13 septiembre 2015

Por Branch

ALERTA SPOILERS: "Longmire" ha arrancado ya su cuarta temporada en Netflix, lo que quiere decir que están disponibles todos sus capítulos para su visionado. Sin embargo, aquí sólo vamos a hablar de los dos primeros.

La tercera temporada de "Longmire", que fue la última que se emitió en A&E, ya inició la deriva más serializada que vamos a ver en la cuarta. La investigación de la muerte de la mujer de Walt centró aquellos episodios, con el pasado de Vic en Filadelfia adquiriendo también su relevancia y con Branch perdiendo poco a poco el contacto con la realidad en su búsqueda de David Ridges, el matón a sueldo de Jacob Nighthorse. Los tres se iban metiendo en sus propias espirales autodestructivas, pero el único que acabó pagándolo con su vida fue Branch. Así que la investigación de su muerte va a ser el hilo conductor de estos nuevos diez episodios, una investigación que, probablemente, también resuelva el asesinato de la esposa de Walt.

A lo que va encaminada la temporada, o eso parece, es a un enfrentamiento final entre Nighthorse y Longmire. El primero se escuda en la lucha por los derechos de los indios para dirigir una banda de crimen organizado, básicamente, y justo porque nadie más se preocupa por ellos, es una figura respetada en la comunidad y con buenas conexiones, lo que siempre ha dificultado los intentos del sheriff por acercarse a él. El asesinato de Branch puede ser la gota que finalmente colme el vaso, pero al principio de la temporada, Walt y compañía aún tiene que reunir las pruebas suficientes para ir de verdad a por él. Lo que sí está claro es que el fantasma del joven Connelly va a sobrevolar todo lo que hagan sus ex compañeros.

Y eso que ellos tienen sus propios traumas con los que lidiar. En otras ocasiones hemos comentado que el drama muy serio no se le termina de dar bien a "Longmire", tendiendo a cargar demasiado las tintas, pero parece que estos primeros capítulos apuntan a un manejo mejor de los problemas de Vic, sobre todo. Su ex compañero de Filadelfia ya no está por ahí, pero todo lo que vivió en la temporada anterior vuelve a ella de vez en cuando, y eso complica también su relación con Walt, que sigue siendo sumamente entretenida de ver. Incluso con esas cosas sin decir que empiezan a flotar entre ellos (quienes hayan leído los libros de Craig Johnson saben por dónde van los tiros). Lo que también parece es que la serie no va a dejar de lado los casos autoconclusivos, lo que es destacable por los temas que tocan en algunos de ellos.

El segundo episodio, por ejemplo, se mete en un hecho histórico por el que la ficción estadounidense tiende a pasar de puntillas; el establecimiento, después del ataque a Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial, de campos de concentración para japoneses-americanos. Es decir, para ciudadanos estadounidenses de origen japonés, con la excusa de que cualquiera podía ser un espía del enemigo. En el capítulo se muestra la cruel ironía de que el ejército de Estados Unidos pudiera llamar a filas a algunos de los hombres internados en dicho campo, y se exploran sentimientos de culpa, de heridas históricas que no están sanadas, y se establece un claro paralelismo con la situación de los indios en las reservas. Y es un paralelismo que, teniendo en cuenta la investigación que Walt hará de Nighthorse, va a traer cola.

Música de la semana: Anoche se entregaron los Creative Arts Emmy, es decir, los Emmy técnicos, y una de las categorías que incluyen es la de mejor música y letra, o lo que es lo mismo, mejor canción. Allí ganó una acertada parodia de One Direction, "Girl, you don't need makeup", que ha sido uno de los sketches más celebrados de la tercera temporada de "Inside Amy Schumer".

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