Nirvana grabó "Nevermind", uno de los discos más importantes de la historia del rock, en un estudio decadente de California, pero con una enorme calidad de sonido, llamado Sound City. Se había fundado a finales de los 60 en una nave industrial y había alcanzado su mejor momento en los 70, cuando se grabó allí el primer disco de Fleetwood Mac con la formación que todos conocemos ahora. A partir de ese momento, y atraídos por la fama de su artesanal, y analógica, mesa de mezclas, bastantes de los nombres más importantes del rock anglosajón de los 70 y los 80 (y los 90) pasaron por Sound City, desde Tom Petty and The Heartbreakers a Neil Young, Rage Against the Machine o Weezer. Pero el empuje de lo digital acabó por convertirlo en anticuado y lento, y el estudio cerró en 2012. Aquí entra Dave Grohl, batería de Nirvana y líder de Foo Fighters, que decidió comprar la mesa y hacer un homenaje en forma de documental a aquel lugar, un documental llamado "Sound City", dirigido poe el propio Grohl, y que se presentó en el festival de Sundance, donde tuvo una gran acogida.
Y no es difícil ver por qué. Las casi dos horas de película no sólo cuentan la historia de ese estudio y, por ende, la historia de los grandes cambios tecnológicos que ha vivido la industria, sino que acaban acercándonos al factor humano de la grabación y escritura de un disco, a cómo la conexión entre las diferentes personas involucradas en ese proceso resulta fundamental para que el producto final tenga cierta vida y cierta chispa. Además, cualquiera que haya visto un videoclip de Foo Fighters sabe que Grohl tiene sentido del humor, que se traslada a unas cuantas partes del documental, y éste está lleno de una energía muy rockera y de celebración de esa experiencia conjunta de hacer música rodeado de más gente. Para los mitómanos, es realmente interesante ver a toda esa gente hablar sobre sus experiencias en Sound City y sobre su particular modo de entender la música, y la guinda del pastel es la última media hora, en la que vemos cómo graban un disco "Real to reel", entre casi todos los participantes en la película. La reunión de Nirvana con Paul McCartney no tiene precio (en especial en el concierto benéfico a favor de las víctimas del huracán Sandy). Por cierto, que Grohl formó parte del supergrupo que se montó para la banda sonora de "Backbeat", una película que contaba el periodo en Hamburgo de The Beatles).
De vez en cuando hay siempre una serie que se pone de moda entre la blogosfera y que, por obra y gracia del boca a boca, se convierte en inevitable en el 90% de las entradas. En los últimos meses, esa serie ha sido "Les revenants", una producción de Canal+ Francia que adapta a televisión una película de 2004 y que se ambienta en un pueblo en los Alpes, cerca de un embalse y una central hidroeléctrica, en el que de repente empiezan a volver personas que habían muerto tiempo atrás. "Revenants", además de significar "los que regresan", hace referencia a una figura mitológica medieval más próxima a los vampiros que a los zombies, en la que un fantasma o un cadáver reanimado se dedica a aterrorizar a los vivos a los que conoció en vida. Y más o menos eso es lo que pasa en la serie, que en el primer episodio recuerda bastante también al punto de partida de "Los 4.400", con el añadido de que estos no muertos (pero no vivos) no saben qué les ha pasado y sólo quieren volver a casa.
Pero claro, imaginad qué pasaría si te pasas años y años esforzándote para superar la muerte de un ser querido y, cuando por fin parece que lo has conseguido, esa persona regresa sin darse cuenta de que ha transcurrido el tiempo, y sin saber que está muerto, claro. Esa exploración emocional parece que va a ser lo más interesante de la serie, que añade un elemento de misterio y casi hasta de terror bastante significativo. ¿Qué hay debajo de las aguas del embalse? ¿Y por qué vuelven esas personas ahora? ¿Qué quieren? ¿Y qué quiere ese inquietante niño (siempre tiene que haber un niño chungo en estas historias)? "Les revenants" crea una gran atmósfera, ayudada por la banda sonora ambiental de los escoceses Mogwai, y la verdad es que, cuando acaba el primer capítulo, es inevitable que no te pique la curiosidad por saber qué hay detrás de todo esto. Porque estos zombies no son como los abducidos de "Los 4.400" y no tienen superpoderes, ¿no?
Música de la semana: Como hemos hablado al principio de "Sound City", vamos a quedarnos con una de las canciones de ese disco grabado a raíz del documental, y que más han tocado en sus apariciones en diversos programas, "You can't fix this", con Stevie Nicks. Por cierto, que para colaboraciones peculiares, la que Foo Fighters hicieron hace tiempo con Norah Jones en una canción llamada "Virginia moon".
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