Antes de convertirse en una estrella de Hollywood gracias a Marty McFly y "Regreso al futuro", Michael J. Fox era una estrella de la televisión gracias a una comedia familiar tan clásica de los 80 como "Enredos de familia". Años más tarde, volvería al medio con "Spin City", otra comedia de formato muy clásico, aunque fuera de las ambientadas en el lugar de trabajo, y con "The Michael J. Fox Show", el círculo se cierra al encontrarse protagonizando, otra vez, una comedia familiar, pero una que sigue la forma de las series grabadas con una cámara, y sin público en el plató, que "Modern family" popularizó hace cuatro temporadas. Hasta tenemos monólogos a cámara, pero sin el componente de falso documental de "The Office". El modelo del éxito de ABC es, claramente, el que sigue la serie de NBC, pero de momento no alcanza también los chistes redondos que "Modern family" presentó desde el principio.
Lo cierto es que, al igual que la comedia de Steve Levitan y Christopher Lloyd, "The Michael J. Fox" es igualmente una sitcom familiar muy clásica; tenemos a los padres, a la hermana un poco alocada del padre, a los hijos (cada uno con sus peculiaridades) y a los compañeros de trabajo del padre, y la nota diferenciadora es que él tiene Parkinson. Pero es diferenciadora sólo en lo externo. Sí, hay chistes sobre el Parkinson (algunos bastante inspirados, de hecho), pero la enfermedad de Fox no es la fuente del humor, sino las situaciones en las que se ven envueltos los personajes, y ésas pueden ser tan de siempre como que Mike Henry está un poquito "colgado" de su vecina de arriba (a la que interpreta, por cierto, Tracy Pollan, la esposa en la vida real de Michael J. Fox). Evidentemente, el formato aleja a la serie de que parezca un título sacado de una cápsula del tiempo de 1998 (como "Mom"), pero el esquema es ése.
Luego, evidentemente, depende de lo que sus responsables hagan con dicho esquema. Lo cierto es que los dos episodios emitidos hasta ahora de "The Michael J. Fox Show" prometen. Han ido más hacia el lado simpático que hacia el hilarante, y sí han mostrado una buena dinámica entre todos los implicados. Fox se conoce los ritmos de las sitcom del derecho y del revés, y Betsy Brandt y Wendell Pierce (que no son famosos precisamente por haber participado en series ligeras) mantienen el tipo, con Katie Finneran (otra veterana de Broadway) poniendo el toque excéntrico que estas sitcom siempre añaden. Cuando lleven más episodios, y el engranaje esté más rodado, veremos hasta dónde pueden llevarla, pero por ahora resulta una actualización simpática de aquella vehículos estelares de los 80 y los 90.
Música de la semana: Pues sí, "Glee" inició su quinta temporada con un homenaje a los Beatles, y entre las canciones que interpretaron figura una de las que menos suelen cantarse de su repertorio, "Got to get you into my life", de la que se publicó una versión bastante más "desnuda" en "Anthology", aquel recopilatorio que recorría toda la carrera del grupo.
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