04 noviembre 2014

Humor en el juzgado

Más o menos al mismo tiempo que NBC intentaba resucitar sus noches de los jueves con aquel lema de “Comedy night done right” (y antes de tirar la toalla por completo con aquella programación monogrgáfica), ABC no paraba de estrenar comedias que o se estrellaban a las primeras de cambio, o sobrevivían a duras penas durante dos temporadas. La maldición de “Perdidos” se reproducía con “Modern family” y no había manera de lanzar ninguna nueva sitcom detrás de ella; todas acababan quemadas. ABC probaba suerte con series profesionales con un ligero toque diferente y hasta excéntrico, tipo “Better off Ted”, intentaba comedias familiares en escenarios un poco distintos, desde el suburbio casi paródico de “Suburgatory” al cul-de-sac beodo de “Cougar Town” o a la familia de ex mujeres de “Trophy Wife”, y hasta probaba suerte con la comedia de amigos con “Happy endings”.

Todas ellas eran single camera, es decir, rodadas con una única cámara y sin audiencia en plató, y con una iluminación y un aspecto más de drama ligero que de sitcom clásica. Ninguna consiguió funcionar del todo bien (“Cougar Town” resistió cuatro temporadas antes de mudarse a TBS, y “Happy endings” fue cancelada en la tercera), pero lo que casi todas tenían en común era que los críticos habían ido encontrándolas divertidas con el paso de los capítulos, mientras la audiencia las ignoraba. “Happy endings” y “Better off Ted” quizás sean las dos comedias recientes canceladas por ABC por las que los críticos más suspiran aún, por lo que no es extraño que, cuando algunos de sus responsables se involucran en otros proyectos, se les siga con más interés. Esta temporada, por ejemplo, David Caspe ha creado para NBC “Marry me”, con Casey Wilson, mientras Eliza Coupe se lleva el estilo ABC a USA con “Benched”.

Cuando decimos que es del estilo de ABC no sólo es por su look, sino por su humor (entre familiar, un poco humillante para su protagonista, ingenioso y friki. Ni muy de las costas, ni muy del interior) y por tener a una protagonista ligeramente trastornada. Nina, el personaje de Coupe, es una brillante abogada a la que un día se le va por completo la cabeza en la oficina y, en lugar de tomar el camino de “Enlightened” e intentar ser mejor persona, acaba trabajando como abogada de oficio. Por supuesto, Nina pretende regresar a su gran posición social de antes en apenas meses, pero todos sabemos que acabará quedándose allí. Desde luego, su competitividad no le va a permitir no intentar ganar todos sus casos, aunque no sean más que vistas de fianzas, y también está clarísimo que tendrá tensión sexual no resuelta con uno de sus compañeros.

Sin embargo, si por algo destaca “Benched” es por Eliza Coupe, estrella total de la función. Como comentamos en el último programa de Yo disparé a JR, se le dan bien tanto la comedia física como los one-liners o los balbuceos humillantes, y aunque gran parte del humor del piloto viene por la cualidad de pez fuera del agua de Nina, no es difícil empatizar con ella en su intento por recuperar su vida. O, al menos, por encontrarle de nuevo sentido. Es una apuesta curiosa de USA, conocida hasta ahora por sus procedimentales ligeros y humorísticos del verano, pero que parece estar probando nuevas cosas en la temporada de otoño-invierno. Este nuevo interés por las comedias de media hora empezó en verano con “Sirens” (remake de la serie británica del mismo título) y “Playing house” (de las mismas creadores de “Best friends forever” en NBC), pero sólo la primera está renovada. La reconstrucción de la parrilla del canal aún no ha encontrado el camino a seguir.

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