“The Big Bang Theory” y “Modern family” son dos de las series con mejores audiencias de la actualidad, y las dos son comedias, pero su éxito no puede ocultar que, otra vez, el género está protagonizando nuevas versiones de aquellos artículos que preconizaban su muerte cuando “Friends” terminó. La alta mortalidad de las comedias de estreno en las networks los ha desenterrado, con artículos que intentan dilucidar qué ha fallado esta temporada ahí y que intentan adelantarse a lo que el futuro puede conllevar para estas series. Hasta que “Red Band Society” cayó víctima de sus bajas audiencias hace unos días, las primeras cancelaciones de las cadenas en abierto habían sido, mayoritariamente, comedias como “Selfie”, “A to Z”, “Manhattan Love Story” o “Mulaney”, y hasta la primera serie veterana que caía este año era una sitcom, “The Millers”. Desde que terminaron las grandes series cómicas de los 90, las historias sobre la muerte del género no paran de ocupar multitud de entradas en las webs estadounidenses, pero averiguar cuál es el problema no es tan sencillo.
Además, es un problema que está afectando, principalmente, a las networks. HBO lleva desde el estreno de “Girls” apostando por comedias de corte muy indie y con una voz autoral muy marcada, y USA decidió en verano probar suerte de nuevo con el género. FX continúa estrenando nuevas comedias y, aunque no todas sobreviven, da la sensación de que la situación en el cable no es tan dramática. No son canales que destacaran en las sitcoms, por lo que no se juzga tan de cerca sus resultados en ellas. Sin embargo, el género fue uno de los principales pilares de las networks en los 50, junto con los concursos, así que ver que ninguna consigue sacar éxitos de verdad con cierta asiduidad lleva a que surjan esas preguntas. Algunos críticos creen que, en lo que respecta a la comedia, las cadenas no tienen demasiado claro lo que quieren. En los dramas pueden tener unas líneas más claras de lo que entre en su “marca” y lo que no, pero en las comedias parecen estar experimentando para ver qué funciona.
El intento de NBC de abandonar sus sitcoms más urbanas (y con audiencia de nicho para todo lo que no fuera “The Office”) y pasarse a otras que ampliaran su público fue un completo fracaso, hasta el punto de que acaban pasando casos como el de “Unbreakable Kimmy Schmidt”, que se cayó de la parrilla de NBC para midseason y fue vendida a Netflix porque no encajaba la orientación más dramática de la programación para esas fechas. Robert Greenblatt llegó a reconocer que, aunque NBC siguiera apostando por comedias y produciéndolas, eso no quería decir que fuera a emitirlas, sino que podía vendérselas a plataformas de streaming o a canales de cable (o a otras networks). Semejante afirmación de una cadena cuya noche de los jueves era sinónimo de comedias bastante populares puso, para no pocos críticos, el último clavo en el ataúd de las comedias en abierto.
Esto no quiere decir que el panorama sea un desierto. ABC y CBS están teniendo números bastante decentes de otras comedias que no son ni “Modern family” ni “The Big Bang Theory”, pero les cuesta Dios y ayuda lanzar series que puedan sucederlas como grandes éxitos. Esa mudanza del género de la comedia romántica a televisión ha terminado siendo un fracaso, y lo que ha unido a unas cuantas de esas cancelaciones es que estas comedias no consiguen entrar en la conversación cultural del momento. Mientras un drama, y hasta un podcast, parece convertirse enseguida en el tema de conversación favorito en redes sociales, a las comedias les cuesta más. ¿Puede estar ahí parte del problema?
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