"Todo mejora con zombis". Ésa es la idea detrás del libro sobre "The Walking Dead" que ha escrito Mon Suárez, y que repasa no sólo la serie, sino la historia del subgénero de zombies desde el punto de vista, además, de uno de esos muertos caminantes. Para presentarlo, se organizó un Birraseries en el que, más que hablar sobre el libro, se acabó hablando sobre si los zombies son de verdad tan importantes para el título de AMC, y si algún día los espectadores se darán cuenta de que están viendo una serie de personajes. El propio Mon Suárez señalaba que, en realidad, "The Walking Dead" es una serie post-apocalíptica, y que los muertos vivientes son sólo un añadido. Podrían ser sustituidos por otra cosa (un holocausto nuclear, el virus de la rabia, unos cylones genocidas...), y el núcleo de la historia no cambiaría.
Éste es los límites a los que llegarían personas normales y corrientes por sobrevivir en una situación mucho más desesperada y oscura de lo que jamás podríamos imaginar. Una y otra vez, hemos visto cómo los peores enemigos de Rick y los suyos son otros supervivientes, gente que da rienda suelta a sus peores instintos o que se comporta como si ellos fueran la ley en un lugar en el que ya no hay ninguna. La única manera de salir vivo es no confiar en nadie y creer, de inicio, que quienes te encuentres en la carretera van a intentar robarte o algo peor. Es una terrible manera de seguir adelante, pero es la que Rick ha descubierto que funciona. En "Fear the Walking Dead" estamos empezando a ver cómo va surgiendo esa mentalidad de superviviencia a toda costa, y también podríamos estar viendo un comentario sobre el peligro de que las fuerzas del orden tengan demasiadas prerrogativas en medio de un apocalipsis.
Ese abuso de autoridad era uno de los aspectos que diferenciaron, en su momento, "28 días después" de otras propuestas de zombies, o infectados. Las personas que estaban al mando de la protección de los supervivientes se emborrachaban de ese poder, y era una sensación muy peligrosa cuando el mundo se desmorona a tu alrededor y te das cuenta de que tú tienes, de algún modo, las llaves de lo que queda de civilización. En "Fear the Walking Dead" se aprecia la desconexión entre cómo percibe la actuación de la policía la gente corriente, que no tiene ni idea de lo que está pasando, y los espectadores, que sabemos que esos tipos desarmados a los que acribillan a balazos son zombies peligrosos. La brutalidad de las fuerzas del orden, sobre todo hacia determinados colectivos, está demasiado presente.
Pero utilizar a los zombies con ciertos tintes sociales (que no es lo que busca "The Walking Dead") no es nada nuevo. George A. Romero ya incluyó un subtexto social, que los críticos han analizado hasta la saciedad, en "La noche de los muertos vivientes", entregando el protagonismo de la cinta, rodada en 1968, a un hombre negro, y mostrando el colapso del orden social estadounidense a través de una invasión de zombies. Las obras de género, como el terror, pueden ser unos vehículos estupendos para hacer crítica de todo lo que los cineastas creen que no funciona a su alrededor, porque el espectador estará distraído viendo a monstruos variados persiguiendo a los protagonistas, sin pararase a pensar, de primeras, lo que esos monstruos pueden estar queriendo decir en realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario