Cuando La 2 empezó a emitir "Las chicas Gilmore", formaba un extraño programa doble los miércoles por la noche con "A dos metros bajo tierra". Era extraño porque el tono de ambas series no podía ser más distinto, a pesar de que las dos se centran en las peripecias de dos familias muy peculiares. He de confesar que, en aquella época, me dejé llevar por un arranque de gafapastismo y sólo veía la serie de la funeraria de los Fisher, que empezaba a las 23. No me llamaba demasiado la historia de la madre soltera y su hija adolescente pero, haciendo tiempo, a veces veía trozos sueltos. De ellos, lo que me llamó mucho la atención eran los diálogos ingeniosos y divertidos que intercambiaban madre e hija, pero nunca llegué a pasar de ahí.
Ahora que, gracias a las ByTheGirls, estoy realizando una inmersión en toda regla en el mundo de Stars Hollow, me doy cuenta de que debería haberles dado una oportunidad. Más aún, reconozco que me han enganchado completamente, y es precisamente su marca de la casa, los diálogos como ametralladoras llenos de referencias culturales, los que han obrado el milagro. Si no fuera por ellos, y por unos personajes que tienen todos su excentricidades particulares, la serie no pasaría de ser otro drama a lo "Cinco en familia". El anclaje en las tres generaciones de mujeres Gilmore (Emily, Lorelai y Rory) nos permite ver cómo las tres se parecen mucho entre sí, mucho más de lo que querrían admitir, y cómo esos parecidos son las principales fuentes de conflictos y discusiones, lo que suele ser muy habitual en la vida real.
Al menos en las primeras temporadas (en las que yo estoy ahora mismo), "Las chicas Gilmore" equilibraban perfectamente los momentos más culebroneros con chistes verbales interpretados bajo las premisas de Howard Hawks en "Luna nueva", es decir, a toda velocidad. Esa conversación veloz e ingeniosa, su adicción al café y un buen montón de dudas y contradicciones son lo que, sin duda, convierten a Lorelai Gilmore en uno de los mejores personajes de la televisión reciente, un personaje que tuvo la enorme suerte de encontrar a una comediante tan dotada como Lauren Graham (su timing debería estudiarse en las escuelas). El mejor ejemplo de cómo se las gastaban en la serie es esa descacharrante escena en una de las primeras cenas de los viernes en casa de los padres de Lorelai: "¿Dios vive en Londres?"
10 comentarios:
Yo las cogí un poco de manía, ya que por su culpa A dos metros bajo tierra no empezaba hasta las doce y media.
Pero cuando le di una oportunidad me enamoré de Lorelai y su imposible manera de hablar, su adicción al café y su comida basura. Nadie come como Las Gilmore.
Aún así, me he quedado estancado en la cuarta temporada, que me está pareciendo un poco sosilla, a ver si en Navidad vuelvo a coger ritmo.
Yo también conocí a las Gilmore casi de rebote, viendo un capítulo a las tantas de la mañana en Fox. Me llamó la atención lo que ya comentais: la increible velocidad con la que tanto Lorelai como Rory soltaban comentarios descacharrantes.
Y además de eso... no se, era una serie que se hacía muy cómoda de ver, no se si era por la tranquilidad de S.Hollow, pero era como si la candidez del pueblo te envolviera...no se, una cosa mu rara. El caso es que me encantó :D
Yo ahora estoy a punto de terminar la 7ª y ultima (snif..) temporada.
Una auntentica vergüenza que Lauren Graham no se halla llevado nunca un Emmy. Aprenderse esos dialogos y soltarlos tal como lo hace, se merece todos los premios habidos y por haber
Sobre todo, alex, la manera que tiene de decirlos. Es simplemente genial.
Las primeras temporadas son las mejores, luego hace cosas raras pero bueno, son nuestras chicas, se les perdona todo.
A mí sólo me quedan cuatro capis para acabar la última temporada. Me los estoy dosificando para que vea el último el día de Reyes, cuando se cumplirá un año desde que las descubrí y me autoregalé la primera temporada. ¡Lorelai GILMORE es sensacional! Los otros personajes están perfectamente dibujados y funcionan a la perfección. Stars Hollow un emplazamiento idílico. Los diálogos de lo mejorcito en mucho tiempo de televisión.
Ay, Lorelai cuántos corazones teléfilos has roto :-)
Las Gilmore son muy grandes..
a mi me pasó como a tí y veia a veces cuando lo pillaba antes de a dos metros..
pero este verano justamente empecé a ver la serie y la he ido devorando.. y, si.. El Lunes mismo acabé la serie para siempre..
aún escribo un repaso para mi blog y me cuesta de la pena que me da..
Y tienes toda la razón Lorelai es de lo mejorcito y ese díálogo que pones de ¿Dios vive en Londres? lo comenté en mi primeras impresiones de la serie y siempre se lo pongo a la gente.. es que es muy grande y resume estupendamente como es Lorelai. En la septima tiene otra parrafada genial cuando tiene que escribir una carta de recomendación para Luke y no es capaz. Cuando lo veas sabrás inmediatamente a qué me refiero.
Ah, y no en vano la frase que eligió la CW para la ultima temporada fue:
LIFE IS SHORT. TALK FAST.
Genial.
Ah! Por cierto, que nadie se olvide del gran Kirk y sus mil y un trabajos en Stars Hollow!! Siempre ha sido uno de mis personajes favoritos :D
Vamos a la par, Mac! Yo la empecé a ver (también hará un año el día de Reyes!) por los diálogos que tanta fama tenían (las recopilaciones que hizo ALX eran descacharrantes!), pero al principio me pareció demasiado culebronera y tampoco tenía mucho tiempo, así que la dejé abandonada. Pero ahora con el iPod me paso los trayectos entre mi casa y el trabajo viendo series, y con la sequía de la huelga estoy en modo sprint (ei! También he retomado la novena de Expediente X!).
La primera temporada me bastó para enamorarme de todos los personajes que pueblan Stars Hollow... Las relaciones entre madre, hija y abuela son de lo mejorcito (eso sí, Rory a veces da una rabia de lo perfecta que es... :P).
salu2
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