En la historia de la ficción televisiva estadounidense hay bastantes casos de protagonistas cuyas capacidades son aumentadas artificialmente, mediante el implante de "mejoras" tecnológicas diversas que les permiten convertirse en los mejores agentes de agencias gubernamentales, o de grupos que quieren proteger la ley y el orden (que era algo muy de las series de los 80); de "El hombre de los seis millones de dólares" y "La mujer biónica" en los 70 a cosas más actuales, tipo "Chuck" (que era más el héroe accidental) o la fugaz "Jake 2.0". En todos esos casos, estas personas sufren el equivalente a la exposición a la radiación espacial que convierte a Los Cuatro Fantásticos en superhéroes, pero sólo algunos lo sufren por accidente. Otros son seleccionados para convertirse en un arma ambulante de la ultimísima tecnología, un "juguete" militar muy caro que, al mismo tiempo, es una persona.
Más o menos, en esa situación está Gabriel Vaughn, el protagonista de "Intelligence", el estreno que CBS se ha reservado para midseason. Forma parte de un programa casi experimental de una agencia de inteligencia estadounidense por el que le implantan en la cabeza un microchip que permite que su cerebro se conecte a cualquier red de información inalámbrica del mundo. Es algo así como un router humano, una Internet que camina y que tiene sentimientos y un anhelo secreto, como es de rigor en estas series. En su caso, quiere saber qué pasó con su mujer, que podría ser (o no) una traidora a su país. Y como es una pieza de tecnología tan valiosa, sus jefes le asignan a una agente del servicio secreto como guardaespaldas, con lo que ya tenemos al dúo sobre cuya relación recaerá buena parte del potencial de enganche que pueda tener "Intelligence". Todo esto se cuenta en un piloto que adolece de ese intento de muchos pilotos de contártelo todo en esos primeros 40 minutos, pero que enseguida establece que entre Josh Holloway y Meaghan Ory hay una buena dinámica y que, efectivamente, puede ser entretenido seguirlos semana a semana.
Por ahora, por mucho que hagamos propósito de darle algo de cancha y no dejarla antes de tiempo, por si se convierte en otra "Person of interest", lo único que se le puede pedir a "Intelligence" es que las misiones de Gabriel entretengan y que tengan algún tipo de conexión personal con él. Sobre todo, será interesante ver si la serie se pregunta las implicaciones que puede tener para él que su cerebro se haya convertido en un supercomputador propiedad del gobierno de Estados Unidos, que aunque haya quien lo trate como si no fuera más que una especie de cyborg, Gabriel es una persona y, como tal, puede tomar decisiones movido por sus emociones e interpretar erróneamente todos esos datos almacenados en su cerebro. Hay que darle algo de margen a "Intelligence" como hay que dárselo a todas las series, porque nunca se sabe por dónde se moverán por el quinto capítulo. Tal vez sea un título de espías quema-trama a lo "Nikita" o tal vez adquiera algún matiz más. Ya se verá.
Música de la semana: La semana pasada se anunció que el capítulo que CBS emite esta noche de "The good wife", "We, the juries", contendrá un par de canciones del nuevo disco de Bruce Springsteen, que la web de la cadena tiene en streaming durante estos últimos días. Después del golpe maestro que fue esa "Thicky trick" en el capítulo del pasado domingo, veremos cómo utilizan uno de esos temas de The Boss, "High hopes".
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