediocre al llegar a primavera. Las únicas sorpresas son "Grimm" y "Parenthood", que sin ser nada del otro mundo en cuanto a ratings, sí son consistentes y mantienen un nivel decente, al menos.
La web de la revista "New York" identifica a ABC como la que está en mayor riesgo de convertirse en la nueva NBC, especialmente por haber sido superada por ella en la demo, pero también recuerda que la NFL "adultera" un poco los datos. La cadena de Disney puede presumir de tener a la revelación de la temporada, "Scandal", y de tener dos de los realities que menos desgaste de audiencia han sufrido esta temporada, "The bachelor" y "Shark Tank" (éste, hasta ha subido), pero el desplome de "Dancing with the stars" y su incapacidad de estrenar ningún éxito son puntos en contra. Entre sus series nueva sólo parece que va a salvarse "Nashville" y, en cuanto a audiencia, debe andar en unos niveles equiparables a los de la primera temporada de "Smash". ABC ya se salvó de una situación parecida a la actual de NBC en 2004, cuando "Perdidos" y "Mujeres desesperadas" se convirtieron, probablemente, en los últimos grandes fenómenos de audiencia lanzados por las networks, pero una década casi son millones de años en el negocio televisivo. Los 20 millones de espectadores de la primera temporada de "Perdidos" casi son una quimera para nada que no sea "The Walking Dead" o una miniserie histórica de History (que, aún así, se quedan en catorce).
Lógicamente, hay curiosidad por ver qué pasa con la serie sobre S.H.I.E.L.D. (como quiera que vaya a llamarse ahora), y si los taquillazos de las películas de los Vengadores, juntos y por separado, se trasladan a la pequeña pantalla, pero quizás la cadena en una situación más interesante ahora mismo es Fox, cuyo gran éxito de la última década, "American Idol", empieza finalmente a mostrar unas grandes grietas en su armadura. El plan de utilizar "The X Factor" como posible sustituto no va a ser factible porque ese programa se ha visto ensombrecido constantemente por "The Voice", y no parece que "picar" a Mariah Carey y Nicki Minaj para que estén peleándose todo el día haya tenido ningún beneficio para "Idol". Sus series nuevas tampoco han sido especialmente destacables, con la única excepción de una "The Following" de la que veremos el año que viene si su audiencia era de hate-watchers que sólo tenían paciencia para su primera temporada. La pujanza del cable básico ha trastocado el panorama de las networks quizá hasta más que Netflix, Amazon y sus series en streaming (que inicialmente hacen más pupa al cable premium, tipo HBO y Showtime), y esa revolución en el modelo de negocio que se lleva anunciando ya varios años parece que, ahora sí, va a empezar a verse con todas sus ventajas y problemáticas.
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